San Andrés, entre los más afectados por un posible racionamiento del Gas LP

El Espectador

La Asociación Colombiana del GLP, la entidad gremial que agrupa a las empresas distribuidoras del 76% de gas licuado del petróleo en Colombia, informó sobre un posible desabastecimiento y aumento en el precio del combustible, debido a la reducción en la oferta que Ecopetrol se comprometió a suministrar.

El archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina no cuenta con instalaciones de canalizado, ni un sistema que garantice el servicio de gas para la población; beneficio que poseen la mayoría de los departamentos en el país.

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Tras la notificación de la empresa petrolera, miembros que integran el sector del Gas LP no recibieron con buenos ojos la noticia de la reducción de su oferta del producto. En caso de que ocurra un inevitable racionamiento del servicio, 61.754 personas en el archipiélago colombiano terminarían afectadas, pues esta es la única alternativa con la que cuenta la población para preparar los alimentos del hogar.

El presidente de Gasnova, Alejandro Martínez Villegas, aseguró que el pasado mes de abril se envió información oficial al Ministerio de Minas y Energía, y Ecopetrol reportó una producción total disponible para la venta de 37.500 toneladas de Gas LP mensualmente. Todo marchaba bien, hasta que el 27 de noviembre, a tan solo dos días de presentar su oferta pública de cantidades, la compañía redujo la cantidad a 32.300, restando 5,200 toneladas del combustible que se había pactado por mes.

Se estima que el efecto de la medida se sienta durante el primer semestre del 2019. En resumidas cuentas, si aumenta la importación del gas licuado de petróleo, se presentará un incremento en los precios del combustible. En caso de que no, el racionamiento sería la única opción. La decisión afectaría específicamente a los 12 millones de personas que utilizan el servicio en Colombia y a los usuarios de los estratos 1 y 2.

“Después de evaluar diferentes alternativas, se estima que la actual capacidad de importación del sector privado sería de 6.500 toneladas, lo cual mantendría un desabastecimiento de 4.625 promedio mensual”, dijo Martínez.

Lo más preocupante es la carencia de alternativas para abastecer este déficit. El problema mermaría en caso de que surja una eventual importación por parte de Ecopetrol. Pero, hasta el momento, lo único seguro para el presidente de Gasnova es que el llamado racionamiento del Gas LP en Colombia está cerca.

En el caso de San Andrés, un departamento insular que padece serios problemas de sobrepoblación y cuyos habitantes en su mayoría utilizan el servicio, estaría frente a una situación sin salida. La empresa local encargada de la distribución del producto no es cumplida y, en muchos casos, los usuarios deben esperar varios días los cilindros de gas que apaciguan las necesidades del hogar. “Si a veces nos toca ir en vehículos detrás del camión para conseguir el producto, no imagino como será ahora, toca esperar”, manifestó un habitante de la isla.

Por su parte, la representante a la Cámara por San Andrés, Elizabeth Jay-Pang Díaz manifestó su preocupación por las denuncias de la ciudadanía del territorio insular sobre posibles desabastecimientos de Gas Licuado de Petróleo para el 2019: "un desabastecimiento de gas propano para las islas, o un aumento en las tarifas de este combustible, sería un atentado contra la competitividad del sector turístico y comercial, así como una verdadera tragedia para las familias isleñas, que en el pasado reciente han vivido situaciones similares, especialmente el municipio de Providencia y Santa Catalina", manifestó.

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