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El secretario general de la ONU, António Guterres entregó este jueves al Consejo de Seguridad de dicho organismo el tercer informe con las observaciones que hace la Misión especial en Colombia alrededor de la implementación del Acuerdo de Paz. Las conclusiones, aunque reconocen avances en la forma en la que se ha venido materializando lo pactado en Cuba, sí evidencia preocupaciones por asuntos como la inseguridad en las zonas golpeadas por el conflicto y los pocos recursos para echar a andar los compromisos adquiridos entre el Estado y el hoy partido FARC.
En ese sentido, puso en evidencia el hecho de que varios excombatientes hayan abandonado los Espacios Territoriales de Reincorporación y agregó que “con independencia de sus motivaciones, esta situación ha subrayado el hecho de que el proceso de paz sigue siendo frágil, debido en particular a la persistencia de la violencia en las zonas de conflicto vinculadas principalmente a grupos delictivos”, señala el informe. En ese punto, resaltó que varios de los exguerrilleros han alegado falta de garantías frente a su seguridad jurídica y física.
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Por ello, recordó que la Misión le hizo saber a la Jurisdicción Especial de Paz de su preocupación frente al paradero de excomandantes, como el propio Iván Márquez quien, pese a tener derecho a posesionarse como senador de la República, decidió no tomar la curul. En consecuencia, la máxima instancia de la ONU insistió en la importancia de que los excomandantes guerrilleros hagan saber a la JEP, en el menor tiempo posible, sus contribuciones a la paz y la reincorporación, incluida la asistencia para localizar a las personas desaparecidas.
Al margen de ello, trajo a colación la existencia de la Unidad Especial de Investigación de la Fiscalía y su responsabilidad de investigar los asesinatos de antiguos miembros de las Farc. Nariño, Antioquia, Cauca, Caquetá y Norte de Santander los resalta como los departamentos en donde mayor número de hechos se han presentado, por lo que le pidió a la Unidad ampliar su presencia territorial, “en particular ahora que está extendiendo sus investigaciones a los asesinatos de líderes sociales”. Advirtió, en tal perspectiva, que el éxito de un plan de acción para responder a esta amenaza “deberá ser una prioridad clave del nuevo gobierno”.
Así mismo, Guterres expresó su preocupación alrededor del aumento de cultivos ilícitos en Colombia, expresado en el reporte que hace unas semanas entregó la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. “Las economías ilícitas, que incluyen la extracción minera y las drogas, son una fuente continua de violencia en el país y constituyen una amenaza para el proceso de paz”, alertó el secretario general ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
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Otro aspecto resaltado en el informe tiene que ver, concretamente, con los avances en la reincorporación económica de los exguerrilleros. Guterres afirma que va a la “zaga” y que “dista mucho de haberse logrado”. En ese sentido, recuerda que el compromiso es generar ingresos a cerca de 14.000 miembros acreditados de la organización y que, pese a ello, solo se han aprobado 17 proyectos, de los cuales solo 2 cuentan actualmente con financiación. Sin embargo, resalta que existen iniciativas lideradas por la FARC en varias zonas del país que se encuentran en distintas fases de implementación “con diversos grados de éxito. Muchas de las iniciativas pueden convertirse en empresas de generación de ingresos viables si se les proporcionan mejor asesoría”, recomienda Guterres.
La reincorporación de los menores que fueron reclutados para la guerra contiene un aparte especial dentro del informe de la Misión, pues alerta sobre una situación preocupante en el número de casos de niños que, afirma el documento, no han recibido apoyo suficiente para la subsistencia diaria. Agrega que está pendiente un decreto “para aclarar la respuesta del gobierno a los adolescentes y los jóvenes que han decidido continuar su reincorporación en el interior de los espacios territoriales para capacitación y reincorporación, y la definición de una entidad jurídica para garantizar la sostenibilidad y el presupuesto del programa del Gobierno para la reincorporación de los niños”.
Además, Guterres advierte que tampoco se constituyeron las instalaciones de guardería para los hijos de los excombatientes en las zonas de reincorporación, y añade que tampoco hay programas claros de inclusión social, lo cual “exige una política clara del gobierno”. En el mismo sentido, cuestiona que todavía no se haya logrado avances para una efectiva y garantista reincorporación que fortalezca la equidad de género.
Finalmente, agrega que el personal de la Misión de la ONU está sujeto a amenazas indirectas en departamentos como Arauca, Norte de Santander, Chocó, Cauca, Nariño y Antioquia por cuenta de las actividades de grupos armados ilegales. “Como consecuencia de la siembra de nuevas minas por parte de grupos armados ilegales vinculados al tráfico de estupefacientes, en los primeros ocho meses de 2018, las minas antipersonal se han cobrado 46 víctimas civiles, más del doble que las 18 víctimas civiles registradas durante el mismo período en 2017”, señala el informe.
Lo positivo
En el informe entregado este jueves al Consejo de Seguridad de la ONU, se celebra el hecho de que el gobierno del presidente Iván Duque haya nombrado delegados para continuar con la Comisión de Seguimiento, Impulso y Verificación a la Implementación del Acuerdo Final, por lo que hace un llamado para que se reúnan cuanto antes con los delegados del hoy partido FARC. Resalta el compromiso del nuevo mandatario de seguir avanzando en la implementación, a pesar de advertir sobre la falta de recursos para poder ejecutarlo exitosamente.
También, hace una mención especial al consenso surgido luego de la consulta anticorrupción del 26 de agosto, en el sentido del compromiso multisectorial para acabar con ese flagelo en Colombia. “Los partidos políticos han negociado un paquete de reformas, incluidas las siete propuestas presentadas a la consulta popular (…) son coherentes con las disposiciones del Acuerdo de Paz que, en el capítulo dedicado a las garantías de seguridad, pide que el gobierno prevenga y controle la corrupción, en particular controlando la integridad, el desempeño y los bienes de los funcionarios públicos”, señala Guterres.
Frente al futuro del proceso de paz con el Eln, rechaza los hechos violentos perpetrados por esa guerrilla, pero resalta que el presidente Duque mantenga disposición de retomar las conversaciones bajo condiciones que considera acertadas a la hora de regresar a los diálogos que tienen lugar en Cuba. “Para que exista una plena participación social es necesario que se dé una situación exenta de violencia y propicia para el desarrollo de un diálogo eficaz y respetuoso. Invito a ambas partes a que sigan examinando este potencial de convergencia”, agrega el secretario general.
António Guterres resalta, finalmente, la tranquilidad histórica con la que se desarrollaron las pasadas elecciones legislativas y presidenciales, y valora que dicho registro fue producto del Acuerdo de Paz. Por ello, afirma que la importancia de lo pactado para el futuro del país “tiene ahora más validez”. “Soy optimista y albergo la esperanza de que las instituciones colombianas seguirán trabajando en las cuestiones que están en el núcleo de la agenda de paz: la seguridad, el desarrollo y el estado de derecho en las zonas afectadas por el conflicto; un sistema eficaz de verdad, justicia y reparación a las víctimas; y los compromisos esenciales contraídos con quienes han dejado las armas”, concluye.