Un líder obrero que hizo historia en Santander

Jorge Santos Núñez fue presidente de la USO entre 1977 y 1985, y en 1994 senador del Moir. Se le recuerda porque en plena calentura de la era Samper, quemó una bandera de Estados Unidos en la plenaria y terminó de consumar su acción en las barras.

- Redacción Nacional
01 de abril de 2020 - 06:25 p. m.
A la izquierda Jorge Santos Núñez.  / Tomada de moir.org.co
A la izquierda Jorge Santos Núñez. / Tomada de moir.org.co

A sus 72 años, falleció este martes, 31 de marzo, en Bucaramanga, uno de los dirigentes sindicales más recordados en la historia de Colombia, en especial en el sector petrolero: Jorge Santos Núñez.  No solo fue el presidente de la Unión Sindical Obrera (USO) entre 1977 y 1985, sino que su liderazgo lo llevó a ser concejal de la capital santandereana y senador de la República entre 1994 y 1998, en representación de la que fue además su colectividad política de base: el Movimiento Obrero, Independiente y Revolucionario (Moir).

Nacido en Barrancabermeja (Santander) en 1947, desde muy joven se vinculó a Ecopetrol como trabajador raso. Lo hizo en calidad de soldador, oficio que había aprendido gracias a un convenio de la petrolera con el SENA. Sin embargo, desde el enclave de la producción de hidrocarburos en El Centro, comenzó a destacarse por su ascendente entre los obreros. Por esa razón, en poco tiempo entró a reforzar a la Unión Sindical Obrera, en representación del MOIR, a cuya organización se vinculó también desde sus orígenes en 1970.

Hacia 1977, durante el gobierno de Alfonso López Michelsen, se intentó promover una reforma en Ecopetrol, para que la industria petroquímica se separara de la producción misma de los hidrocarburos. En medio de los debates, se conformó un Consejo Nacional Sindical que derivó en una huelga. Aunque acababa de terminarse con éxito la negociación de un pliego de peticiones, lo cual dificultaba la realización del movimiento, se impuso la huelga y estalló el 25 de agosto de 1977. Uno de los líderes de ese momento fue Jorge Santos.

Como se lee en el libro “La historia del sindicalismo en Santander” de Rafael Serrano Prada, la huelga duró tres meses y a ella se vinculó buena parte de la población del puerto petrolero. El gobierno López, que al mismo tiempo ya vivía la calentura política que antecedió al paro cívico de septiembre de 1977, se vio forzado a designar a un alcalde militar e imponer4 el toque de queda y la ley seca. Al final, fueron despedidos 217 trabajadores de Ecopetrol, pero se logró fortalecer la unidad alrededor de la defensa de la estatal petrolera.

Un testigo de esos momentos señala que Jorge Santos Núñez fue líder de esa y otras peleas básicas del sindicalismo en la USO. Como, por ejemplo, el debate que permitió que adhiriera a la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y para que no se privatizaran algunos componentes de la producción petrolera. “Él siempre fue de la línea MOIR, pro China y antimperialista, pero de alguna manera en contra de la instrucción que siempre dio el líder de izquierda Diego Montaña Cuéllar, que controló por buen tiempo a la USO”, comentó la fuente.

En medio de esas peleas internas, la premisa de Santos siempre fue clara la búsqueda de la nacionalización del petróleo y la defensa de los trabajadores de Ecopetrol. Hasta 1985 fue el presidente de la USO, y desde esa posición vivió los días difíciles del Estatuto de Seguridad de Turbay Ayala, y las indecisiones en la era Betancur, cuando Barrancabermeja se convirtió en una de las ciudades más golpeadas por la violencia paramilitar. Cabe recordar que el primer congresista de la Unión Patriótica asesinado fue Leonardo Posada, en Barrancabermeja.

Aunque nunca dejó la actividad sindical, su ascendente político lo llevó a ser primero concejal de Bucaramanga y luego senador de la República en representación del MOIR, para el periodo 1994-1998. Es decir, le correspondió el momento en que Ernesto Samper Pizano fue presidente de Colombia y protagonizó el escándalo del proceso 8000 por la narcofinanciación de su campaña política. En ese contexto, sin ser de la línea samperista,  Santos Núñez protagonizó un hecho que dio mucho de qué hablar.

Corría el mes de marzo de 1996, el exministro de defensa Fernando Botero acababa de declarar públicamente que Samper si sabía del ingreso de dineros del narcotráfico a su campaña, y había revuelo político. Durante la discusión en el Senado para ver la manera de levantar la reserva sumarial del caso Samper, el senador Santos Núñez encarnó una singular protesta. Lo hizo contra el gobierno de Estados Unidos, al que señaló que una intromisión indebida en asuntos de Colombia, por la presión que ejercía contra Samper.

No solo fue la época de las sucesivas descertificaciones de Estados Unidos  a Colombia por su supuesta falta de colaboración en la lucha antidrogas, sino que su embajador en Bogotá, Myles Frechette, ejercía como un opositor más del gobierno. Ese día, Santos Núñez, en la plenaria del Senado, sorprendió  a propios y extraños cuando sacó una bandera de Estados Unidos y le prendió fuego. Como se armó una trifulca y varios senadores neutralizaron la acción  de Santos, éste se fue a las barras y terminó de hacer su protesta.

El hecho fue resaltado en los medios de comunicación, y mostró el carácter de Santos Núñez, quien siempre se distinguió en el Congreso y en la política por sus peleas en favor de los trabajadores. La lucha por la renegociación de deudas para proteger los ingresos de los caficultores, o sus observaciones precisas para la creación de una ley marco de hidrocarburos. Buena parte de sus experiencias quedaron consignadas en su obra “La resistencia civil en el Senado”, en la que consignó lo que significó la defensa del sindicalismo en esta época.

Este martes, en medio de la avalancha de sucesos por la pandemia mundial del coronavirus, pasó desapercibida la noticia, pero como lo registró el portal de La Bagatela, murió un hombre representativo del sindicalismo santandereano y de la USO. Además el primer barranqueño en ocupar una curul en el Congreso colombiano. Desde el Comité Ejecutivo del Partido del Trabajo de Colombia también abundan las manifestaciones de pesar pero al mismo tiempo de gratitud, por la vida y obra de este trabajador raso que llegó a ser el presidente de la USO y defensor de los obreros.

Por - Redacción Nacional

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