Los viejos
Se dice que “nunca es tarde para aprender” pero igualmente se oye que “loro viejo no aprende a hablar”, ¿cuál de los dos dichos tiene la razón? (MANUSETT, Bogotá).
Manuel Drezner
Como los que saben de loros afirman que un loro puede aprender a imitar sonidos nuevos hasta el día de su muerte, mientras no haya ensordecido, es claro que hasta los loros viejos aprenden a hablar y aquí se desbarata otro ejemplo de la sabiduría popular. En cuanto a que nunca es tarde para aprender, no veo por que el lector duda de esa afirmación. Si uno tiene la voluntad de aprender puede hacerlo a cualquier edad, otra vez, si no hay limitación física que lo impida. Tal vez no crea que para un loro llega el momento de ser tarde para aprender, posiblemente por aburrición con respecto a las sandeces que intentan enseñarle, pero lo sorprendente es como el lector puede mezclar dos dichos que si se mira bien, nada tienen que ver el uno con el otro.
Fanny
La nunca bien llorada Fanny Mikey si fue una excelente organizadora de eventos culturales y una actriz de mérito, ¿pero cuál es el ejemplo de ella que todos los que han escrito afirman que se debe seguir? (ISOLDA DE R., Bogotá)
Fanny dejó muchos ejemplos que bien se debieran seguir y el mundo de la cultura sería mucho mejor si otros la imitaran. Para citar algunos: ella trabajaba no para enaltecerse ella sino para lograr resultados. Su nombre, si aparecía del todo en los programas, era en un tipo de letra pequeño y modesto. Fanny respetaba el parecer de los otros y no se sentía personalmente insultada si a un comentarista no le gustaba algo, y no pasaba por el ridículo de ponerse furiosa con todos los que no dijeran que lo que hacía era maravilloso, divino, único, etc. Fanny tenía la virtud de no pelearse con todo el mundo. Buscó enaltecer al artista nacional y no traer de fuera hasta al último partiquino. Escuchaba consejos, así no los siguiera necesariamente y buscaba asesores que no tenían que decirle necesariamente si a todo. Y los resultados que lograba eran notables sin que en su medio siglo de dirección cultural aceptara la mediocridad como única forma de salir del paso. Si, Fanny hará falta pero su labor no habrá sido en vano si su ejemplo se sigue.
Como los que saben de loros afirman que un loro puede aprender a imitar sonidos nuevos hasta el día de su muerte, mientras no haya ensordecido, es claro que hasta los loros viejos aprenden a hablar y aquí se desbarata otro ejemplo de la sabiduría popular. En cuanto a que nunca es tarde para aprender, no veo por que el lector duda de esa afirmación. Si uno tiene la voluntad de aprender puede hacerlo a cualquier edad, otra vez, si no hay limitación física que lo impida. Tal vez no crea que para un loro llega el momento de ser tarde para aprender, posiblemente por aburrición con respecto a las sandeces que intentan enseñarle, pero lo sorprendente es como el lector puede mezclar dos dichos que si se mira bien, nada tienen que ver el uno con el otro.
Fanny
La nunca bien llorada Fanny Mikey si fue una excelente organizadora de eventos culturales y una actriz de mérito, ¿pero cuál es el ejemplo de ella que todos los que han escrito afirman que se debe seguir? (ISOLDA DE R., Bogotá)
Fanny dejó muchos ejemplos que bien se debieran seguir y el mundo de la cultura sería mucho mejor si otros la imitaran. Para citar algunos: ella trabajaba no para enaltecerse ella sino para lograr resultados. Su nombre, si aparecía del todo en los programas, era en un tipo de letra pequeño y modesto. Fanny respetaba el parecer de los otros y no se sentía personalmente insultada si a un comentarista no le gustaba algo, y no pasaba por el ridículo de ponerse furiosa con todos los que no dijeran que lo que hacía era maravilloso, divino, único, etc. Fanny tenía la virtud de no pelearse con todo el mundo. Buscó enaltecer al artista nacional y no traer de fuera hasta al último partiquino. Escuchaba consejos, así no los siguiera necesariamente y buscaba asesores que no tenían que decirle necesariamente si a todo. Y los resultados que lograba eran notables sin que en su medio siglo de dirección cultural aceptara la mediocridad como única forma de salir del paso. Si, Fanny hará falta pero su labor no habrá sido en vano si su ejemplo se sigue.