En conversaciones previas a la reunión del la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores se convirtió en un enfrentamiento por las distintas visiones de los mandatarios sobre el acuerdo humanitario.
Uno de los temas que más calentó los ánimos fue el de la propuesta de Andrés Pastrana de despear una zona del país, tal como lo hizo él con San Vicente del Caguán, para facilitar la entrega de los secuestrados.
El presidente Uribe reaccionó airado y le contestó que él le había entregado un país practicamente secuestrado. Fue enfático en que no habrá ningún despeje durante su gobierno.
Pastrana le contestó que lo del despeje fue un requerimiento de Estado Unidos y aprovechó la situación para reclamar a Uribe sobre las fuertes críticas hechas por su asesor, José Obdulio Gaviria, y se expresó fuertemente contra éste.
Entre tanto, Ernesto Samper, le planteó a Uribe que el tema de los secuestrados era un tema más ético y moral que político y estratégico y fue entonces cuando Uribe estalló y fue vehemente en sus respuestas a ex mandatario liberal.
Pero no fue menos vehemente cuando el ex presidente César Gaviria le dijo que el problema con Venezuela era un problema eminentemente personal y político entre Uribe y Chávez y que no podía convertirlo en un asunto de Estado, poniendo en riesgo las importantes relaciones comerciales entre los dos países.
La embajadora en España y ex canciller, Noemí Sanín, se mostró molesta con la discusión y comentó que sentía como sí ya hubiese comenzado la campaña electoral de 2010.
Con la temperatura un poco más baja se inició la reunión de la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores, que emitió un comunicado en favor de mantener la prudencia frente al vecino país.