El panorama político frente a la "ilegitimidad" de Maduro

El Grupo de Lima, al que pertenece Colombia, optó por no reconocer a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela en su segundo mandato. Varios sectores políticos se opusieron a esta decisión, que lideró el presidente Duque.

Natalia Tamayo Gaviria - @nataliatg13
10 de enero de 2019 - 11:00 a. m.
El canciller Carlos Holmes Trujillo representó al presidente Duque ante el Grupo de Lima.  / EFE
El canciller Carlos Holmes Trujillo representó al presidente Duque ante el Grupo de Lima. / EFE

En la carrera presidencial para llegar a la Casa de Nariño, Venezuela era uno de los temas que no faltaban en las agendas de los candidatos. La migración masiva de ciudadanos del vecino país —que desde 2014 hasta hoy se contabilizan en más del millón de personas que han ingresado a Colombia—, las relaciones diplomáticas con el gobierno de Maduro y la situación económica obligaron a los aspirantes a trazar estrategias que mitigaran toda esta situación.

Iván Duque, antes de posesionarse como el nuevo mandatario colombiano, prometió que, como primera instancia frente a este problema, retiraría a Colombia de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), pues para él este es “un organismo que ha sido una especie de consueta de la dictadura, un instrumento para legitimar esa opresión permanente en el pueblo venezolano”.

Ya como presidente, Duque cumplió su palabra y el 10 de agosto de 2018 el nuevo canciller, Carlos Holmes Trujillo, confirmó la noticia. Pero esa “decisión política”, como la calificó el jefe de Estado, no sería la única que adelantaría. También, antes de asumir sus funciones, aseguró que mantendría la línea de su antecesor Juan Manuel Santos, quien manifestó que Colombia no reconocería las elecciones presidenciales de Venezuela de mayo de 2018, en las que ganó Nicolás Maduro. Además, Duque dijo que, como repercusión, no enviaría representante diplomático al vecino país. “Es muy difícil para nosotros en este momento ser incoherentes”, enfatizó.

La medida más dura, que fue tomada en bloque por 13 de los países miembros del Grupo de Lima (México no firmó la declaración) se anunció el viernes: ese día el Grupo reunido en la capital peruana dijo en un comunicado que no reconocería el nuevo gobierno de Nicolás Maduro, que toma posesión este jueves 10 de enero. "La declaración adoptada por el Grupo de Lima tiene un mensaje político contundente, donde el principal es el no reconocimiento de la legitimidad del nuevo periodo del régimen venezolano", apuntó el canciller peruano, Néstor Popolizio, quien encabezó la reunión. 

Ver más: "Colombia nunca ha insinuado respaldo a una intervención militar en Venezuela": Canciller

Colombia respaldó esa decisión. Esta semana en una rueda de prensa, el canciller Trujillo explicó la postura colombiana. Aseguró que los "gobiernos que acompañaron la declaración acordaron hacer una evaluación constante de las relaciones con Venezuela, impedir que los altos funcionarios del régimen entren a territorio de los países miembros del Grupo de Lima y también acordaron elaborar listas de personas  jurídicas para no operar con ellos y prenvenir su acceso al sistema financiero y congelar fondos y otros recursos económicos".

Pero insistió en que "los canales diplomáticos nacionales con Venezuela siguen abiertos, a nivel de encargados de negocios". 

Trujillo también le respondió a Venezuela sus críticas contra el presidente Iván Duque. "El presidente Duque es un demócrata, el Presidente es un hombre respetuoso de la legalidad internacional, el presidente Duque actúa de conformidad con lo que son las obligaciones que se desprenden para Colombia de su condición de miembro de la Organización de Estados Americanos (OEA)  y firmante de la Carta Democrática Interamericana. Todas las actuaciones de Colombia, lideradas por el presidente Duque, tienen el propósito, dentro de la legalidad internacional y hemisférica y sin ánimo belicista, de construir consensos con otras naciones para que Venezuela pueda vivir en democracia".

La postura de Colombia no cayó bien en algunos sectores políticos de Colombia, que desde antes de que se acabara 2018 le pidieron al Gobierno no dar ese paso con consecuencias diplomáticas. Por ejemplo, la Comisión de Paz del Senado, a través de un comunicado, llamó a no cesar las relaciones binacionales: “Que se acudan a todos los canales y mecanismos internacionales, incluyendo la Organización de Estados Americanos, para normalizar los vínculos”, dijo en su momento el senador y copresidente de esa célula legislativa Antonio Sanguino, de la Alianza Verde.

Lea: Comisión de Paz del Senado pide al Gobierno no romper relaciones con Venezuela.

También Armando Benedetti, de la U, se unió a estos llamados argumentando que la pérdida de relaciones binacionales abre una puerta a un posible enfrentamiento. “La confrontación con Venezuela viene escalando. A los dos presidentes les convendría un conflicto bélico por las bajas cifras en las encuestas”, manifestó el legislador, en referencia a los dos bombarderos rusos que aterrizaron en Caracas a finales del año pasado. Agregó, también, que esto afectaría a muchísimos colombianos.

A su vez, para el excandidato presidencial y senador de la Colombia Humana Gustavo Petro, la decisión no fue autónoma debido a que Estados Unidos presionó. “A partir de hoy la paz en Latinoamérica corre riesgo. Venezuela está ligada a Rusia y China, y el Grupo de Lima a Estados Unidos. Los intereses de esos países no son los de la región”, escribió en Twitter. Y agregó que “jamás los valores democráticos de una sociedad se imponen desde afuera”, haciendo alusión al caso hipotético de una posible confrontación.

Esta semana, Perú anunció que prohibirá el ingreso al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y a los integrantes de la cúpula de su gobierno, así como sus transferencias bancarias, en cumplimiento de los acuerdos del Grupo de Lima, informó el canciller Popolizio. Sin embargo, en la región el único país que "congeló" relaciones con Venezuela ha sido Paraguay. Lo hizo en 2016, luego de que el gobierno considerara ofensivas unas declaraciones del presidente venezolano.

Este jueves, Paraguay dio un paso más rompió relaciones diplomáticas con Venezuela en rechazo a la juramentación de Maduro.  "He dispuesto el cierre de la embajada y el inmediato retiro del personal diplomático" que se encuentra en Caracas, dijo el presidente el presidente Mario Abdo Benítez, al instar a otros países a expresarse "con hechos concretos a favor del pueblo venezolano".

En Colombia, sectores como el Centro Democrático celebran la decisión del presidente Duque en conjunto con el Grupo de Lima. “Me parece que la comunidad internacional se ha demorado en tomar esta postura. Cada retraso significa más muertes en Venezuela, porque el socialismo de Maduro lo que necesita es tragedia. Por eso hay desplazamiento, desnutrición, desabastecimiento de medicinas. Todo eso es una estrategia macabra del mismo régimen que necesita generar caos aquí y el Estado no tiene la capacidad de absorber esa situación. Entre más rápido se vaya del poder, mejor para Colombia”, manifestó la senadora uribista María Fernanda Cabal.

Ver más: Grupo de Lima no reconocerá nuevo gobierno de Maduro

La declaración del organismo multilateral también exhorta a Maduro a no asumir el poder y traspasárselo a la Asamblea Nacional, liderada por la oposición. También aboga por un bloqueo comercial como estrategia de presión y el impedimento a los funcionarios cercanos al régimen de entrar a las 13 naciones firmantes de la proclamación.

La tarea del presidente Duque, de darle frente a la crisis venezolana, no se limita a su liderazgo dentro de entes como el Grupo de Lima. En septiembre de 2018, el mandatario, junto con otros cinco países de la región y Canadá, interpuso una demanda contra Maduro por supuestos crímenes de lesa humanidad ante la Corte Penal Internacional. Recientemente, en una visita a la Unión Europea, logró captar recursos para el fondo multilateral creado para atender la situación de migración venezolana. A finales de año emitió un documento del Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes) sobre esta materia. Todo esto respondiendo a sus promesas de campaña de mitigar el problema del vecino país. 

Por Natalia Tamayo Gaviria - @nataliatg13

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