Avanza el congreso en el que se creará el partido político de las Farc

Con las palabras de Rodrigo Londoño, conocido como Timochenko, se abrió la instalación de la mesa que preside el evento en el que se constituirá el partido político de la organización.

-Redacción Política
27 de agosto de 2017 - 04:38 p. m.
La mesa está presidida por Rodrigo Londoño, Iván Márquez, Sandra Ramírez, Joaquín Gómez, Liliana Suárez, Solís Almeida, Maryeli Guzmán y Erick Sosa, representante de Cuba como país garante.  / Germán Gómez Polo - El Espectador
La mesa está presidida por Rodrigo Londoño, Iván Márquez, Sandra Ramírez, Joaquín Gómez, Liliana Suárez, Solís Almeida, Maryeli Guzmán y Erick Sosa, representante de Cuba como país garante. / Germán Gómez Polo - El Espectador

"Si nuestro compromiso es ofrecer nuestra fuerza y energía por la unidad de los sectores progresistas, democráticos y revolucionarios del país, de los movimientos políticos y sociales, de las múltiples organizaciones sectoriales y reivindicativas en el nivel nacional, regional y local, tenemos que tomar conciencia real de la amplitud con que debemos dirigirnos a la nación, sin dogmas ni sectarismos, ajenos a toda ostentación ideológica, con propuestas claras y sencillas".

Con esta palabras de Rodrigo Londoño, partes de su discurso, y ante más de mil asistentes se dio inicio este domingo al primer congreso de las Farc sin armas, evento en el que se constituirá el nuevo partido político a través del que las Farc se medirán en la contienda electoral en 2018. 

En el mismo espacio, se definirán los lineamientos de ese partido políticos y se definirán las listas que irán al Congreso. (Lea: El incierto paso de las Farc a la política)

La mesa que preside el congreso de las Farc está conformada por Rodrigo Londoño, jefe máximo de la organización; los miembros de las Farc Iván Márquez, Sandra Ramírez, Joaquín Gómez, Liliana Suárez, Solís Almeida y Maryeli Guzmán; y Erick Sosa, representante de Cuba, país garante del proceso de paz.

De esta también hacían parte los representantes depaíses garantes, como Venezuela, Chile y Noruega, pero no pudieron asistir al evento que se desarrollará hasta el próximo 1° de septiembre.

“Estamos dando un paso trascendental en la historia de las luchas populares en Colombia. Las Farc nos transformaremos en una organización exclusivamente política que ejerza su actividad por los medios legales”, señaló Londoño, conocido como Timochenko.

Sin embargo, señaló que la organización no renunciará a los fundamentos ideológicos ni al proyecto de país por el que fueron fundadas las Farc.

“Continuaremos luchando por el establecimiento de un régimen político y democrático que garantice la paz con justicia social, el respeto de los derechos humanos y un desarrollo económico con bienestar para todos los que vivimos en Colombia (…) Nos espera una hermosa tarea”, señaló.

Añadió que su el compromiso de siempre deberá estar presente en todos los aspectos de la organización. "Ello deberá manifestarse en nuestro nombre, en nuestros símbolos, en nuestra actitud, en nuestra manera de tratar con la gente, en nuestras plataformas y programas. La Gran Convergencia Nacional, con la que pretendemos crear poder desde las bases y disputar los espacios institucionales, sólo será posible si actuamos con modestia, sin soberbias o suficiencias, con respeto por los demás", expresó el jefe máximo de las Farc. 

Lea el discurso completo de Timochenko en la instalación del Congreso de las Farc

Camaradas:

Al reunirnos en este Congreso, con el propósito de fundar el nuevo partido político que presentaremos al pueblo colombiano, estamos dando un paso trascendental en la historia de las luchas populares en Colombia.

Las FARC-EP, el glorioso movimiento armado revolucionario nacido el 27 de mayo de 1964, nos trasformaremos a partir de este evento en una nueva organización exclusivamente política, que ejercerá su actividad por medios legales. Esto no significa que renunciemos de algún modo a nuestros fundamentos ideológicos o proyecto de sociedad.

Seguiremos siendo tan revolucionarios como los marquetalianos, persistiremos en recoger las banderas bolivarianas y las tradiciones libertarias de nuestro pueblo, para luchar por el poder y llevar a Colombia al ejercicio pleno de su soberanía nacional, y a hacer  vigente la soberanía popular. Continuaremos luchando por el establecimiento de un régimen político democrático que garantice la paz con justicia social, el respeto de los Derechos Humanos y un desarrollo económico con bienestar para todos quienes vivimos en Colombia.

Así lo estableció nuestra Octava Conferencia al corregir y ampliar el Programa Agrario, y tales previsiones seguirán siendo parte de nuestro arsenal ideológico y político.

Simplemente ahora damos cumplimiento a las conclusiones aprobadas por nuestra Décima Conferencia. Su declaración política llevó por título ¡Se acabó la guerra, vamos todos y todas a construir la paz! En ella consignamos que el Acuerdo Final de La Habana contiene los mínimos necesarios para dar continuidad por la vía política a nuestras aspiraciones históricas por la transformación del orden social vigente.

Y que por tal razón decidimos surtir todos los aprestamientos necesarios para el tránsito de nuestra estructura político-militar hacia un nuevo partido político. Dificultades conocidas en la implementación, impidieron que este Congreso se celebrara en el mes de mayo. Lo hacemos tres meses después, con la misma meta trazada por la Conferencia, dar continuidad a nuestros propósitos políticos de carácter estratégico por la construcción social de poder para el pueblo.

Como siempre hicimos las FARC, a nuestros contradictores en uno y otro extremo del espectro político responderemos siempre con hechos, sin necesidad de enzarzarnos en complicados debates. Nuestro mejor argumento serán las masas organizadas y en movimiento en los más diversos escenarios, enfrentando con verdadero talento  al régimen y al sistema.

Si nuestro compromiso es ofrecer nuestra fuerza y energía por la unidad de los sectores progresistas, democráticos y revolucionarios del país, de los movimientos políticos y sociales, de las múltiples organizaciones sectoriales y reivindicativas en el nivel nacional, regional y local, tenemos que tomar conciencia real de la amplitud con que debemos dirigirnos a la nación, sin dogmas ni sectarismos, ajenos a toda ostentación ideológica, con propuestas claras y sencillas.

Ello deberá manifestarse en nuestro nombre, en nuestros símbolos, en nuestra actitud, en nuestra manera de tratar con la gente, en nuestras plataformas y programas. La Gran Convergencia Nacional, con la que pretendemos crear poder desde las bases y disputar los espacios institucionales, sólo será posible si actuamos con modestia, sin soberbias o suficiencias, con respeto por los demás. No necesitamos convencernos de que somos revolucionarios, sino sumar más y más gente al proceso por las grandes transformaciones del país.  

Las marchas guerrilleras solían enfrentarse a enormes filos, que una vez coronados nos permitían apreciar más allá, hacia otras hondonadas y cimas que nos esperaban. Es así como debemos considerar el paso que estamos dando. Superamos en lo fundamental el obstáculo de la guerra, celebramos este Congreso públicamente y en la capital del país, una victoria real impensable años atrás.  Tenemos por delante grandes retos y múltiples dificultades.

Nada es fácil en el mundo político, mucho menos la actividad revolucionaria. El régimen y el sistema no están hechos para nosotros, pero estamos inmersos en ellos y dispuestos a cambiarlos. Requeriremos de cabeza fría y de masas que nos respalden en todos los espacios. Nuestra misión fundamental será ganarlas, sin ellas el adversario hará lo que quiera con nosotros,  sin ellas no lograremos cambiar nada.

Hagamos de este un Congreso histórico, del que salgamos más  unidos que nunca a cumplir con nuestros sueños. Urge comprender y asumir la dimensión política estratégica del paso que estamos dando. No se trata añorar volviendo la vista al pasado, sino de extraer de él la experiencia acumulada con mirar a la construcción de un futuro mejor para nuestro pueblo. La paz tendrá que ser una realidad cierta en Colombia, una hermosa tarea nos espera.

Bogotá, 27 de agosto de 2017.

Por -Redacción Política

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