“Señoras y señores, silencio, estamos legislando”. Esa frase se le escuchó decir más de una vez al senador Eduardo Enríquez Maya que, desde este miércoles, deja vacía una curul que ocupó ininterrumpidamente por 23 años. El conservador falleció por complicaciones en su salud tras contagiarse por COVID-19 y, como lo reconocieron sus colegas, con su partida el Congreso perdió, quizá, al mejor jurista que tenía, según lo dijo el también senador Roosvelt Rodríguez, quien en el pasado fue su alumno de Derecho.
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Enríquez Maya también fue uno de los políticos más ilustres de su departamento: Nariño, del que siempre se declaró un enamorado y un orgulloso hijo de sus tierras. Nacido en Iles, a 65 kilómetros de Pasto, y de familia campesina humilde, el senador construyó su carrera de abogado gracias a su voz, que le sirvió de medio económico, cantando en eventos, para pagarse su universidad. La música, al igual que el derecho, fue su gran pasión.
Su trayectoria en lo público comenzó a nivel regional, desempeñando cargos como secretario de Gobierno y de Educación, también dio paso por el Sena e Icetex. Sin embargo, su trayectoria en el Congreso fue la que más huellas dejó, desde que fue electo en 1998 a la Cámara de Representantes por Nariño, siempre enarbolando las banderas del Partido Conservador.
Año a año se fue consolidando como el principal barón electoral de su departamento, comenzando con 38.000 votos hasta consolidar un caudal, en los últimos tres períodos, que no bajaba de los 60.000. Así pues, Nariño y el sur de Colombia, especialmente Putumayo, fueron los principales escenarios donde hacía campaña y política.
Su conocimiento en Derecho, y especialmente en la Constitución de 1991, lo llevó siempre a ocupar una silla en las comisiones primeras de Cámara y Senado, esta última donde fue presidente en la legislatura 2018-2019, liderando sesiones tan importantes como las objeciones a la Jurisdicción Especial para la Paz del presidente Iván Duque.
En su espalda reposan varias reformas y leyes importantes para el país. Por enumerar unas está la de honorarios para ediles y edilesas, mejoramiento de las condiciones de los concejales (honorarios, aportes a salud y pensión) o la doble instancia para aforados y los segundos en votación. También se cuenta la reforma al Estatuto de la Oposición, la cual fue agradecida por el senador Gustavo Petro durante la sesión de este miércoles, tras el anuncio de su muerte, porque gracias a esta pudo ocupar una curul en el Senado, al obtener la segunda votación en la Presidencia.
Pese a que lo señalan de ser uno de los conservadores en apoyar la reelección de Álvaro Uribe, también promovió la reforma para prohibir esta figura en la Constitución. Así mismo, como conservador de pura cepa intentó prohibir el aborto y la eutanasia, tarea que no logró.
Tuvo procesos en la Corte Suprema de Justicia por presuntos vínculos con el paramilitarismo, sin embargo, el alto tribunal no encontró suficientes pruebas para abrir formalmente el caso.
La Comisión Primera del Senado declaró un minuto de silencio al conocer la noticia de su partida y durante más de una hora y media se dedicó a recordarlo y enunciarlo como una voz ecuánime, serena, sabia y decente dentro del Congreso. La sesión fue levantada en señal de duelo y se le extendió una proposición al presidente Arturo Char para que izar en el Capitolio, a media asta, la bandera de Colombia en su honor luego de su partida.
Como bien lo compartieron muchos, se fue el decano del Congreso, el profesor de Derecho, el conocedor de la Constitución, que siguió enseñando en el recinto donde se refleja la democracia del país.