El incómodo Luis Pérez

El gobernador de Antioquia se ha convertido en un crítico mordaz de la implementación de los acuerdos de paz con las Farc. Aunque en las campañas de 2010 y 2014 fue aliado del presidente Santos, hay quienes hablan de una cercanía actual con el expresidente Álvaro Uribe, buscando su bendición para una futura candidatura presidencial , en 2022.

Redacción Politíca
11 de marzo de 2017 - 11:55 p. m.
El gobernador de Antioquia, Luis Pérez. / Archivo
El gobernador de Antioquia, Luis Pérez. / Archivo

En las elecciones presidenciales de 2010 y 2014, el hoy gobernador de Antioquia, Luis Pérez, fue coordinador en su departamento de las campañas de Juan Manuel Santos. Una tarea nada fácil, al menos en la segunda oportunidad, cuando el primer mandatario optaba por la reelección y ya había partido cobijas con el uribismo, donde no lo rebajaban de “traidor” por haberse sentado a dialogar con las Farc. Antioquia, tierra del expresidente Álvaro Uribe y su gran fortín electoral, era por lo tanto un escenario agreste para Santos, y aunque, como era de esperarse, el candidato del uribismo (Óscar Iván Zuluaga) obtuvo las mayorías, el jefe de Estado alcanzó 694.288 votos en segunda vuelta, una cifra nada despreciable que ayudó en la suma para garantizar la continuidad en el poder.

En ese entonces, ya se sabía que Pérez sería candidato a la Gobernación en 2015, como ficha del santismo y de la llamada Unidad Nacional. Las discrepancias políticas habían quedado en el pasado, sobre todo lo sucedido en las elecciones locales de 2011, cuando intentó ser candidato a la Alcaldía de Medellín por el liberalismo, luego por Cambio Radical y después por los conservadores, pero las tres colectividades terminaron negándole el aval ante las versiones de supuestos nexos con personas "non sanctas", en concreto, miembros de mandas criminales. Pérez tuvo que inscribirse por firmas, aunque muchos dirigentes de los partidos mencionados lo apoyaron discretamente, pero fue derrotado por Aníbal Gaviria, candidato oficial del Partido Liberal.

Así las cosas, en la campaña a la Gobernación de 2015, Luis Pérez obtuvo ahora sí el aval del liberalismo y de Cambio Radical, con el apoyo decidido del vicepresidente Germán Vargas Lleras. El Partido de la U, el del presidente Santos, aunque no lo acompañó oficialmente, trabajó en Antioquia por sla misma causa. Fue elegido con 819.389 votos, seguido por el exdiputado Andrés Guerra Hoyos con 613.075 votos, candidato del uribista Centro Democrático y 401.968 sufragios de Federico Restrepo Posada, el candidato de Sergio Fajardo.

Pérez era considerado un aliado del Gobierno y en la Casa de Nariño estaban convencidos de que su apoyo sería fundamental de cara a la implementación de los acuerdos de paz firmados con las Farc, sabiéndose que Antioquia albergaría tres Zonas Veredales Transitorias de Normalización (ZVTN): la de Remedios, la de Ituago y la de Dabeiba. Zonas de concentración que, sin embargo, se han convertido en motivo de discordia entre los gobiernos nacional y regional. Hoy en día, el gobernador es uno de los más duros críticos de ese proceso y constantemente expresa sus reparos y discrepancias en declaraciones a los medios de comunicación y cartas directas al presidente Santos.

Por ejemplo, a finales del año pasado, cuando las tropas de las Farc avanzaban hacia dichas zonas y se ubicaban en 11 puntos de preagrupamiento en Antioquia, Pérez denunció que los guerrilleros estaban cometiendo irregularidades, que estaban tomando licor en los pueblos, que recibían favores sexuales de algunas mujeres (incluyendo menores de edad) y se movilizaban tranquilamente por los territorios en contacto con la comunidad, andando armados. Dijo también que los alcaldes no se atrevían a denunciar los hechos por miedo. Y anunció entonces que haría varias visitas a las zonas de concentración, lo que provocó la reacción de las Farc. “Marcos Calarcá”, uno de sus miembros, respondió que no aceptarían visitas que “solo llevan odio y rencor”.

Y esta semana se conoció una carta que Luis Pérez le envió al presidente Santos, en la que le anuncia su decisión de cancelar dichas visitas que tenía programadas a las Zonas Veredales, pues no pudo ingresar al campamento de Llanogrande, en Dabeiba, pese a contar con todos los permisos por parte del Gobierno e ir acompañado de miembros del Mecanismo de Monitoreo y Verificación y de la Procuraduría. Según contó, un funcionario de Naciones Unidas les comunicó que las Farc ordenaron no recibirlos. “Desde un kiosco de entrada, la comisión de la Gobernación tuvo una conversación destemplada con segundos de las Farc allá concentrados y no se les permitió ingresar”, señala la misiva.

Seguidamente, le pide al presidente Santos que explique “si los territorios ocupados por las Farc son tierra de nadie y también nos deje claro cuándo van a salir los desmovilizados de los espacios que hoy ocupan, para volver a ser el gobernador de todo el territorio que me eligió”. Sin duda, palabras muy durasviniendo de alguien que se consideraba sería aliado en la implementación de los acuerdos.

En la riposta, el comisionado de paz, Sergio Jaramillo, aseguró que las reglas de funcionamiento de las zonas de concentración establecen que ningún civil puede ingresar a los campamentos de las Farc y que el mandatario regional “puede ir el día que quiera a la zona veredal”, con esa única limitación. Pero lo cierto es que la postura asumida por Luis Pérez ha generado mucho malestar en el Gobierno.

De hecho, esas posiciones le han valido también los cuestionamientos de varios sectores sociales que respaldan los acuerdos de paz. Olmedo López, vocero de Alianza Antioqueña por la Paz, aseguró recientemente que el gobernador nunca era propositivo y que tiene intereses personales: “Debería sincerarse y decir cuál es la paz que quiere y cuál es su proyecto político, porque está usando este proceso para hacer política. Es desafortunado que su movimiento, que en todas las redes se llama ‘Luisperista, vamos a Casa de Nariño’, esté promoviendo actos bajo la bandera de la paz, pero no concertada, no con diálogo, no con reconciliación".

Otros de sus contradictores en Antioquia califican sus críticas al proceso de paz como un "show" para ganar renombre a nivel nacional, cuando debería realmente hacer presencia en las regiones del departamento con recursos y no son críticas. En el departamento son incesantes los rumores sobre la supuesta cercanía de Pérez con el expresidente Uribe, lazos que se habrían afianzado una vez asumió el cargo. De hecho, hay quienes dicen que el mandatario regional, una vez termine su período en 2019, contempla en sus planes ser candidato presidencial y que estaría buscando abrirse campo en el Centro Democrático.

 

 

 

 

Por Redacción Politíca

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