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“Es estúpido hablar de castrochavismo”: César Gaviria
“Las soluciones militares no siempre funcionan, eso es relativo. En el caso de Colombia, la lucha armada para combatir a las Farc se fue desgastando y se agotó, por eso la salida era la negociación política. Además, la guerra se ha degradado y por eso es entendible que a la gente le cueste creer que la guerrilla aún tiene una connotación política.
Pero estamos cumpliendo todas las normas nacionales e internacionales para que este proceso tenga la firmeza sobre la cual se pueda montar la suspensión de la guerra.
Los que han sufrido la violencia son generosos con el proceso, pero a los que hace tiempo la justicia se les volvió un problema dicen no. El país sí necesita la paz, y este proceso está bien llevado y es juicioso. Necesitamos acabar con la conmoción permanente que ha existido por conflictos históricos como el de las tierras. Somos la única sociedad en el mundo donde la violencia grande está en el campo y no en las ciudades. El país tiene que ser capaz de recuperar esas zonas y desatrasar esa parte de la sociedad y si tiene capacidad para responder a todos los compromisos. Los argumentos de los del No son insuficientes.
Es estúpido hablar de castrochavismo, eso no tiene base de realidad. No se puede comparar al presidente Santos con Maduro, y sólo al expresidente Uribe se le puede ocurrir que con los acuerdos de La Habana se le va a entregar la Presidencia de la República a Timochenko”.
“Aquí no hay enemigos de la paz”: Carlos Holmes Trujillo
“Aquí, los amigos del Sí y el No somos amigos de la paz. Todos queremos la desaparición de las Farc como grupo armado ilegal, que cesen los secuestros, las masacres, las extorsiones y los delitos que se han venido cometiendo. Pero hay muchos colombianos que no consideran bueno que los culpables de los más grandes delitos no paguen ni un solo día de privación de la libertad y que puedan ser elegidos inmediatamente.
Yo entiendo que en un acuerdo de esta naturaleza hay que llegar a consensos, pero existen vacíos muy grandes, por ejemplo en el tema de justicia, porque esa nueva jurisdicción va en contra de principios centenarios para garantizar la seguridad de los ciudadanos, pues desconoce el principio del juez natural y eso no es bueno para ninguna sociedad.
Nosotros no consideramos la victoria del No como el fin de los diálogos y el momento para pararse de la mesa, sino como la oportunidad de buscar un acuerdo mejor. Yo respeto al doctor Humberto de la Calle y él ha dicho que se llegó al mejor acuerdo posible, pero así se me califique de ingenuo, creo que es posible lograr algo mejor.
Tengo la certeza de que si el pueblo toma directamente la decisión de dar el mandato al presidente para que reoriente los acuerdos, ese tendrá que ser el futuro. Sería mucho mejor un acuerdo que permita la unión y no protocolarice esta división en la que nos ha metido el presidente Santos calificando a unos como amigos de la paz y a otros de la guerra. Esa división no existe”.
“No podemos ser solo refrendantes, hay que ser constituyentes”: Gustavo Petro
Mi postura es Sí en el plebiscito y abrir los caminos de una Constituyente. Las posturas del No son políticamente irresponsables, porque acá estamos hablando de vidas humanas, y no de una, sino de centenares y miles. Por supuesto que siempre será posible un acuerdo mejor, yo miro atrás y creo que el que hicimos con el M-19 pudo ser mejor, pero no podemos quedarnos esperando a ver si algún día lo logramos. ¿O es que acaso el acuerdo final perfecto tiene que tener la firma del expresidente Uribe?
A mí no me interesa políticamente el presidente Santos, me parece que siempre está engañando y que no ha logrado acoger con audacia los problemas fundamentales de la sociedad. Sin embargo, hay que reconocer que hubo un muy buen trabajo con el proceso y eso quedará en la historia de Colombia, así a sus antecesores no les guste.
El problema es que hay una apatía y existen fuerzas reales dentro de la sociedad a las cuales no les interesa salir de la violencia, porque ganan dentro de ella.
Pero esto va más allá de los acuerdos. ¿Cómo vamos a hablar de paz si no hay, por ejemplo, una reforma a la justicia? Si queremos hablar de una era de paz, tenemos que hablarlo en la sociedad. Es hora de hablar de una Asamblea Constituyente que vincule la diversidad colombiana. No solo estamos votando por el Sí para que se acabe la guerra con las Farc, no podemos caer en una irresponsabilidad histórica porque dentro de cinco años puede haber más masacres desatadas por las circunstancias reales de nuestro país. Tenemos que volvernos no simplemente refrendantes, sino constituyentes".