:format(jpeg)/www.elespectador.comhttp://thumbor-prod-us-east-1.photo.aws.arc.pub/fia5r4w-TvXUNL8nXNhErkzpp28=/arc-anglerfish-arc2-prod-elespectador/public/X2WXZF2ERRGDTHZB22YQ7UOBPU.jpg)
Más de 500 pieles de animales silvestres y exóticos y, al menos, 100 artículos de marroquinería fabricados con estos insumos, fueron incautados por la Policía Ambiental y el Departamento de Gestión del Medio Ambiente de Cali (Dagma), al interior de una residencia ubicada en el barrio El Refugio, en el sur de la ciudad.
Una llamada anónima a la línea de emergencias 123 de la Policía Nacional, alertó a las autoridades sobre la fabricación y comercialización de bolsos, correas, zapatos y otros accesorios, en el interior de una vivienda de la capital del Valle del Cauca.
Como respuesta, uniformados del Grupo de Protección Animal y Ecológica de la Policía Ambiental, junto con funcionarios del Dagma, llegaron hasta el lugar donde residía un hombre de nacionalidad argentina quien se vio sorprendido por la visita de las autoridades y, con toda disposición, permitió que se relizaran las requisas correspondientes.
“Él en ningún momento puso resistencia y fue muy amable. Desafortunadamente, no conocía la normatividad colombiana entonces nos preguntaba por qué en otros países de Suramérica sí le permitían comercializar las pieles sin ningún problema y en Colombia habían restricciones”, explicó Andrés Posada, jefe del Grupo de Fauna Silvestre del Dagma.
En este lugar se contabilizaron 49 bolsos de piel de babilla, dos bolsos con plumas de aves, cinco bolsos de avestruz, 35 bolsos de pitón, un par de zapatos para dama hechos con piel de pitón, cuatro cinturones con herraje de piel de babilla, 27 pieles de conejo sin salvó conducto, 10 pieles completas de pitón, dos pieles completas de anaconda, dos pieles completas de avestruz, 53 retazos de piel de avestruz, 62 retazos de conejo, 203 retazos de piel de pitón y 201 escamas de pirarucú.
El hombre, que no presentó ninguna documentación que certificara la proveniencia de los animales sacrificados para este fin, fue puesto a disposición de la Fiscalía General que abrirá una investigación por el delito de aprovechamiento de los recursos naturales. Mientras dura el proceso jurídico, la mercancía permanecerá en custodia del Dagma para que, posteriormente, sea destruida.
El intendente jefe de la Policía Ambiental de Cali, Eliécer Zorrilla, afirmó que extraer animales del ecosistema interrumpe la cadena alimenticia y ocasiona un daño irreversible. “Si estos animales se hubiesen capturado vivos habría la posibilidad de devolverlos a su hábitat natural, pero se trata de productos y subproductos que terminarán destruidos. La ciudadanía debe aprender a respetar la fauna silvestre”.
Entre tanto, el funcionario del Dagma recordó a los ciudadanos que está prohibida la comercialización y tenencia de animales silvestres. Además, invitó a los caleños para que se comprometan a denunciar las situaciones que acaban con el patrimonio natural.
Cabe resaltar que, aunque el artículo 31 de la Ley 84 de 1989 estipula que "queda prohibida la caza de animales silvestres, bravíos o salvajes con fines comerciales. Igualmente es ilícito el comercio de sus pieles, corazas, plumajes o cualquier otra parte o producto de los mismos", este ordenamiento fue posteriormente derogado por el artículo 28 de la Ley 611 del 2000 que " tiene por objeto regular el manejo sostenible de la fauna silvestre y acuática, y el aprovechamiento de las mismas y de sus productos, el cual se podrá efectuar a través de cosecha directa del medio o de zoocría de ciclo cerrado y/o abierto".
La piel animal que cubre el mundo
Según cifras de animanaturalis.org, en cuanto a las pieles, cada año la industria cobra la vida de 20 millones de animales salvajes cazados en trampas y de 40 millones de animales criados en granjas. La mayoría de las granjas de pieles se encuentran en Europa: son 6.000 en total.
Estados Unidos es el mayor exportador de pieles, y los mercados de transa internacional más importantes están en Canadá, Europa y Asia, donde China se configura como potencia emergente en la crianza, producción y exportación de pieles. Las casas de subasta de pieles más importantes del mundo están en Copenhague (Dinamarca), Helsinki (Suecia), Oslo (Noruega), San Petersburgo (Rusia), Seattle (EE. UU.) y Toronto (Canadá).
Si bien las ventas mundiales decayeron en la década de los '80 y '90, desde el nuevo milenio se han elevado a récords altísimos, principalmente por las nuevas técnicas de trabajo de las pieles, la cantidad de diseñadores apostando por su uso y la gran producción de China y Rusia. Esto ha abaratado el costo de las prendas completas de piel, o las que llevan complementos de piel.