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“Una mujer firme todo lo puede”

La AFD (Agencia Francesa para el Desarrollo) y El Espectador quieren destacar la valiosa labor de lideresas colombianas que desde diversos campos contribuyen a la construcción de país y luchan por un mundo más solidario y justo: un mundo en común.

Mauricio Rodríguez*
21 de abril de 2021 - 02:00 a. m.
Carmen Moncada se ha dedicado al trabajo social en Colombia. / Cortesía
Carmen Moncada se ha dedicado al trabajo social en Colombia. / Cortesía
Foto: Cortesía

Carmen Moncada nació hace 38 años en Valencia (Venezuela), es nieta de colombianos que migraron a ese país, tiene dos hijas y vive en Nariño desde hace seis años. Es fisioterapeuta de profesión, pero está dedicada al trabajo social.

¿Por qué se vino a Colombia?

Por la crisis en Venezuela y motivada por una hermana que vive acá desde hace varios años. Llegué a Cúcuta en el 2016 con mi hija Virginia, que en ese entonces tenía doce años. Trabajé como obrera en una envasadora de aceite. Allá nació mi segunda hija, María Gabriela. Hace tres años nos fuimos a vivir a Yacuanquer —cerca de Pasto—, donde vive mi hermana.

¿Cuál ha sido su trabajo desde el 2018?

Me he dedicado principalmente, como voluntaria y gestora comunitaria bajo contrato, a atender las grandes necesidades de los migrantes venezolanos en Pasto. Pero al inicio, mientras me conectaba, tuve trabajos diversos para poder sostener a mis hijas: vendedora puerta a puerta de una empresa de telefonía, en una distribuidora de huevos y limpiando casas. Cuando no tenía esos trabajos esporádicos era voluntaria, por ejemplo, encargada del comité de salud de una iniciativa social en favor de los migrantes. Posteriormente fui gestora comunitaria en la Fundación Proinco, dedicada a la protección de niños, niñas y adolescentes.

¿Cuáles son sus actividades actuales?

Soy la presidenta de la Junta Directiva de Asovenar (Asociación de venezolanos en Nariño), dedicada a la ayuda humanitaria a población vulnerable (no solo migrantes, también atendemos a colombianos necesitados). Y también hago labor comunitaria en cuestiones de salud sexual y reproductiva en la Fundación María Fortaleza, que cuenta con el valioso apoyo de la AFD.

¿Cuáles han sido los atributos del liderazgo que le han permitido alcanzar sus metas?

No me gusta que me llamen líder porque conozco personas que lo único que les interesa es que las reconozcan así, mientras que a mí lo que realmente me impulsa es ejercer mi vocación de servicio. Desde los 16 años, cuando tuve mi primera experiencia como voluntaria en una tragedia provocada por un desastre natural, he querido ayudar todo lo que pueda a personas que sufren. Porque no hay nada más satisfactorio que la sonrisa de la gente agradecida por lo que uno ha hecho por ellos cuando afrontan una situación muy difícil. Para mi labor ha sido útil tener carácter, pero siempre respetando a todo el mundo, ser firme una vez que haya tomado una decisión bien pensada, y comunicar de manera clara y franca mis puntos de vista. A veces algunos confunden mi asertividad con arrogancia, pero es que si uno no defiende sus posiciones y mantiene el rumbo definido, no logra objetivos que valgan la pena.

¿Dónde aprendió las lecciones más valiosas de su vida?

En mi familia: mi abuela, prácticamente sola, crió a doce hijos; y mi madre, con gran esfuerzo (porque mi padre murió cuando yo tenía doce años), nos sacó adelante a mis tres hermanas y a mí. Aprendí de ellas que cuando una mujer se propone algo con convicción es capaz de todo.

¿Ha sido víctima de algún tipo de discriminación por ser mujer y venezolana?

No, porque yo proyecto seguridad y eso evita que abusen de uno. Es muy importante para todas las personas tener autoestima y confianza en sí mismas, porque eso se irradia y los demás se dan cuenta de que no pueden maltratarlas.

¿Cuál es su sueño?

Como es apenas natural, muchos migrantes quisiéramos volver a Venezuela. Pero hay que ser realistas, creo que pasará mucho tiempo antes de que podamos regresar. Yo les aconsejo a mis compatriotas radicados en Colombia que piensen y actúen en función de lograr una estabilidad acá.

¿Qué mensajes especiales quiere darle a la comunidad?

A la sociedad entera le pido que seamos más tolerantes. Que respetemos nuestras diferencias en todo: las ideas, la cultura, la forma de ser. Nada más importante que el respeto mutuo, esa es la base para construir un mejor futuro para todos. A los colombianos les pido, por favor, no estigmatizar a los migrantes venezolanos, como lamentablemente lo han hecho algunos al llamarnos delincuentes, generalizando injustamente la conducta de unos pocos. Y a las agencias de desarrollo, de la cooperación internacional, cuyo aporte a solucionar la crisis humanitaria provocada por la migración ha sido crucial, les pido que, además de su colaboración atendiendo emergencias, hagan más proyectos de integración social, económica y cultural entre venezolanos y colombianos.

*Profesor de liderazgo, Universidad Externado.

Por Mauricio Rodríguez*

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Berta(2263)21 de abril de 2021 - 10:21 a. m.
¿“Una mujer firme todo lo puede”? Pregunto: ¿No es esta una frase mal redactada?
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