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Análisis: ELN de hoy es más fuerte que al inicio del presidente Iván Duque

En analista Luis Eduardo Celis advierte por el ejercicio de Estado paralelo que realiza la guerrilla en 140 municipios y aboga por un gobierno con voluntad de diálogo.

Luis Eduardo Celis/Análisis especial para El Espectador
17 de enero de 2021 - 05:24 p. m.
Si bien la guerrilla ha recibido golpes como las muertes de Uriel, Gallero y Samuel, Celis advierte que ello "no va a marcar mayor diferencia en una estructura con una capacidad de asimilarlos". /Archivo AFP
Si bien la guerrilla ha recibido golpes como las muertes de Uriel, Gallero y Samuel, Celis advierte que ello "no va a marcar mayor diferencia en una estructura con una capacidad de asimilarlos". /Archivo AFP

Hace dos años el ELN atacó la Escuela General Santander de la Policía Nacional, causando más de veinte muertos y sesenta heridos, en su gran mayoría jóvenes que acababan de ingresar para formarse como policiales, un hecho que tuvo el más amplio repudio nacional e internacional.

Lea también: A dos años del atentado a la Escuela de Cadetes, Duque insiste en pedir extradición de cabecillas del ELN

El presidente Iván Duque, al igual que todos los presidentes que lo han antecedido, ha prometido la derrota del ELN y su persecución decidida. Puede que en lo segundo estén aplicados, pero la derrota del ELN no se ve por ninguna parte, ahí siguen, actuando y estando presentes en la vida del país, como una pequeña fuerza que este Estado no puede controlar.

En estos días, veintitrés parlamentarios le han pedido nuevamente al presidente Iván Duque que retome los diálogos con el ELN, lo cual siendo una necesidad para avanzar en superar ese viejo alzamiento armado. No se ve viable, ni el Gobierno tiene interés en unas negociaciones con el ELN, ni el ELN tiene interés en un proceso que le ponga condiciones unilaterales –por más sensatas que sean– con un Gobierno tan desprestigiado y que está en su recta final.

El ELN de hoy es más fuerte que al inició del gobierno actual. Aprovechó la salida de las Farc de muchos territorios y tuvo tiempo desde 2014, cuando ya era evidente que la gran mayoría de las Farc iban a un acuerdo de paz, para preparar una pequeña expansión que tuvo lugar en Chocó, Cauca y Nariño de manera importante y le permitió reacomodos en Catatumbo, Arauca y el Magdalena Medio.

El ELN es una pequeña fuerza militar, no es una amenaza enorme que esté afectando de manera importante al Estado colombiano en su ordenamiento institucional, por esta misma realidad el poder central se desentiende de esta situación, pero el ELN sí es un factor de perturbación importante en los 140 municipios donde hoy permanece y hace las labores básicas del Estado a su manera: justicia, seguridad y tributación, lo cual es una situación plenamente anómala que un Estado serio y responsable con sus ciudadanos no debería pasar por alto.

En los últimos dos años el ELN sostiene unos 25 enfrentamientos directos con la Fuerza Pública por año, realizó un paro armado en febrero del año pasado, cuando efectuó unas 30 acciones, fundamentalmente de sabotaje a la movilidad, su actuación produjo 40 muertes en 2019 y el mismo número en 2020, entre los cuales se encuentran civiles y sigue afectando los oleoductos Caño Limón-Coveñas y transandino, los cuales son atacados unas 20 veces por año.

De los procesos más importantes en los que se haya involucrado el ELN en los últimos dos años están: su guerra con los “Pelusos” en el Catatumbo, la cual ha ganado, al igual que con “Los Rastrojos”. De estas confrontaciones que ha librado con refuerzos de Arauca y el Frente Urbano, ha logrado consolidar su presencia en nuevos territorios, entre ellos el área rural de Cúcuta y su área metropolitana, lo cual no es un tema menor. Ha consolidado su presencia en la frontera con Venezuela y se ha expandido en este país, igualmente ha tratado de ganar espacio en el atrato chocoano lo cual le ha implicado confrontarse con el Clan del Golfo, sin buenos resultados y ha ganado espacios en Nariño y Cauca, no si enfrentarse a disidentes de las Farc y otras estructuras, pero de conjunto el balance no le es desfavorable, contando hoy con más efectivos y más recursos si se le compara con 2018.

De los golpes importantes recibidos por el ELN en los dos últimos años están las muertes de Uriel, Gallero y Samuel, sin duda cuadros importantes, pero estos golpes no van a marcar mayor diferencia en una estructura con una capacidad de asimilarlos.

Una pequeña fuerza como lo es el ELN, tiene impacto en la política regional como lo hemos visto esta semana cuando el gobierno Trump incluyó a Cuba en la lista de países que apoyan el terrorismo y entre las razones que aduce esta la presencia de la delegación del ELN que permanece en este país a la espera que se cumpla el protocolo de ruptura que el gobierno del presidente Duque desconoce, igualmente cuando se habla de la crisis en Venezuela, sale a relucir la presencia del ELN en este país. Esperemos que la administración del presidente Biden haga cambios en su relacionamiento con Cuba y se reconozca su compromiso y protagonismo con la paz, al igual que se pueda encausar un dialogo político en Venezuela, todo ello ayudaría en un futuro proceso de paz con el ELN.

El gobierno del presidente Duque está en su recta final y no se vislumbra un escenario de diálogos y negociaciones. Desafortunadamente, esta resistencia armada y el ejercicio de Estado paralelo que realiza el ELN en 140 municipios es un reto que permanece vigente, para lo cual se requiere un gobierno que quiera resolverlo en una mesa de diálogos y negociaciones y un ELN que busque apoyo en la sociedad para su tesis de participación, lo cual no logrará si prioriza la fuerza y no la imaginación para buscar el apoyo de la sociedad y de sus liderazgos, en un conflicto que tiene muy pocos dolientes.

Por Luis Eduardo Celis/Análisis especial para El Espectador

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Usuario(51538)18 de enero de 2021 - 02:11 a. m.
Producen risa algunos uniformados en este foro que se gastan una sobradez impresionante. Eso hablan de bombas y de esquirlas de las que debemos cuidarnos los críticos de este régimen mafioso y narcoparamilitar. Nunca pudieron, ni con los tales "elenos" ni con los farucos, porque fue Santos quien finalmente logró desarmar a un 90% de esos tipos, y tampoco pueden con las "disidencias", 2 ó 3 mil.
Imagin(14177)18 de enero de 2021 - 01:01 a. m.
Estamos bajo un régimen que necesita de la guerra para seguir embaucando al pueblo, para seguir presentándose como salvadores, y para seguir con sus negocios predilectos: el narcotráfico, la minería ilegal, la corrupción, y la entrega del país a las trasnacionales o multinacionales.
  • Imagin(14177)18 de enero de 2021 - 01:06 a. m.
    Así las cosas, no tiene nada de raro que grupos armados como el ELN, el EPL, las disidencias, etc se estén fortaleciendo ante la pasividad del desgobierno de Duque, quien llegó a la presidencia únicamente a hacerle mandados a Uribe, a Hambriento Angulo, y a Trump. A los 3 les conviene la guerra para seguir triplicando sus fortunas, y en el caso de AUV, también para seguir viviendo del cuento.
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