Así debería ser el perfil del nuevo presidente

Archivo El Espectador

Un profesional con énfasis en lo colectivo. Un líder en lo social, económico y político, pero sobre todo con una calidad humana invaluable. Que tenga la capacidad de transformar el país y no solo en los aspectos en los que históricamente ha habido cambios. Una persona que enseñe con el ejemplo y que les devuelva la esperanza a los ciudadanos. Estas son algunas de las cualidades que debe tener el nuevo presidente de Colombia. 

Un líder con una carrera profesional que le permita entender, desde lo académico, las necesidades de las personas, hasta el cuidado que requiere el medio ambiente. Que promueva unos valores y una ética para acabar con la estela de corrupción que por años se han apoderado de la nación y que ha dejado un sin sabor en muchos ciudadanos. Una maestría para que desde su rol de doctor pueda crear una cura para todas las enfermedades financieras, políticas, sociales y culturales que circulan por las venas de los colombianos. 

Para entender más a fondo los retos que debe asumir y las capacidades que debe tener el nuevo inquilino de la Casa de Nariño, expertos en liderazgo en diferentes áreas, que van desde la educación, salud, pasando por la economía y hasta profesionales en el manejo del medio ambiente, dan sus conclusiones y exponen sus ideas frente a este tema que es de interés colectivo. Sus posturas llevan a lo mismo: se necesita de un líder íntegro. 

Una persona “que trabaje en función del bien común y no del bien particular. Tiene que ser un líder que construya esperanza para los ciudadanos. Que luche por la construcción de ciudadanía en el país, y que entienda el valor y la importancia de construir empáticamente con la sociedad. Este personaje debe superar la lógica del liderazgo vertical, liderazgos autoritarios, y ser más un líder horizontal, que interactúe con la gente. Tiene que ser un liderazgo basado en el respeto a la diferencia, en la tolerancia”, explica José Manuel Restrepo, rector de la Universidad del Rosario. 

Por su parte, Carlos Medina Gallego, profesor de ciencias políticas de la Universidad Nacional, asegura que se requiere de una persona que entienda “que a pesar de su orientación ideológica y política tiene que gobernar un país pluralista en el que todos tengan la posibilidad, en el marco del ordenamiento constitucional, de hacer uso de sus libertades individuales y colectivas. Que se preocupe tanto por el desarrollo económico como por el desarrollo de la política social y que el crecimiento económico se vea reflejado efectivamente en la reducción de la pobreza generalizada de la población”.

Este nuevo representante tiene que asumir desafíos es todos los sectores de la sociedad. El de la salud y el medioambiental son los que más piden atención. Para ello es importante hacer un alto en el camino para reconocer las falencias de las anteriores administraciones y tratar de construir un país en el que todos tengan derechos, pero en donde también los ciudadanos cumplan con sus deberes. 
    
“Un profesional no por el título, sino una persona que sea capaz de hacer bien las cosas, que esté comprometido, que busque crear valor, que tenga una visión de futuro y genere credibilidad, admiración y respeto. Tenga título o no, con estas características, debe ser una persona íntegra”, dice Carlos Raúl Yepes, expresidente de Bancolombia. 

En el aspecto ambiental, la Amazonia, la Región Andina y el Caribe piden a gritos ayuda, “están muy deterioradas y llevan mucho tiempo siendo deforestadas, al igual que la Región del Pacífico. Las aguas de los ríos empiezan a contaminarse de mercurio, las basuras de las ciudades no se están manejando bien y la calidad de vida urbana va en descenso”, afirma Julio Carrizosa Umaña, ambientalista quien a través de sus columnas de opinión en pro del planeta pide más atención por parte del gobierno colombiano. 

En el sector educación se debe “garantizar un presupuesto adecuado, suficiente, oportuno para el desarrollo integral del sistema educativo, que cubra los vacíos presupuestales existentes. Buscar solución a los problemas laborales de los maestros y fortalecer la infraestructura educativa.

En nuevo líder debe desarrollar programas educativos de calidad y con la mayor pertinencia para resolver los problemas del país, generar emprendimiento y atender los problemas de los territorios desde la especificidad de los mismos”, asegura Carlos Medina Gallego, profesor de ciencias políticas de la Universidad Nacional.

En la salud se hace urgente asegurar el acceso oportuno a servicios médicos a todo lo largo del país, con especial foco en las poblaciones más vulnerables. “Incentivar el mejoramiento de la calidad de los mismos y exigir niveles adecuados de desempeño y resultados. A alcanzar el equilibrio y la sostenibilidad financieras del sistema de salud, que exige delimitar el alcance del derecho a la salud y resolver la profunda crisis financiera actual; y recuperar la confianza de los ciudadanos y las instituciones en el mismo, que pasa por eliminar la corrupción y el abuso, dar transparencia a los flujos de recursos”, explica Juan Pablo Uribe Restrepo, doctor de la Fundación Santa Fe. 

En temas internacionales, debe ser una persona dispuesta a ayudar, a reconocer las necesidades de los países vecinos y del impacto que generan las decisiones de sus gobiernos en Colombia. Venezuela y Nicaragua son un claro ejemplo. “Una persona que fomente la internacionalización, donde se aprovechen los tratados de libre comercio. Un líder con altos conocimientos en ciencia y tecnología, para que sea suficientemente capaz de volver al país más competitivo”, cuenta José Manuel Restrepo, rector de la Universidad del Rosario. 

Pero, sobre todo, el nuevo líder presidencial de saber vivir y convivir, para que junto con los ciudadanos se haga un pacto por Colombia. Quien asuma el cargo de presidente de Colombia, tiene que tener claro que debe ejercer un liderazgo auténtico, comprometido e inspirador para guiar y llevar a esta sociedad a un futuro diferente de ese pasado doloroso e injusto, violento y tramposos. Ya es hora del cambio.