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La representante a la Cámara por Bogotá, Clara Rojas González, renunció a la Comisión de Paz a raíz de los hechos ocurridos la semana anterior y que fueron de conocimiento público.
La congresista envió una carta al Presidente de esta corporación legislativa en la que explica las razones por las cuales decidió renunciar a esa comisión accidental y a la copresidencia de la misma.
“Mediante el presente escrito presento renuncia a ésta y al cargo de copresidente por cuanto los hechos sucedidos la semana anterior los cuales son de público conocimiento revisten gran importancia, y sus consecuencias derivan en implicaciones personales que afectan a mi familia y a mi condición personal”, señala la misiva.
La semana pasada la congresista se refirió al veto que le hicieron las Farc de no considerarla víctima del conflicto pese a haber permanecido por varios años secuestrada.
Rojas dijo que es “totalmente desafortunado que la guerrilla quiera desconocer a las víctimas y justificar una acción como el secuestro…me parece que ese no es el camino que nos conduce a la reconciliación”.
“Lo que siento es una desazón porque pensé que en el tema del secuestro habíamos pasado la página quizá porque yo he hecho este esfuerzo…incluso he efectuado el ejercicio del perdón y me sorprenden totalmente las Farc porque he tenido una actitud generosa”, sostuvo.
Con un texto titulado: ¿Es Clara Rojas una víctima de las Farc?, la guerrilla cuestiona el hecho de que la ahora representante a la Cámara, sea incluida en el grupo de víctimas que participan en el proceso de paz en La Habana, al argumentar que el día del secuestro de Ingrid Betancur, Rojas se habría rehusado a la libertad. (Lea: Clara Rojas no tiene derecho a llamarse víctima, sostienen las Farc).
El texto, firmado desde las montañas de Colombia, es un relato que hace Alberto Martínez, uno de los jefes guerrilleros del Bloque Oriental, quien afirma que Rojas “no tiene derecho a llamarse víctima”.
Sin embargo, en un comunicado leído por Jesús Santrich, las Farc aclararon que ni “la delegación de paz de las Farc ni nuestra organización como tal, han emitido valoración ni descalificación alguna sobre las señoras Clara Rojas e Íngrid Betancourt” y explicaron que el texto corresponde al relato de una guerrillera. De igual forma reiteraron su “compromiso de asumir con seriedad la declaración de principios que suscribimos para tratar el punto 5 de la agenda, que corresponde a las víctimas”.