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La carrera para las elecciones regionales empezó oficialmente. Esta semana entró a regir la Ley de Garantías y, con ella, se activó la cuenta regresiva del calendario electoral. Durante este mes los partidos deben entregar los avales e inscribir candidatos, eso sí, con la posibilidad, solo hasta el 4 de agosto, de declinar candidaturas para endosar apoyos. Al menos 130.000 personas postularán sus nombres para gobernar municipios y departamentos, pero, sin duda, el mundo político se vuelca en una lucha frenética por el segundo cargo político más importante del país: la Alcaldía de Bogotá.
La capital tiene casi 8 millones de habitantes, la proyección del censo electoral es de poco más de 5’800.000 personas habilitadas para votar, sin embargo, históricamente el abstencionismo ronda el 49 %, es decir, poco más de 2’800.000 acuden a las urnas para definir el destino de la ciudad. Hasta el momento son 10 los aspirantes a reemplazar a Enrique Peñalosa en el Palacio Liévano, pero en los corrillos políticos todo el mundo habla de que solo hay dos candidatos con posibilidades: Claudia López y Carlos Fernando Galán. En ese pragmatismo electoral se inició el período decisivo en la disputa del poder: el juego de consolidar las alianzas.
Lo tienen claro los aspirantes, por eso la candidata de la Alianza Verde ha venido construyendo un espacio de convergencia de la denominada centroizquierda, en el que participan Celio Nieves (Polo Democrático), Jorge Rojas (por firmas) y Luis Ernesto Gómez (por firmas). El único candidato de este sector que está por fuera es el concejal Hollman Morris (Mais), quien se marginó argumentando que el único camino de unión pasa por comprometerse con el metro subterráneo. Un tema sensible para quienes quieren llevar las banderas del petrismo, pues para el exalcalde de Bogotá cualquier proyecto de unidad requiere un acuerdo en esta materia. “Hasta que no haya un acuerdo programático que garantice que la seguridad en Bogotá pase por la inclusión de toda la juventud popular a la educación superior pública y que la movilidad pase por el metro de alta capacidad, Colombia Humana no participa aún de ninguna coalición”, señaló el senador Gustavo Petro.
Con un ingrediente adicional, el excandidato presidencial aún guarda la esperanza de contar con la candidatura de Ángela María Robledo, quien dejó su curul en la Cámara de Representantes por una decisión del Consejo de Estado. La semana pasada Robledo presentó un recurso para revertir el fallo, y en parte de lo que defina la justicia, dependerá la suerte de la mujer fuerte del petrismo. Sin embargo, quienes conocen a Robledo saben que ha estado muy cercana al proceso de unidad en torno a Claudia López y que no está dispuesta a promover divisiones. Eso sí, mientras las banderas de Petro se vean reflejadas en la campaña. “Hay una conversación pendiente entre Petro y Claudia sobre los temas por los que pasa el apoyo de la Colombia Humana y eso, indiscutiblemente, tiene que ver con el metro. Ya hay acuerdos en temas de educación, salud y territorio, pero lo del metro es fundamental”, explicó una fuente del petrismo.
Desde la orilla de la candidata de la Alianza Verde, toda la energía está puesta en conseguir el acuerdo programático, en especial porque el apoyo de la Colombia Humana es decisivo. “El año pasado probamos que las candidaturas alternativas, de la ciudadanía, somos mayoría. Si bien este escenario es distinto, hay una decisión de hacer todo el esfuerzo para consolidar las mayorías ciudadanas, pues una división podría ser muy costosa en un escenario en el que la derecha, como lo hace en general, llegará unida a las urnas. El acuerdo va muy avanzado con Rojas, el concejal Celio Nieves y el exviceministro Gómez, falta sintonizarnos con la gente de Colombia Humana. Petro ha dicho que él no tiene candidato, pero ha pedido que no se vete a Hollman, quien se salió del trabajo voluntariamente y, la verdad, no es muy extrañado”, detalló una fuente cercana a la exfórmula vicepresidencial de Sergio Fajardo.
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Las encuestas marcan una ventaja de López, seguida por el exsenador Carlos Fernando Galán, quien viene subiendo en las mediciones, pero no la tiene nada fácil. Y es que Galán está parado en el parteaguas. Por un lado, la centroderecha le hace guiños para que tienda puentes con el exsecretario de Peñalosa, Miguel Uribe (avalado por el Partido Liberal) y la concejal Ángela Garzón (Centro Democrático). Y por el otro, algunos asesores de campaña le recomiendan mantenerse en una opción de centro donde quepan los exalcaldes de Bogotá Luis Eduardo Garzón y Clara López, esta última aún sin definir si se lanzará a la contienda.
“Galán está en un escenario muy complicado, pues aceptar una coalición con Uribe y Garzón implica dejar de lado las peleas públicas que ha sostenido, junto a su hermano Juan Manuel, con los expresidentes Álvaro Uribe y César Gaviria; pero, indudablemente, Galán terminará obligado a tragarse el sapo y convertirse en el candidato de los partidos tradicionales: la U, el Liberal y Cambio Radical. De este último partido salió dando un portazo por no compartir la decisión de su partido de apoyar a Iván Duque en la segunda vuelta presidencial”, señaló un destacado político capitalino. “Gaviria, Vargas y Uribe tienen el propósito de tener un entendimiento para sacar un candidato que enfrente a Claudia. Uribe dice que, en últimas, Carlos Fernando no ha peleado con él, sino que fue Juan Manuel, y que lo importante no es quién sea el candidato, sino enfrentar a la izquierda”, aseguró otra fuente.
Por los lados del Partido Liberal es claro que la candidatura de Miguel Uribe es un experimento para negociar el apoyo. Los concejales de la colectividad no ven con malos ojos que, eventualmente, se selle una alianza con la candidata uribista, a pesar de las posturas políticas que defiende la colectividad roja, opuestas a la derecha extrema que caracteriza al Centro Democrático. Por eso, pese a la postura oficial de los “rojos”, hay voces que manifiestan su inconformismo con los acercamientos Uribe-Garzón. “Que Miguel Uribe defina una coalición de derecha, como la que haría con Ángela, sería mortal para nosotros”, confesó una importante voz del partido. Sin embargo, dudan de que el candidato se mantenga hasta el final por las pocas probabilidades de triunfo que le dan las encuestas. “Si no despega, nos sirve como arma de negociación con Galán. Petro fue alcalde por la división entre Gina Parody, David Luna y Peñalosa, y no podemos repetir la historia. Tengo el temor de que Carlos Fernando y Juan Manuel están muy duros con Gaviria por las diferencias que se presentaron, y el mismo expresidente no está cómodo”, comentó otra voz liberal.
En el MIRA, en donde dicen tener una votación de 150.000 en Bogotá, aún no se decide el apoyo y en las próximas semanas esperan reunirse con algunos candidatos para conocer propuestas, sin embargo, les suena Carlos Fernando Galán e, incluso, el exministro Luna, quien podría anunciar su candidatura en futuro cercano. En ese partido está claro que la pelea es contra Claudia López y son conscientes de que desde el otro espectro político se debe trabajar en una candidatura que le pueda hacer contrapeso, viendo que la alianza Ángela Garzón-Miguel Uribe aún no rompe el umbral del 10 % en las encuestas de opinión.
El presidente del Partido Conservador, Ómar Yepes, por su lado, insiste en que la colectividad no puede seguir marginada de ningún proceso electoral a punta de alianzas y sin tener un candidato propio. Por eso ha insistido a varios políticos afines al conservatismo a que postulen sus nombres para hacerse con la Alcaldía de Bogotá. Es el caso del exembajador de Colombia en Washington Juan Carlos Pinzón, a quien contactó para que emprendiera la carrera regional de octubre, pero este declinó, al parecer, por motivos personales. Pero también “porque quiere jugar en la política nacional”, señaló Yepes. Otros nombres que tuvo en cuenta, pero que tampoco aceptaron, son Diego Arango Osorio, exgerente del canal de televisión Teleamiga; el exministro Eduardo Pizano, y el excongresista Miguel Gómez Martínez.
Por eso el plan B es claro: si al cierre de inscripción de candidaturas -cuyo plazo vence el próximo 27 de julio- no hay candidato propio, habrá alianzas con sectores afines al partido. “Hemos conversado con Ángela Garzón y con Miguel Uribe para llegar a un consenso alrededor de uno de los dos”, agregó Yepes. Eso sí, el político caldense no cerró puertas a otras candidaturas, como la del propio Carlos Fernando Galán. “Lo único que tengo por decir es que el Partido Conservador, de no tener candidato, deberá estar en una alianza que pueda enfrentar a la izquierda bogotana, con fuerzas tradicionales que representen la centroderecha del país y, en este caso, de la capital”.
Así las cosas, son muchos los aspirantes, pero dos los más opcionados. En cualquier caso, es evidente que el factor alianzas será definitivo en esta carrera por la joya de la corona en las elecciones de octubre. El inicio podría marcar el final y, a medida que avanza la contienda, el escenario podría ser una réplica de las elecciones presidenciales de 2018: los partidos tradicionales unidos en torno a un candidato de la derecha que les haga contrapeso a las fuerzas alternativas. Como dice el refrán popular, por el desayuno se sabe cómo será la cena.