El Polo y la eterna división de la izquierda

Clara López y Jorge Robledo en el pasado congreso del Polo. / Archivo particular.

La llegada de las Farc a la vida política del país pondrá a prueba la solidez de algunos de los partidos existentes, en especial la del Polo Democrático Alternativo, que se ha mantenido en los últimos años como la principal opción de la izquierda democrática en Colombia. Y la situación se complica aún más con la disputa abierta que sostienen dos de los principales líderes de la colectividad en el pulso por quedarse con la candidatura a la Presidencia de 2018: el senador Jorge Robledo y la hoy ministra de Trabajo, Clara López Obregón.

Aunque las discrepancias vienen de tiempo atrás, es claro que la forma en que se tramiten definirá en gran parte la supervivencia o al menos la solidez del Polo. Hay que recordar que esta disputa lleva ya varios capítulos: las elecciones presidenciales de 2014, las locales y regionales de 2015 y el Cuarto Congreso Nacional de la colectividad, realizado en mayo de ese mismo año. En todos ellos, la hoy ministra y expresidenta del partido salió como ganadora. De hecho, fue la candidata a la Presidencia y posteriormente la aspirante a la Alcaldía de Bogotá.

Y aunque siempre se hablaba de unidad, la verdad es que en estos procesos las relaciones entre Robledo y López fueron distantes. El punto más alto de la confrontación se dio cuando esta última aceptó ser la ministra de Trabajo, cargo que asumió en mayo del año pasado. “El Polo, desde que se instaló el gobierno de Juan Manuel Santos o desde la campaña, se ha declarado en oposición. En el Cuarto Congreso se ratificó esa postura, tal y como había sucedido también en el Tercer Congreso. Y debe quedar claro que este es un partido que se opone al Gobierno, a su política social y económica”, enfatiza Robledo, quien además exige que se honre el acuerdo político según el cual él respaldaba la aspiración de López a la Alcaldía en 2015, a cambio de ser la carta a la Presidencia de la República en 2018.

De hecho, desde finales del año pasado el congresista anunció su precandidatura y el próximo lunes 13 de febrero hará oficialmente su lanzamiento. Pero, por otra parte, con el control del Comité Ejecutivo Nacional del Polo, Robledo logró sacar adelante una proposición en la que se estableció que si alguien del partido aspiraba a ser candidato a la primera magistratura del Estado, tenía que expresarlo antes del 31 de enero. Es evidente que la decisión buscaba que Clara López definiera su futuro, lo cual no se dio, pues sigue en el gabinete de Santos. Con un elemento adicional de por medio: Robledo consiguió la mayoría en el Comité Ejecutivo luego de recibir el respaldo del excongresista Jaime Dussán, quien en las disputas anteriores había jugado a favor de López.

“Ella decidió excluirse del Polo cuando se fue de ministra y aceptó el programa de Juan Manuel Santos, que es, exceptuando el tema de la paz, antagónico a lo nuestro. Ustedes la vieron defendiendo la reforma, el salario mínimo y atacando a las centrales obreras y a las madres comunitarias. Su jefe político no es el Polo, es Juan Manuel Santos. Lo que ella quiere es que siga la Unidad Nacional ampliada, y ahí se refiere al Polo, pero en la convención de diciembre dijimos que convergencia nacional sí, pero ‘nini’: ni con la Unidad Nacional ni con el Centro Democrático. Está derrotada adentro”, dijo Robledo recientemente en una entrevista con La Patria de Manizales.

Mientras tanto, Clara López recibió hace poco un homenaje de agradecimiento en el Congreso por sus gestiones en el gabinete y aunque la Secretaría del Polo anunció que vencido el plazo del 31 de enero solo se inscribió como precandidato presidencial Jorge Robledo, se conoció que un grupo de más de 5.000 seguidores de Clara López —agrupados en lo que se conoce como Polo Social— la registraron para esa postulación. “Se ven los afanes hegemónicos de la tendencia Moir dentro del partido, que rechazamos por antidemocrática y excluyente”, expresaron en un comunicado, en respuesta al reporte de la Secretaría. Lo claro es que hoy, las fuerzas internas de la colectividad están a la espera de decisiones.

Por ejemplo, el sector de Vamos por los Derechos —que lideran el senador Iván Cepeda y el representante a la Cámara Alirio Uribe— dice ser neutral, a pesar de que en el pasado su apoyo fue para la hoy ministra. Cepeda viene promoviendo un pacto para que, sea quien sea el candidato, garantice que continuará con la implementación del Acuerdo de Paz y el proceso con el Eln. Al respecto, en la última semana hubo una serie de mensajes que dan señales de que la unidad no está del todo perdida. A la instalación de la mesa de diálogos entre el Gobierno y el Eln en Quito, esta semana, viajó una comisión del Polo integrada por todas sus tendencias, incluyendo la de Robledo y la de López, quien además es negociadora. El objetivo es contribuir a que el proceso llegue a feliz término y es una muestra del compromiso del partido con estos diálogos.

Sin embargo, la crispación de los ánimos será inevitable y el próximo Congreso Nacional será el de las definiciones trascendentales. En ese sentido, son dos los caminos: hacerlo de manera ordinaria, que implicaría que debe realizarse antes de mayo y la elección de un nuevo Comité Ejecutivo Nacional; o hacerlo de forma extraordinaria, en cuyo caso tendría que ser antes de mayo y con los delegados elegidos en el Cuarto Congreso, el del año pasado.

Otra de las decisiones claves tiene que ver con la posibilidad de hacer alianza con el partido que surja tras la desmovilización de las Farc. Robledo ha sido reacio a esta posibilidad, mientras que López y Cepeda hablan de una gran coalición de izquierda y la necesidad del famoso “gobierno de transición” del que ha hablado Rodrigo Londoño, Timochenko, comandante de las Farc. De cualquier manera, los vientos de tormenta que hoy soplan en el Polo muestran un panorama incierto y hacen difícil la unidad.

Por ahora, todo indica que la batalla por la candidatura presidencial la va ganando Robledo y lo único que sí es claro es que en el partido ha venido ganando terreno la intención de que para las elecciones de 2018 se vaya en coalición con otras colectividades. Ello sería posible con la aprobación de un proyecto que ya cursa en el Congreso y que busca habilitar ese tipo de alianzas, que hoy solo se pueden hacer para las presidenciales, alcaldías y gobernaciones. Y el encuentro hace algunos días entre Robledo y la senadora Claudia López, precandidata de los verdes, y el exgobernador de Antioquia Sergio Fajardo, independiente, hace pensar en esa posibilidad.