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Por maltrato animal podrían ser investigados los dueños de una llama que murió ayer en San Gil, Santander, la cual presentaba signos de abandono y desatención como desnutrición, deshidratación, laceraciones en la piel y un golpe en el ojo izquierdo.
Así lo hizo saber el intendente de la Policía Ambiental, Carlos Ariel Mancilla Gil, quien dijo que se había entregado un informe a la Fiscalía para que investigue por maltrato animal a los propietarios de la llama, quienes habrían sido negligentes en el cuidado del mamífero.
La llama fue recogida el pasado lunes por el cuerpo de Bomberos de San Gil, luego de que recibieran una llamada anónima que indicaba que hacía tres días había un animal abandonado en una zona boscosa cercana a la cabecera municipal.
Los bomberos encontraron al animal con vida y postrado debajo de unos árboles. Según los exámenes médicos que se le hicieron a la llama antes de fallecer, el mamífero no podía moverse porque tenía las rodillas luxadas.
Además, los exámenes señalaron que la llama estaba deshidratada y desnutrida, y el veterinario que la revisó evidenció un golpe que el animal tenía en su ojo izquierdo.
La llama fue llevada el mismo lunes a la estación de Bomberos y allí recibió atención veterinaria. Sin embargo, el animal falleció ayer, 2 de julio, a las ocho de la mañana tras sufrir convulsiones y un paro respiratorio, producto del delicado estado de salud en el que se encontraba.
"El animal se encontraba bastante enfermo, (…) Lo valoró un veterinario, recibió medicamentos y lo cuidamos para que se recuperará, pero lamentablemente a las 8 a. m. tuvo convulsiones y muere por un paro respiratorio", señaló el capitán Wilson Velázquez, comandante del cuerpo de Bomberos de San Gil.
Al parecer, el animal fue abandonado por sus dueños luego de caer a una quebrada cercana al lugar donde lo encontraron los bomberos. Los vecinos habrían ayudado a los propietarios a sacar a la llama de la quebrada, pero “no se evidenció que la intentaran transportar hacía algún centro asistencial veterinario”, dijo Velásquez.
La negligencia de los dueños para asistir adecuadamente al animal sería el motivo para que sean investigados por maltrato animal, un delito que en Colombia puede acarrear hasta tres años de cárcel.