Las regiones serán el eslabón determinante para la construcción de una paz estable y duradera en un escenario de posconflicto tras la eventual firma de un acuerdo final entre el Gobierno y la guerrilla de las Farc en La Habana. Esa ha sido una de las principales premisas del Gobierno en el marco de las negociaciones que se adelantan en Cuba y deja ver la importancia que tendrán no solo los territorios, sino también la sociedad civil en la búsqueda de la paz.
Con ese ideal en mente, y conscientes de la necesidad de generar espacios de debate sobre temas urgentes que podrían quedar por fuera de la mesa de diálogos de La Habana, diversas organizaciones sociales, populares, de derechos humanos, sindicales y eclesiásticas hicieron este jueves un llamado para fortalecer la participación de la sociedad en el proceso de paz a través de la construcción de una Mesa Social para la Paz que aporte soluciones para el fin del conflicto armado en el país.
Durante un evento que contó con la presencia de los representantes a la Cámara Ángela María Robledo y Víctor Correa; y los senadores Alberto Castilla e Iván Cepeda, delegados de alrededor de 40 organizaciones se dieron cita para hablar de la necesidad de crear un canal de comunicación directo entre el Gobierno Nacional y la sociedad civil para que en La Habana se tengan en cuenta y se discutan los principales conflictos sociales que vive el país.
“Se trata de dar paso a una agenda propia que no sólo recoja las reclamaciones populares, sino que retome todos aquellos temas que no se están discutiendo en las negociaciones de paz entre el Gobierno Nacional y las Farc, y los que no se han incluido en la mesa de diálogos que se abriría próximamente con el Eln, buscando soluciones estructurales a las problemáticas más sentidas por la población”, señala el texto del llamamiento al insistir en que la principal debilidad del actual proceso de paz es precisamente la escasa participación de la sociedad.
Asimismo, las organizaciones convocantes hicieron un llamado al presidente Juan Manuel Santos para que se instale este mecanismo de diálogo con el movimiento social, planteando los mecanismos de toma de decisiones y la agenda para que la paz traiga cambios de fondo. “Esto es un llamado para que el Gobierno entienda que la paz se construye con todos los actores. Esta mesa pretende complementar el trabajo que se adelanta en La Habana, pues los cambios y transformaciones que se están buscando deben incluir el movimiento social”, explicó el senador del Polo Democrático Alberto Castilla, uno de los voceros de la iniciativa.
Para Marylen Serna, representante del Congreso de los Pueblos, la participación de la sociedad es una demanda histórica y en ese sentido se debe fortalecer su presencia en un momento tan crucial para el país como el que se vive actualmente. “Proponemos una agenda para la paz en la que nos veamos reflejados y que nos permita negociar con el Gobierno”, explicó.
Con la Mesa Social para la Paz funcionando, las organizaciones pondrán manos a la obra para comenzar a trabajar en la construcción de una agenda histórica propia que incluya las transformaciones necesarias para allanar el camino hacia el posconflicto. “Los acuerdos, pactos y consensos que logremos pueden adoptar el espíritu y el formato de un espacio preconstituyente, sin desmedro de los pactos y acuerdos que se puedan implementar de forma inmediata”, concluye el llamamiento.