En diálogo con El Espectador el alcalde de la ciudad, Felipe Harman, aseguró que ya habló con las personas que se movilizaron y que se avanzó en la gestión para que pronto inicien los diálogos con el gobierno nacional. También confirmó que el Consejero Presidencial para la Estabilización y la Consolidación, Emilio Archila, habría delegado a Andrés Stapper, Director General de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN), para el inicio de las mesas de trabajo en la ciudad.
Los más de 2500 campesinos y excombatientes que llegaron en la noche del jueves 13 de mayo, están reunidos en el colegio Luis López de Mesa, ubicado en el centro de la ciudad. En conversación con RCN Radio afirmaron que llegaron hasta la ciudad principalmente para exigir el cumplimiento de los Acuerdos de Paz, que se generen las condiciones dignas para la economía campesina y que se avance en las investigaciones y esclarecimientos de los asesinatos de líderes sociales. Adicionalmente buscan que se logre un acompañamiento integral y con enfoque territorial a la sustitución de cultivos.
Los voceros campesinos del sur del Meta también pidieron que se detenga la violencia contra manifestantes, comunidades indígenas y campesinas, a la vez que exigieron que cese la estigmatización en contra de ellos.
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Sobre esto, Harman manifestó que se encuentra preocupado a raíz de noticias falsas que empezaron a circular en la noche del jueves cuando llegó la movilización. Hizo un llamado a la tolerancia y a evitar manifestaciones de odio, ya que, según cuenta “nos tienen llenos de noticias falsas ‘que ya cerraron, que ya bloquearon, que ya quemaron’ eso es falso. Ellos están en el colegio discutiendo. Esas noticias son propiciadas para que pasen cosas como las que pasaron en Cali”.
El alcalde recordó que desde el 28 de abril, día que iniciaron las marchas por el Paro Nacional, en la capital del Meta no se ha requerido de la intervención de la fuerza pública y confirmó, que en las conversaciones que ha tenido con los voceros de los campesinos y excombatientes, llegaron a acuerdos para que no se generen hechos de violencia.
Harman dice que las autoridades locales “lejos de recibirlos con estigmatizaciones, estamos dándole un reconocimiento a su capacidad de movilización”, pero que esto conlleva a un acto de “corresponsabilidad donde se puedan garantizar unos deberes de quienes se movilizan: que su presencia en la ciudad sea pacífica, que tengan capacidad de autorregulación teniendo en cuenta la cantidad de personas y que podamos evitar cualquier tipo de expresión violenta. Yo espero que sea el canal del diálogo el camino más asertivo para resolver esta situación”.
En estos momentos, campesinos y excombatientes se encuentran reunidos en el colegio Luis López de Mesa debatiendo sobre el pliego de exigencias que le van a plantear al gobierno nacional.