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Un video en el que aparecía una banda marcial compuesta por un puñado de niños y jóvenes que tocaban instrumentos improvisados, hizo que el país volteara a mirar a un municipio del suroccidente colombiano para enterarse de que existía.
El video viral de la banda del municipio de Magüí Payán, Nariño, empezó a circular en días pasados en redes sociales y medios de comunicación y rápidamente conmovió a los usuarios que empezaron a resaltar las cualidades de “creatividad” y “superación” de los muchachos que con latas y palos conformaban instrumentos de percusión.
Sin embargo, el video había sido publicado en YouTube dos años atrás por el usuario James Tenorio, con un mensaje en el que decía “Somos un pueblo abandonado por el Estado, pero aquí estamos presentes con la niñez recreativa que impulsan ideas para hacer lo que más les gusta sin importar las comodidades para hacerlo”.
El Espectador habló con Tenorio, representante legal de la Fundación Jóvenes Educadores que promovió la creación de la banda en Magüí Payán. Según él, fue gracias a ese video que “la gente recién se está enterando que Magüí existe y dónde queda."
Este es el video original, publicado el 14 de julio del 2016.
Los problemas de Magüí
Magüí Payán es un municipio ubicado en el departamento de Nariño, a 380km de la capital Pasto. En tiempo, a la capital y a Magüí los separan alrededor de 12 horas de recorrido, según la página de la alcaldía del municipio.
Según cuenta Tenorio, el mal estado de la vía Barbacoas – Magüí hace del municipio un lugar de difícil acceso. Así mismo, no cuenta con alcantarillado ni acueducto.
La minería representa una situación contradictoria para el municipio: es la principal fuente de empleo de sus habitantes pero a su vez está acabando con el río Magüí del cual obtienen el agua. Además, la minería en el municipio no siempre se realiza de manera legal según relata James, sino que más bien es el sector ilegal el que está dando la mayor parte del empleo.
Por otra parte, según denuncia el representante de Jóvenes Educadores, en el municipio existe una situación de explotación laboral infantil en la cual “los niños no van a clases por quedarse descargando camiones. Los camioneros también se aprovechan de eso y les pagan lo que ellos quieren”.
En general, Magüí Payán es un municipio que ha sufrido históricamente abandono estatal y que no ofrece oportunidades para sus habitantes quienes, si quieren estudiar más allá del colegio, deben buscar alternativas fuera del municipio.
La viralización del video no causó lo que se esperaba
Cuando James subió ese video en el 2016, lo hizo tratando de hacer públicas las necesidades de los niños de su municipio, pero no había podido viralizarlo hasta hace unos días gracias a que, según cuenta, amigos de él en las grandes ciudades le ayudaron a circularlo.
Pero la viralización del video vino acompañada de una “politización” del proceso por parte de algunos sectores políticos del municipio.
James denuncia que lo más grave es que muchos de los niños que vinieron a Bogotá invitados a la posesión del ministro de Defensa, Guillermo Botero, no son los del video y que no tienen nada que ver con el proceso.
Los instrumentos con los que llegaron a Bogotá tampoco son los de la banda sino que los fabricaron improvisadamente el pasado sábado 11 de agosto. Se trata, de acuerdo con James, de un maquillaje de la situación.
Denuncia, además, que la Fundación Jóvenes Educadores fue excluida del proceso por diferencias políticas con los funcionarios de la alcaldía que gestionaron el viaje a Bogotá. Por eso, Tenorio no viajó con la banda a la capital.
Tenorio espera que el foco de la atención pública que se puso sobre la banda del municipio no se quede simplemente en este hecho particular, sino que se evidencien las difíciles circunstancias que atraviesan los menores del municipio de Magui Payán.