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Continúa la violencia en el municipio de Roberto Payán, en Nariño. Centenares de familias desplazadas por enfrentamientos entre disidentes de las FARC de los Frente Oliver Sinisterra y Frente 30 Alfonso Cano que se disputan la zona que es un corredor estratégico hacia el Pacífico.
Desde el pasado viernes 5 de mayo han llegado a la cabecera municipal alrededor de 563 familias, más de 1000 personas, desplazadas por enfrentamientos entre distintos grupos armados en las zonas del río Ispi, Pirí Las Delicias, Gialpí Catalina, La Sirena y Palo Seco.
El censo tiene corte del lunes 10 de mayo, y aún falta contabilizar 168 familias que llegaron en las últimas horas, por lo que estas cifras aumentarán en los próximos días.
Según el alcalde, Juan Carlos Sinisterra, los enfrentamientos comenzaron hace aproximadamente 7 días y desde entonces empezó el desplazamiento de los habitantes de estas poblaciones.
Las familias que están llegando desde las distintas zonas del municipio se están concentrando en el albergue municipal y la sede educativa Andrés Bello, habilitada para esto.
La administración municipal paga el servicio de alimentación y salud. Sin embargo, por la situación que enfrenta el país con las manifestaciones que se viven desde el 28 de abril, el municipio experimenta un gran desabastecimiento de alimentos, gasolina y ACPM. Por las vías cerradas se ha hecho difícil el ingreso de la ayuda humanitaria.
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“Como municipio tenemos una situación bien difícil que nos está tocando afrontar y la verdad se nos está saliendo de las manos”, dijo el alcalde.
El secretario de gobierno, John James Angulo, dice que ya se están quedando sin alimentos e insumos médicos para atender a las familias que han llegado hacia el municipio.
La pandemia causada por el Covid-19 ha complicado la situación. Por la cantidad de personas que se encuentran ahora mismo en el albergue, a la administración se le ha hecho difícil garantizar los protocolos de bioseguridad requeridos para evitar la propagación del virus.
“Cuando hacemos reuniones con ellos, se les entrega su gel, su tapabocas, para en ese momento evitar que los contagios se aumenten”, dijo el secretario de gobierno.
“Lo que más nos preocupa de esto es que sabemos cuándo inició pero no sabemos cuándo vaya a terminar”, aseguró el alcalde. Los enfrentamientos este año han sido constantes y la población vive en una constante zozobra.
Por su ubicación estratégica para el transporte de drogas ilícitas, Roberto Payán históricamente ha sido una zona disputada por distintos grupos armados ilegales. Este municipio es limítrofe con Tumaco, clave para el control de la costa pacífica nariñense.
En el informe de 2019 del Observatorio de Derechos Humanos de Fundación Desarrollo y Paz, Fundepaz, se consignó que en Nariño se disputan el territorio 12 grupos armados ilegales. El número de actores armados aumentó en 2020.
En lo corrido del año se han presentado tres olas de desplazamientos en el municipio de Roberto Payán. Sin embargo, la administración departamental denuncia que la ayuda que reciben por parte del gobierno nacional no es suficiente y las familias en muchas ocasiones se ven obligadas a volver a sus territorios a pesar del peligro que representa.
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“Las personas salen desplazadas y algunos no tienen cómo sobrevivir y ponen en riesgo su vida porque yo creo que a la gente no se le puede mantener de arroz y lentejas, sino que también necesita programas productivos para poder quedarse en territorio urbano”, dijo John James Angulo, secretario de Gobierno.
Según la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, en el primer trimestre de 2021 se han registrado 5.384 personas desplazadas por la violencia en Nariño.
A nivel nacional se han reportado al menos 38.559 personas (9,312 familias) víctimas por desplazamiento y confinamiento, en los departamentos de Chocó, Valle del Cauca, Antioquia, Cauca, Nariño, Norte de Santander y Córdoba.
*Fundación Color de Colombia.