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La Misión de Naciones Unidas en el país dijo este viernes estar "preocupada" por el freno puesto al desplazamiento de un grupo de guerrilleros de las FARC hacia uno de los 26 puntos del país donde se están concentrando para dejar progresivamente sus armas, debido a la aparición de hombres armados, que se identifican como miembros de las "Águilas Negras", y que están intimidando a la población en Tibú, Norte de Santander, advirtiéndoles que ellos tomarán el control ahora que la guerrila abandonan el territorio. (Lea: “Águilas Negras” ocupan zonas que abandonan las Farc en el Catatumbo)
Desde el jueves, "la marcha de los miembros del Frente 33 de las FARC-EP que se traslada de Caño Tomás a la Zona Veredal de Caño Indio, acompañado por los observadores del Mecanismo de Monitoreo y Verificación, está detenida", advirtió el organismo en un comunicado.
"La Misión de las Naciones Unidas está preocupada por estos acontecimientos y ha tomado la decisión de enviar al lugar una delegación de alto nivel de su sede de Bogotá para ayudar a la continuación de este importante movimiento", añadió.
La ONU no detalló qué está impidiendo el desplazamiento, pero ha trascendido que los campesinos están bloqueando la vía, impidiendo la continuidad de la caravana guerrillera, y exigiendo la presencia del mecanismo de verificación del cese al fuego con las FARC en la zona, tras la aparición de hombres armados que ya han ocasionado el desplazamiento de varias familias hacia La Gabarra, un pueblo cercano.
El jefe de las FARC, Rodrigo Londoño ("Timochenko"), denunció "el desplazamiento de varias familias" por la acción de esos actores armados y exigió el cumplimiento de un punto del acuerdo de paz que prevé el "desmantelamiento de las organizaciones criminales sucesoras del paramilitarismo".
El ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, dijo sin embargo que "no hay ninguna clase de amenaza" allí.
Las FARC y el gobierno de Juan Manuel Santos firmaron la paz en noviembre y en cumplimiento a ese pacto los guerrilleros se han estado movilizando hacia 26 puntos en los que permanecerán concentrados mientras dejan progresivamente sus armas bajo vigilancia de la ONU.
Según dijo el jueves Santos, 6.300 miembros de esa guerrilla ya estaban concentrados y otros 500 de camino a los puntos marcados.
Colombia, que lanzó esta semana negociaciones de paz con el ELN, último grupo rebelde activo del país, llora más de 260.000 muertos en medio siglo de violencia que ha involucrado a guerrillas, paramilitares y agentes estatales.