Ni fu ni fa: el fallido control político al páramo de Santurbán

El debate que daría luces sobre cómo va el proceso de explotación minera en el Páramo se surtió sin éxito por dos errores: los representantes citantes entregaron un cuestionario muy general a los ministros y, a su vez, estos no cumplieron su “deber moral” de responder a mayor profundidad, dicen los parlamentarios.

Laura Angélica  Ospina
07 de agosto de 2020 - 03:21 p. m.
César Pachón, representante del Mais y líder campesino, fue el citante del debate. / Liliana Ricón
César Pachón, representante del Mais y líder campesino, fue el citante del debate. / Liliana Ricón
Foto: Liliana Rincón - Archivo EE

Según el parlamentario liberal Juan Carlos Losada, la Cámara de Representantes perdió una oportunidad para abogar por la protección del Páramo de Santurbán. Su pensar hace alusión al fallido debate de control político realizado por esa corporación el pasado 6 de agosto, un espacio para cuestionar directamente al Gobierno sobre sus acciones frente a la intención de realizar explotación minera en ese crucial ecosistema ubicado en Santander. Sin embargo, el debate de control político se surtió sin éxito por dos errores: entregar a los funcionarios públicos un cuestionario general, y que estos, a su vez, no cumplieran con el “deber moral” de responder con mayor profundidad, según los congresistas.

Fue una sesión larga: la Cámara le dedicó un poco más de 12 horas al debate control político a las intenciones de hacer minería en Santurbán. Lo convocó César Pachón, representante del Mais, y, según algunos de sus compañeros, cometió errores de forma desde un principio. Pachón citó a Alberto Carrasquilla, ministro encargado de Ambiente porque para este tema el ministro Ricardo José Lozano se declaró impedido, sin embargo Carrasquilla no ha asumido aún ese encargo. También fueron citados los directores de la Agencia Nacional de Minería, de Tierras, de Licencias Ambientales (Anla), entre otros. Pero no citó a Diego Mesa Puyo, ministro de Minas. Pachón solo lo llamó en calidad de invitado.

Ese fue un primer inconveniente porque en los debates de control político solo están obligados a responder los funcionarios citados, no los invitados. De manera que el ministro Diego Mesa solo hizo presencia y no rindió explicaciones. “En el orden del día solo aparece un cuestionario de seis preguntas generales para todos los citados. Cuando uno ve esas preguntas y ve la magnitud del debate es evidente que con ese cuestionario no iban a responder. Entonces había que enviarles cuestionarios a todos por separado: al ministro Lozano para saber si su argumento era justificado o no, al Anla para saber cómo está definiendo y estudiando la licencia ambiental para realizar explotación minera en Santurbán, y así a cada uno”, explicó Juan Carlos Losada.

Ello desembocó al segundo inconveniente: que el Gobierno no respondió a cabalidad ni siquiera las cuestiones planteadas, según expresaron varios parlamentarios de oposición. “El ministro de Ambiente se declaró impedido y el ministro Carrasquilla quedó encargado de un tema que no le compete discutir y sobre el cual no tiene conocimiento técnico. Ahí empezamos mal. Fue una promesa de campaña del presidente Duque, que dijo que no se metería con el Páramo de Santurbán. cómo es que vienen los ministros y no dan la cara. Eso es una ofensa con el Congreso, pero también con el propio presidente”, dijo David Racero, de la Lista de los Decentes. Lo mismo comentó Katherine Miranda, de la Alianza Verde, que enfatizó en la ausencia del ministro (e) Carrasquilla. “No le respondió al Congreso, ni a Santander, ni al país”, expresó.

Bajo esos argumentos, Juanita Goebertus, también de la Alianza Verde, lanzó la proposición de invocar a la moción de insatisfacción porque “no he visto un debate en el congreso que amerite más esta moción. El ministro Carrasquilla se desconectó de la plataforma y dijo que aún no había asumido competencia, y no presentó excusa médica”, trinó. No obstante, su propuesta no fue acogida en la plenaria, que terminó votando 103 en contra de acogerla y solo 23 a su favor.

“Frente al cuestionario planteado, se dieron las respuestas al debate. Si queremos ampliar el debate, profundizar, el camino no es declarar una moción insatisfacción hoy frente a las respuestas, sino realizar otro debate más amplio. Pero hoy el Gobierno respondió al cuestionario para el cual previamente había sido citada esta plenaria” afirmó Buenaventura León, del Partido Conservador.

Al respecto, César Pachón, citante del debate, aseguró que el Gobierno no dio respuestas. “Los representantes aliados del Gobierno se excusaron en el tema de las pregunta, pero los funcionarios no respondieron”, dijo. Además, puntualizó en que no era un cuestionario de seis preguntas únicamente, sino que había otro de 47 preguntas. No obstante, representantes como Losada le critican que no dejó claro desde el principio que había otro cuestionario y el debate se basó en las seis preguntas generales. “Para eso le dan a uno 35 o 40 millones al mes, para tener una Unidades de Trabajo Legislativo capaces de mandar un cuestionario”, enfatizó.

De esa forma, sin más, el debate terminó sin mayores conclusiones sobre el Páramo de Santurbán y la explotación minera. El debate sobre este tema se encendió hace poco, cuando el Gobierno manifestó su interés en presentar proyectos mineros en el Congreso como una forma de recuperar la economía perdida por la crisis del coronavirus. Esto prendió las alarmas de los ambientalistas. Pero, en lo relacionado con Santurbán, el proceso parece aún embolatado. El Ministerio de Ambiente no ha expedido una nueva delimitación del Páramo (algo que le ordenó la Corte Constitucional después de un fallo de tutela), y el ministro (e) Carrasquilla no ha emitido el concepto técnico para que la Anla decida si entrega o no la licencia ambiental para la explotación minera en ese ecosistema. Y el Congreso no logró las respuestas que esperaba en estos asuntos.

¿Y ahora qué? Al menos desde el Congreso, los parlamentarios defensores del ambiente podrían citar a un nuevo debate con un cuestionario más contundente. Losada, por ejemplo, comentó que podría realizarse en la Comisión Quinta de la Cámara. “Es absolutamente necesario el control político en el tema Santurbán. Hubo falencias en el cuestionario, pero también en el Gobierno, que no cumplió con su deber moral de responderle al país. Mi critica es q hoy la multinacional Minesa está feliz porque el Gobierno no dijo nada ni se comprometió a nada”, reiteró Losada.

Así que la puja por Santurbán continúa. De la capacidad política en este asunto dependerá que Santander conserve libre de minería su Páramo y por tanto sus aguas, o que el Gobierno dé las licencias necesarias para llevar a cabo la exploración del suelo cuyo impacto, según análisis técnicos, llegaría hasta las bocatomas del acueducto de Bucaramanga.

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