Mediante Resolución 2951 del 3 de octubre de 2012, emanada por la Dirección General de Apoyo Fiscal del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, el Gobierno Nacional aprobó la solicitud presentada por el Municipio de Sincelejo de ser incluido en el proceso de Restructuración de Pasivos o Ley 550, así lo dio a conocer el alcalde de Sincelejo, Jairo Fernández Quessep este jueves 4 de octubre.
La noticia fue calificada por el mandatario como positiva, teniendo en cuenta que su Administración ha mostrado confianza ante el gobierno central, y cuya decisión se reflejará en un blindaje fiscal para el Municipio, ante las acreencias que se tienen actualmente.
“Conformamos un equipo de trabajo en cabeza del secretario de Hacienda, Eder Valeta, que respondió a las expectativas y responsabilidades que tenemos con la ciudad, luego de recibir al Municipio prácticamente quebrado y con pocas posibilidades de maniobra, dijo el Alcalde.
Agregó que la suscripción de un acuerdo de restructuración de pasivos fue uno de los objetivos concebido en el Plan de Desarrollo Municipal para el saneamiento de las finanzas municipales.
Por su parte, el titular de la cartera de Hacienda explicó que la situación financiera del Municipio es bastante delicada y la solución más viable es la de acogerse a la Ley 550, teniendo en cuenta que el pasivo del municipio supera los 170 mil millones de pesos.
“Con la Ley 550 Sincelejo entra en una nueva situación que se desprende de que todos los procesos judiciales y deudas quedan congeladas para empezar unas acreencias reales y de esta manera cumplir cabalmente con el pago de estas obligaciones”, afirmó Valeta López.
Así mismo, el funcionario aclaró que la medida no interfiere con la ejecución normal de proyectos en beneficio de la comunidad, sino que por el contrario, se normalizará la situación fiscal, lo cual es una exigencia por parte del Gobierno Nacional.
Por último, el secretario de Hacienda dijo que viernes 5 de octubre el alcalde Jairo Fernández Quessep y su equipo económico del municipio viajarán a Bogotá para protocolizar el inicio del proceso de reestructuración del pasivo.