El Magazín Cultural

Yesenia Valencia: “SmartFilms sigue. Decidí no dejarme paralizar”

Yesenia Valencia, actriz y CEO de este festival de cine, cuenta cómo se reinventó el evento por la actual crisis y explica cómo superó el miedo a los cambios que ha tenido que enfrentar.

Laura Camila Arévalo Domínguez - Twitter: @lauracamilaad
29 de abril de 2020 - 11:00 p. m.
Yesenia Valencia, CEO de Smart Films /
Yesenia Valencia, CEO de Smart Films /

¿Qué pasará con SmartFilms este año?

Yo creía que ya todo lo había vivido con SmartFilms. A este festival le debo todas mis canas. Solo por ponerte un ejemplo: traer a Oliver Stone fue una de las cosas más estresantes, y pensé que ese había sido el nivel más alto, pero me llegó el coronavirus. Estoy en un nuevo nivel. Este festival ha sido muy bendecido por todo el componente digital que tiene, sobre todo porque el gran protagonista es un elemento que está a la mano de cualquier persona: el celular. La otra gran ventaja es que son formatos cortos. Por ejemplo, la categoría profesional es de siete minutos. Lo que sí nos sorprendió este año es que, claro, al ser tan digitales queríamos que las personas vivieran la experiencia. Teníamos partes muy experimentales comenzando por nuestro lanzamiento que esperaba 1.000 personas, tenía comida, medios de comunicación, famosos, alfombra roja y agendas académicas. Para este año tuvimos que pensar en la manera de llevar todo eso a un formato distinto.

¿Qué le disgusta de ese cambio de formato? ¿Cuál es el mayor cambio al que tendrán que acomodarse?

Hay una palabrita que ahora está sonando mucho, pero que a mí ya me tiene cansada. Ya me sabe a cacho. Cuando te dicen tanto que debes “reinventarte”, te pasa derecho si no es contigo el asunto, pero a nosotros sí nos tocó. Toda esa experiencia en la que nos abrazábamos y vivíamos esta gran fiesta en persona, tuvimos que modificarla, además de que no queríamos perder toda la fuerza y la magia con la que ya habíamos logrado que comenzaran las ediciones de los festivales pasados. Este será el primer lanzamiento digital de SmartFilms en seis años. Tenemos muchas dudas: ¿cómo vamos a enfrentarlo?, ¿cómo lo va a tomar la gente? Por ejemplo, para ir al lanzamiento la gente debía inscribirse: solo cabían 1.000 personas en el auditorio. Este año queríamos que se hiciera lo mismo, que no se perdiera el paso de la inscripción, porque de todas formas había una serie de estaciones que las personas hacían para llegar al gran momento. Lo invitamos a leer: El arte: retrato y refugio de la pandemia

¿Cuáles son las categorías que se lanzarán este jueves?

Juvenil Cafam, para jóvenes entre 12 y 17 años; Aficionado Lenovo, para mayores de 18 años; Profesional Motorola, para personas que manejan estándares de calidad más exigentes, y a las que se les evalúan con más rigor asuntos como el guion, la actuación y la fotografía y, por último, este año tendremos la categoría Filminuto horizontal, de la Secretaría de Desarrollo Económico, donde el foco serán los emprendimientos en Bogotá. Los emprendedores están atravesando uno de los momentos más difíciles. Los peluqueros, zapateros, artesanos, etc., se estrellaron con la palabra “reinvéntese” y entiendo que no es fácil migrar de un mundo en el que las personas llegaban a la puerta, a entender que ahora deben comenzar a hacer videos, tomar fotos y manejar redes. Esta categoría será para los que se animen a contarnos cómo se reinventaron en estos momentos.

El Espectador patrocina una subcategoría para estimular a los jóvenes a que realicen documentales, pero es relativamente reciente.  ¿Qué tantos documentales llegan al festival? ¿Es equiparable al número de argumentales que se presentan? 

A todas las categorías que te mencioné nos comenzaron a llegar documentales. Cuando esto pasó, mi esposo me sugirió abrir una subcategoría documental donde estos productos compitieran entre ellos. Me dijo que si no lo hacía, se me iban a morir los documentales en el festival, porque iba a ser muy difícil que un documental le ganara a un argumental. Por esta razón, nos aliamos con el periódico para que hubiese un espacio especial para estos productos y además para que fuese trasversal, es decir, para que todas las personas, sin importar la edad, pudieran participar. Hace cuatro años que El Espectador apadrina esta categoría para estimular a los jóvenes a que hagan documentales.

La plataforma académica (www.smartfilmsclass.com) en la que estaban trabajando y tuvieron que lanzar antes de lo previsto, será una de las novedades que anunciarán hoy, ¿en qué consistirá?

Antes nos íbamos a colegios y universidades a dictar talleres sobre cómo hacer cine con el celular: este año será digital. Habrá clases de guion con Mauricio Navas; gestión cultural con Santiago Trujillo, el decano de la Universidad Jorge Tadeo Lozano; realización de cine con celulares, con Andrés Valencia, y actuación conmigo. Antes se capacitaban 100 alumnos presencialmente, ahora vamos a hacer exactamente lo mismo por Zoom. El hecho de que sea digital nos permitirá tener invitados muy importantes como Gustavo Brunser, director de Adobe en Latinoamérica y Marcela Citterio, libretista de Patito feo y Chica vampiro.

En SmartFilms hay otro momento muy importante: el marco del Festival. Los congresos, foros, estrenos de los cortos en salas de cine y las premiaciones. Estos eventos, generalmente, se realizan en septiembre, ¿ya decidieron cómo los harán este año?

Sí se realizarán, pero no sé si se harán presencialmente. Quiero tomar la decisión en julio. Creo en los milagros.

Hablemos sobre su fe en los milagros y la forma en la que está afrontando esta crisis...

Estoy muy positiva. Creo que este es un año para madurar. El mundo cambió. Este alto en el camino es de mucha reflexión y nos está faltando pensar. Estamos demasiado aturdidos. La prioridad es sobrevivir, pero la salud mental está totalmente abandonada. Cuando todo esto estalló tuve mucho miedo, pero decidí no dejarme paralizar.

¿Cómo salió de la parálisis?

Cuando estaba pequeña mi papá me dijo: “Mija, lo que usted no pueda hacer por usted, nadie lo va hacer”. Primero pensé: ¡juepucha, el flujo de caja!, y luego caí en cuenta de que nunca había tenido flujo de caja. Los bancos solo me han prestado cuando he tenido plata, así que no veo la diferencia. Reuní a mi equipo porque, claro, tengo problemas económicos: es la primera vez que no pude pagar nómina. Los patrocinadores me dijeron: “vamos con usted, pero le pagamos en el segundo semestre”. Les pregunté a las personas que trabajaban conmigo qué íbamos a hacer, qué ideas tenían, y no te imaginas la fuerza que me dieron. Somos más o menos 40 personas entre Colombia y México: todos me dijeron que no había problema, que íbamos para adelante. Me alimentaron de una fuerza que no es económica ni asistencialista, sino emocional. Esa es la que es capaz de cambiar cosas. La esperanza y la capacidad de resolver lo que a uno se le presente, de adueñarse de la propia circunstancia. Hoy le dije a mi financiero: te quitas ya el miedo. No más miedo.

El sector cultural siempre ha tenido que sobrevivir en medio de la carencia. Muchos dicen que será imposible recuperarse de esta crisis. ¿Usted qué cree?

Creo que los artistas tenemos que convertirnos en una industria. Si no lo hacemos, nos va a seguir pasando lo de ahora, y es que será más fácil desaparecer. Los otros sectores nunca han tenido los bolsillos tan vacíos como nosotros. Soy actriz, bailarina, cantante y no sé vender nada más, no sé hacer nada más, así que quiero vivir de esto y hacerlo bien. SmartFilms se montó con ese objetivo: ser monetizable. Creo que tenemos que unirnos y lograr estrategias para que el arte sea tan importante como en Alemania. No solo de pan vive el hombre. Tenemos que comunicar bienestar.

Por Laura Camila Arévalo Domínguez - Twitter: @lauracamilaad

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