Revelan resultados de la excursión marítima más grande de Colombia

La Expedición Seaflower, llevada a cabo en San Andrés, incluyó 16 proyectos de investigación y contó con la participación de 47 científicos de múltiples disciplinas que representan 27 entidades de Colombia y de varios países.

Efraín Dawkins Sanmiguel / @Efrain_Dawkins
06 de junio de 2018 - 01:58 a. m.
Expedición Seaflower
Expedición Seaflower

La expedición Seaflower 2017 se enfocó exclusivamente en el complejo arrecifal de Isla Cayo Serranilla. Este es un pequeño territorio del mar Caribe que forma parte del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Está conformada por cerca de 40 km de ancho y 32 km de largo, con un área de 1.200 km².

Entre los resultados resaltan la nueva cartografía que el Servicio Geológico y la Dirección General Marítima (DIMAR) han desarrollado con técnicas geodésicas en isla Cayo Serranilla, la valoración e integridad ecológica de los arrecifes coralinos, la diversidad de rayas, tiburones, y la caracterización de las unidades geológicas en este cayo. A lo largo de las investigaciones se ha logrado comprender los diferentes factores y dinámicas que influyen en la presencia de estas especies en la isla.

 

Especies identificadas

Según el informe preliminar de la expedición, se identificaron 170 especies de peces, con varios nuevos registros para las Islas Cayos ubicadas al norte de la Reserva de Biosfera Seaflower, evidenciándose una ausencia generalizada de peces de importancia comercial como pargos, meros y chernas. En cuanto a las aves, se registraron 72 especies, de las cuales el 80% son migratorias del hemisferio norte. La Fundación Tortugas del mar confirmó la presencia de tres especies de estos animales en la Isla Cayo Serranilla: la tortuga verde representada en 63 nidos, la tortuga carey en 38 nidos y la tortuga cabezona en dos nidos.

Los registros permitieron confirmar que Isla Cayo Serranilla es actualmente el principal sitio de anidación de la tortuga verde y posiblemente de la tortuga carey en todo el territorio colombiano.

En cuanto a los servicios ecosistémicos de protección costera, se lograron tomar datos durante siete días, de manera continua, del oleaje. Con estos datos se puede estimar el porcentaje de atenuación del oleaje gracias a los arrecifes de coral, lo que juega un papel trascendental en la protección de las playas y las comunidades de peces. Por tal razón, las zonas con más complejidad topográfica presentaron una mayor biodiversidad y abundancia de peces. Expertos de la Stony Brook University, de la Florida International University y la Universidad de los Andes observaron una alta diversidad y abundancia de tiburones en la Isla Cayo Serranilla, posicionándola como el lugar con mayor abundancia relativa de esa especie en la cuenca del Gran Caribe.

“A partir de ideas interactivas se mostró la riqueza geográfica, cultural y biológica del archipiélago”, dijo Juliana Sintura, coordinadora de las expediciones, que resaltó a su vez la impecable labor que cumplieron fotógrafos del departamento al momento de documentar visualmente el trabajo.

 

Cuatro años de trabajo

El departamento archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina fue declarado “Reserva de Biosfera Seaflower” el 10 de noviembre del año 2000 como muestra de homenaje a la embarcación inglesa “Seaflower” que arribó al archipiélago con los primeros colonos y esclavos africanos en 1631. La figura de reserva de biosfera fue creada a través del programa “El Hombre y la Biosfera” de la UNESCO, cuyo pilar es generar investigación científica de forma interdisciplinaria, buscando la relación entre el hombre y la naturaleza.  

El Plan nacional de expediciones Seaflower inició en 2014 luego de que el presidente Juan Manuel Santos lo anunciara en 2013. Sus investigaciones han permitido la actualización de datos sobre cayos como Serranilla, Roncador, Serrana y este año se dirige hacia los complejos arrecifales de isla Cayos de Bajo Nuevo en septiembre.

El modelo de desarrollo sostenible que se busca a través de la misma es de gran importancia para el archipiélago dado que en este se exaltan y reconocen los factores ambientales, culturales y de desarrollo económico que convergen en un territorio. “La riqueza biológica y geográfica del archipiélago hace necesario acudir a este tipo de figuras internacionales para garantizar la protección y adecuado manejo de sus recursos”, afirmó Sintura, agregando que el propósito de los estudios es garantizar la funcionalidad de los ecosistemas y la soberanía alimentaria de su población a lo largo del tiempo.

Por Efraín Dawkins Sanmiguel / @Efrain_Dawkins

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