:format(jpeg)/www.elespectador.comhttp://thumbor-prod-us-east-1.photo.aws.arc.pub/1CqbuyweU-D0e136rxr9C5sbZHE=/arc-anglerfish-arc2-prod-elespectador/public/MDLYCMWVQNEKFJWI5LH2LKOQZE.jpg)
Si aceptan la invitación que les hizo la Corte Constitucional, el presidente Iván Duque y el expresidente Juan Manuel Santos podrían verse cara a cara el próximo jueves 7 de marzo, en la audiencia que programó el alto tribunal sobre la utilización del glifosato en la erradicación de cultivos ilícitos en el país.
La idea es que mandatario y exmandatario expongan sus puntos de vista al respecto, acompañados además por los funcionarios y exfuncionarios que tienen que ver con el tema en cuestión. Duque estaría acompañado de los ministros de Justicia, Interior, Medio Ambiente, Salud y Defensa. En el caso de Santos, han sido invitados también quienes fueron sus ministros de salud, Alejandro Gaviria, y Defensa, Juan Carlos Pinzón.
Otro de los personajes invitados por la Corte al debate es el expresidente y actual director del Partido Liberal, César Gaviria, como miembro de la Comisión Global de Política de Drogas, así como Gina Tambini, representante en Colombia de la Organización Mundial de la Salud; Camilo Posso, presidente de Indepaz; Emilio Archila, actual consejero para la Estabilización, y académicos de las universidades Nacional, Javeriana y Guelph (Canadá), entre otros.
Como se sabe, la Corte hace en estos momentos un seguimiento a la sentencia con la que se resolvió una tutela de la Personería de Nóvita (Chocó), en contra de varias entidades, por el uso del glifosato. La audiencia abordará “evidencia científica, actuales investigaciones y nuevos hallazgos sobre los efectos del glifosato en la salud de las personas y en la biodiversidad vinculada al ser humano”, según el documento de la Corte.
Otros temas a tocar tienen que ver con seguridad y defensa, cuáles son los métodos más efectivos de erradicación de cultivos ilícitos y si la única forma es la aspersión aérea con glifosato. También los avances y retrocesos en la implementación de programas de sustitución de cultivos, y el incremento de las áreas sembradas de coca en el país.