Aurelio Iragorri: el apagafuegos del Partido de la U

El exministro de Agricultura cree tener las fórmulas para lograr consenso en el interior de la colectividad, alcanzar una votación importante en las parlamentarias y convenir con Cambio Radical para asegurar las mayorías en favor de la JEP.

Germán Gómez Polo - Twitter: @TresEnMil
04 de octubre de 2017 - 03:05 a. m.
Aurelio Iragorri sería nombrado director de la U el 20 de octubre, en la asamblea del partido.   / Óscar Pérez-El Espectador
Aurelio Iragorri sería nombrado director de la U el 20 de octubre, en la asamblea del partido. / Óscar Pérez-El Espectador

Una vez hecha la ratificación de Juan Guillermo Zuluaga como nuevo ministro de Agricultura, de boca del mismo presidente Juan Manuel Santos, se empieza a materializar la propuesta que hiciera en julio pasado el senador Armando Benedetti: llegó la hora de que el saliente ministro Aurelio Iragorri se haga cargo de las riendas y asuma la dirección del Partido de la U, una colectividad que quedó prácticamente a merced de los vaivenes de la marea política, a menos de un año de la salida de su jefe natural de la Casa de Nariño. Y la primera tarea urgente que tendrá Iragorri será la de salvar esa unidad que el partido proclama en nombre de Santos, pero que es muy difícil de creer cuando, ante el hundimiento del barco, varios buscan mantenerse en las tablas que aún flotan y remar hacia otras colectividades.

(Lea: El desplome del Partido de la U)

Desde el interior de la U lo saben, y por eso casi que la única alternativa para lograr una representación mayoritaria en el próximo Congreso será la de las coaliciones con otras fuerzas. El cálculo es bastante sencillo: hay una oposición que se muestra fortalecida y un partido que hizo parte de la Unidad Nacional durante siete años —Cambio Radical— y que a última hora decidió no apoyar la ley estatutaria de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), piedra angular del Acuerdo de Paz, y cuyo líder, Germán Vargas Lleras, tiene opciones de llegar al poder. Por eso se vio al mismo Benedetti y al también senador Roy Barreras rondando los micrófonos en el reciente Congreso del Partido Liberal, para dejar muy clara esa intención. “Que se animen a hacer una lista única al Senado, una lista de la paz que enfrente las listas de la guerra, de quienes sienten vergüenza de sus partidos y recogen falsas firma. Una lista de coalición y unidad”, exclamó Barreras ante los rojos. 

Y es precisamente esa decisión de Cambio Radical la que ha generado gran mella entre los partidos de la Unidad Nacional, hasta el punto de que corran versiones desde la misma Presidencia para dejarlos sin participación en el Gobierno. Para Barreras no tiene sentido que un partido que haya hecho parte del Gobierno, eche para atrás en un momento crucial “por un acomodo electoral de última hora”; por eso es prácticamente natural que sus alfiles salgan del gobierno de Santos.

Sin embargo, ese movimiento pragmático no lo considera tan recomendable el mismo Iragorri, pensando que se trataría de una decisión tomada en medio de la calentura y haciendo cálculos para que el Gobierno no se aisle. Lo primero, para el exministro, es que quede en firme su nombre como director de la U, un asunto que quedará saldado el próximo 20 de octubre, fecha en la que está prevista la asamblea de esa colectividad. Precisamente, la alternativa que ve viable en este momento es consumar la serenidad y lograr alianzas viables para salir bien librados en las elecciones al Congreso de 2018.

“Una vez tengamos, ojalá, dos millones de votos, veremos qué pasa en las presidenciales. Pero estar hablando de coaliciones cuando no están definidas las elecciones parlamentarias me parece irresponsable”, enfatizó Iragorri. Lo bueno, por fortuna para el partido de Santos, es que el exministro tiene claro su papel de apagafuegos del Gobierno y que hoy las llamas amenazan con producir quemaduras de alto grado en la U. Y también parece tener las cartas debajo de la manga: “Llevo seis campañas activo. Sé qué hay que hacer para ganar y para perder, y hasta ahora estamos haciendo todo lo posible para perder. Vamos a buscar la forma de hacer acciones para ganar”.

Por eso, como una acción primera y contundente, cree que la solución a la “disidencia” política declarada por Cambio Radical en medio de la angustia electoral, no es la de cerrar las puertas, sino la de buscar consensos, y que si el Gobierno ha logrado sortear temas más difíciles, la JEP, un tema trascendental para el posacuerdo y el futuro más próximo en el país, no puede ser la excepción. “Si hay que mejorar un texto, se hace, sin necesidad de aprovechar políticamente una circunstancia coyuntural para decir que, ahora sí, todos se tienen que ir, porque el Gobierno va quedando cada vez más solo, lo cual es otro error”, comentó el exjefe de la cartera de Agricultura.

(Lea también: Cambio Radical da un paso al costado y no votará reglamentación de la JEP)

La intención es echar un balde de agua fría para refrescar las cabezas y tratar de enmendar las grietas que se han abierto ante la negativa de Cambio Radical de votar favorablemente la JEP porque, a juzgar por las posiciones de Guillermo Rivera, ministro del Interior, y el presidente de la Cámara de Representantes, Rodrigo Lara, no hay café que logre que hagan algo juntos. Y mientras se busca tapar ese hueco en la olla, por otros espacios se sale el agua, literalmente, con quienes buscan, incluso, meter artículos en la reforma política para abrir las puertas al transfuguismo y poder llegar a partidos en donde el diálogo es una opción impensable.

Por Germán Gómez Polo - Twitter: @TresEnMil

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