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A través de una carta dirigida a Adama Dieng –asesor especial del secretario General de la ONU sobre la prevención del genocidio–, este martes el movimiento Defendamos la Paz alertó por los reiterados crímenes de líderes sociales en Colombia (18 en lo que va de 2020, según Indepaz), así como de excombatientes de las Farc.
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Ante esta situación, advirtiendo además la “incapacidad institucional para controlar y atacar la ola de crecientes crímenes”, la plataforma –que reúne a exnegociadores en La Habana, exfuncionarios del gobierno Santos, miembros de la FARC y ciudadanía en general–, pidió a Dieng visitar Colombia para analizar la problemática.
Según el movimiento, el rol que desempeña el asesor en materia de prevención de homicidios “resulta de vital importancia ante el crítico escenario que se vive en el país y ante la incapacidad institucional para controlar y atacar la ola de crecientes crímenes”.
“La documentación y el análisis de esta situación corresponden a las competencias y funciones de su Oficina en tanto su mandato no se limita a genocidio. Su intervención será de gran ayuda y estímulo para las comunidades más afectadas por la crisis humanitaria”, explica Defendamos la Paz.
De acuerdo con la plataforma, una eventual visita sería también una oportunidad para animar al Gobierno “a dar pasos positivos hacia mecanismos adecuados de prevención que permitan anticiparse de manera oportuna al espiral de violencia que amenaza la estabilidad de nuestro país”.
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Si bien reconocen que la firma del Acuerdo de Paz con las Farc constituyó “un momento de esperanza” para superar más de cinco décadas de conflicto, critican lo que denominan “la limitada voluntad política” del actual Gobierno, que ha hecho que la implementación integral de los acuerdos firmados “se vea obstaculizada y sus avances sean limitados”.
“Los asesinatos selectivos no se detienen y la crisis humanitaria de los sectores más vulnerables de la población, en diferentes territorios de la geografía nacional, van en aumento (…) Este entorno genera incertidumbre y miedo en los demás excombatientes y pone en riesgo su integración plena a la sociedad. El exterminio de la Unión Patriótica en la década de los años ochenta permanece fresco en la memoria”, señalan.
En la misiva, Defendamos la Paz recuerda que, según el más reciente informe del Secretario General presentado al Consejo de Seguridad, “desde la firma del Acuerdo de Paz, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha verificado 303 asesinatos de defensores de derechos humanos y líderes sociales, 86 de los cuales ocurrieron en 2019 (incluidas 12 mujeres)”.
En esa línea, señaló que en lo que va de 2020, 15 líderes sociales han sido asesinados en Cesar, Chocó, Putumayo y Huila. No obstante, informes de la Fundación Ideas para la Paz (Indepaz) advierten que ya son 18 los líderes asesinados en lo que va de 2020: ello indica que, en promedio, cada 18 horas ha perdido la vida de forma violenta un líder social.
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La plataforma recuerda también que la Oficina de la Alta Comisionada de Derechos Humanos expresó su preocupación por las amenazas de muerte contra Leyner Palacios, defensor de derechos humanos, víctima de la masacre de Bojayá y miembro de movimiento: “El entorno para el trabajo de los líderes sociales y defensores de derechos humanos no perfila mejoría para este año que inicia”, señalaron.
Sin dejar de advertir que 2019 ha sido el año más violento para los exmiembros de las Farc, indican que la Misión verificó 20 homicidios de excombatientes, sumando 77 asesinatos en 2019, 65 en 2018 y 31 en 2017.
“El número total de asesinatos desde la firma del Acuerdo Final de Paz llega ahora a 173, además de 14 desapariciones y 29 intentos de homicidio. Este año ya hemos lamentado el asesinato de Benjamín Banguera, en Guapi, Cauca”, precisaron.