:format(jpeg)/www.elespectador.comhttp://thumbor-prod-us-east-1.photo.aws.arc.pub/TpU-DeMNLnweq844Ou25iVfu8tM=/arc-anglerfish-arc2-prod-elespectador/public/3HGTFLK4JZFBLPUJNF4JV5ATFE.jpg)
El presidente Iván Duque le madrugó al nuevo año a tratar de consolidar alianzas que le permitan un tránsito tranquilo de los proyectos del Gobierno en el Congreso de la República. Por eso, esta semana sostendrá una reunión con delegados de Cambio Radical, incluyendo su líder, el exvicepresidente Germán Vargas Lleras. Y en días posteriores el encuentro será con Aurelio Iragorri, presidente del Partido de la U que, aunque hace parte de la coalición oficialista, internamente tiene una división.
Ya en diciembre pasado, durante la discusión de la Reforma Tributaria, el primer mandatario logró afianzar el respaldo de Cambio Radical, el cual fue clave para su aprobación. Desde ese entonces se habla de la posible llegada de la colectividad a la coalición de gobierno e incluso a cuotas suyas en el Ejecutivo. De hecho, el nombre de Alex Char, saliente alcalde de Barranquilla, viene sonando con fuerza para ocupar algún ministerio, en medio de los rumores de un “revolcón” en el gabinete.
Hay quienes hablan de un supuesto pulso entre el “charismo” y el “vargasllerismo”, las dos corrientes que predominan en Cambio Radical. Una reciente investigación de El Espectador permitió constatar que los primeros están legislando ya como bancada de gobierno, tienen puestos en el Ejecutivo y quieren fijar una posición a favor de Duque para darle aire en el manejo del Congreso; los segundos quieren mantenerse en la independencia porque sienten que es una posición que los convierte en decisivos en las votaciones claves, ya sea para inclinar la balanza a favor del Gobierno o de la oposición. En este escenario, las cargas están así: de los 16 senadores, seis quieren entrar a la bancada oficialista y los otros diez prefieren la independencia.
Lea: Duque, con pronóstico reservado frente al Congreso en 2020
El tema de sumarse a la coalición de gobierno ha sido abordado por Vargas Lleras, quien en un encuentro a comienzos de diciembre pasado le preguntó a la bancada sobre esa opción. “La mayoría de congresistas, que tienen un enorme respeto por el exvicepresidente, se declararon dispuestos a seguirlo en su decisión. Él manifestó que no tienen ninguna aspiración electoral y que somos nosotros los que tenemos que definir el paso. Todos sabemos que él no está de acuerdo con subirse a un gobierno que se hunde minuto a minuto, pero tampoco está dispuesto a fungir de sepulturero de Duque. Ese papel ya lo tiene Petro”, aseguró una senadora, que estuvo en la cita.
Así las cosas, con la nueva reunión entre Duque, Vargas Lleras y delegados del partido en Senado y Cámara de Representantes, podrían terminar por afianzar una alianza fundamental para el presidente Iván Duque, en momentos en que se anuncia el reinicio de la protesta social y en el horizonte se habla de la necesidad de abordar temas tan complejos como las reformas pensional y laboral, entre otras.
Con respecto a la U, todo indica que el objetivo del jefe de Estado es intentar alinear a todos sus integrantes. Como se sabe, la colectividad hace parte de la coalición oficialista pero internamente registra una fuerte división, son sectores de oposición a Duque muy influyentes, sobre todo los liderados por los senadores Roy Barreras y Armando Benedetti. Además, su presidente, Aurelio Iragorri, es considerado una persona muy cercana al “santismo”, que para muchos en la Casa de Nariño sigue siendo el más grande “enemigo” político.
Ya en el debate de la Reforma Tributaria, la U dio señales de la postura que asumirá este año frente al Ejecutivo: voto positivos algunos artículos, pero se abstuvo de hacerlo en aquellos que, según se criterio, afectarían a los pensionados, a los trabajadores independientes y al agro colombiano. De momento, la U no cuenta con representación en el gabinete ni en otros cargos de gobierno.
El Congreso arranca sesiones ordinarias el próximo 16 de marzo.