El candidato a la Presidencia por el Partido Verde, Antanas Mockus, felicitó al Ejército por el rescate de dos oficiales de la Policía y dijo que, si ganara las elecciones, no establecería ningún diálogo con las FARC mientras no cesen con el secuestro y se desvinculen al narcotráfico.
"Felicito de todo corazón, hasta el tuétano, al Ejército por la liberación" , señaló Mockus a los periodistas que lo acompañaron este domingo en su cierre de campaña en Bogotá, donde buscó el voto "puerta a puerta" y visitó a familias de barrios periféricos en sus propios hogares.
En el operativo militar, las Fuerzas Armadas colombianas rescataron en las selvas del sureño departamento del Guaviare al general de la Policía Luis Mendieta y al coronel Enrique Murillo, quienes estaban en poder de las FARC desde 1998.
"Quiero decirles a los soldados de Colombia que su tarea es absolutamente admirable y que toda Colombia debe respaldarlos", agregó Mockus, quien consideró que el rescate militar es una herramienta del Estado colombiano y que la Constitución respalda la actuación de las fuerzas militares.
"Este rescate ratifica que tenemos razón los que creemos que el Estado tiene una jerarquía distinta a la de las FARC, que quieren igualarse al Estado colombiano y no lo vamos a permitir" , remarcó.
Para el candidato del Partido Verde, al secuestro no se le puede responder con concesiones a propósito de la posibilidad de un intercambio humanitario.
Y en este sentido puntualizó que "si el presidente (Álvaro Uribe) lo propone es porque es muy generoso".
"Yo soy más duro", insistió Mockus, quien remarcó que no existe ninguna posibilidad de diálogo con las Farc mientras mantengan "su industria secuestradora y narcotraficante".
A los familiares de los demás secuestrados les pidió solidarizarse con la posición del Estado de luchar contra las Farc, que aún mantienen en su poder, según la guerrilla, a 19 policías y militares a quienes buscan canjear por rebeldes presos.
Mendieta y Murillo, fueron secuestrados en 1998 en Mitú, capital del departamento selvático del Vaupés, fronterizo con Brasil, durante una toma protagonizada por casi 2.000 guerrilleros.