Angelino Garzón se adhiere hoy a la candidatura de Iván Duque

El anuncio se hará oficialmente durante una eucaristía para orar por el futuro de Colombia que se llevará a cabo en la Basílica del Señor de los Milagros en Buga, Valle del Cauca, a las 11:00 de la mañana. Suma poco electoralmente, pero es un hecho político a tener en cuenta.

Redacción Politíca
27 de marzo de 2018 - 12:05 p. m.
El expresidente Álvaro Uribe, el representante a la Cámara Edward Rodríguez y Angelino Garzón en la reunión de mayo de 2017.   / Archivo particular
El expresidente Álvaro Uribe, el representante a la Cámara Edward Rodríguez y Angelino Garzón en la reunión de mayo de 2017. / Archivo particular

Angelino Garzón, el hombre que acompañó como vicepresidente a Juan Manuel Santos en su primer mandato (2010-2014), en el que en más de una ocasión fijó posturas críticas y del que salió distanciado, anunciará hoy en Buga su adhesión a la campaña presidencial de Iván Duque, candidato del Centro Democrático. El anuncio se hará oficialmente durante una eucaristía que para orar por el futuro de Colombia organizaron en Buga (Valle del Cauca) la actual senadora Susana Correa y el senador elector John Harold Suárez. El acto está programado para las 11:00 de la mañana en la Basílica del Señor de los Milagros y Duque estará acompañado de Marta Lucía Ramírez, su fórmula vicepresidencial.

De esta manera se reafirma el regreso definitivo de Garzón al redil del uribismo, un proceso que se podría decir arrancó en mayo del año pasado, cuando se reunió con el expresidente Álvaro Uribe para hablar de la situación política en el país, la paz y las perspectivas de la campaña presidencial que, en ese momento, ya comenzaba a moverse.

Fue en ese encuentro que el exmandatario lo invitó formalmente al Congreso Nacional del Centro Democrático, realizado pocos días después del encuentro, el 6 de mayo, petición que fue aceptada. Garzón dijo entonces que su presencia en la cumbre uribista sería para insistir en la necesidad de trabajar juntos para lograr una unidad de la izquierda, los independientes y el Centro Democrático, para conformar un Gobierno Nacional que promueva la reconciliación nacional.

Y aunque mucho se habló de que podría estar en la baraja de precandidatos presidenciales del uribismo, él mismo lo descartó de tajo: “Yo no quiero participar en consultas internas de los partidos políticos y por lo tanto seré respetuoso de las decisiones que se tomen”, dijo.

En 2015, cuando Angelino Garzón fue candidato a la Alcaldía de Cali, en el arranque de la campaña tuvo el apoyo del Centro Democrático. Sin embargo, posteriormente el uribismo respaldó la aspiración del Maurice Armitage, quien a la postre resultó elegido.

Lo que sí hay que decir es que, en materia política, el trasegar de Garzón ha sido de verdad camaleónica. Sus inicios fueron como dirigente sindical, llegando a ser en la década de los años 80 secretario general de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y luego militante de la Unión Patriótica (UP), el partido surgido de los diálogos de paz del gobierno de Belisario Betancur con las Farc. Estuvo en el exilio por las amenazas de los paramilitares y a su regreso, en 1994, hizo parte de la Alianza Democrática M-19.

Para las presidenciales de ese año marcó la primera gran diferencia con quienes habían sido sus compañeros de lucha en el comunismo: adhirió a la candidatura liberal de Ernesto Samper. Fue luego ministro de Trabajo de Andrés Pastrana, entre 2000 y 2002, gobernador del Valle del Cauca entre 2004 y 2007, delegado de Álvaro Uribe en la negociación del TLC con Estados Unidos y, en enero de 2009, embajador de su gobierno ante las Naciones Unidas, en Ginebra.

A comienzos de 2010, Juan Manuel Santos sorprendió al país cuando lo anunció como su fórmula vicepresidencial. Aunque después de ganar en las urnas un infarto obligó a que le practicaran una operación quirúrgica en la que le fueron colocados cinco puentes coronarios, se recuperó para volver al ruedo del Ejecutivo y mortificar a más de uno. Desde la Vicepresidencia se convirtió en protagonista de primer orden, hablando de todo y hasta metiéndose en terrenos de uno que otro ministerio.

Hasta renegó del Partido de la U, por el que fue elegido, y cuando le insinuaron que debería dejar el cargo estando tan enfermo y tan inconforme, respondió sin titubear: “Lo que el pueblo mandó fue que Juan Manuel Santos fuera presidente y jefe del Gobierno, y que yo fuera su vicepresidente. Si es necesario me tendré que ir con el cargo a mi casa, pero sin perder el derecho a opinar”.

En junio de 2012, cuando le practicaban unos exámenes de rutina, fue internado en Bogotá por una infección urinaria y fue cuando sufrió un accidente cerebrovascular que lo tuvo en coma por varios días y al borde de la muerte. Salió adelante y retomó parcialmente sus actividades en la Vicepresidencia en agosto. En octubre, él mismo le contó al país que le fue detectado un tumor canceroso en la próstata, tratado con sesiones de radioterapia. Aún así, fue candidato a la Alcaldía de Cali en 2015.

Sea como sea, Angelino Garzón es sin duda el dirigente nacido en la izquierda democrática que a más altas cumbres de gobierno ascendió, con inteligencia política y un sentido de la oportunidad que quizás lo hubiesen podido llevar al último peldaño: la Presidencia de la República. No llegó y hoy pesa poco políticamente. Aún así, no deja de ser noticia que ahora se sume a la campaña de Iván Duque.   

Por Redacción Politíca

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