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El mejor mensaje que puede enviar el Gobierno en el marco de la negociación de paz con las Farc es que en Colombia hay garantías reales de participación política para las minorías y los partidos de oposición. Sin embargo, el aumento en el umbral que se daría para las elecciones de 2014 podría llevar a la desaparición de los partidos Verde, MIRA, PIN, Cambio Radical y hasta el Polo Democrático, en caso de no alcanzar los votos suficientes para mantener vigentes sus personerías jurídicas.
Por este motivo, el Gobierno y minorías han venido hablando de la necesidad de tramitar una iniciativa legislativa que garantice la supervivencia de estos partidos y que incluso se convierta en la herramienta para garantizar la participación en la arena política de quienes dejen las armas. Aunque aún no está definida la fórmula, El Espectador ha conocido que podría hacerse a través de una reforma política o del estatuto de oposición en el que ha venido insistiendo el ministro del Interior, Fernando Carrillo.
Las cuentas son claras. De acuerdo con las proyecciones de la organización electoral, está calculado que para 2014 voten cerca de 15 millones de colombianos; en ese caso el umbral del 3% significaría un promedio de 450.000 votos, una cifra que es posible que estos partidos no alcancen, por lo que perderían sus personerías.
Al respecto, el presidente del Partido Verde, Alfonso Prada, manifestó que “nosotros tenemos claro que necesitamos una gran reforma política, no sólo para garantizar la supervivencia de los partidos pequeños. Estamos hablando de una reforma que garantice la democracia. Por ejemplo, el Polo podría perder su personería. ¿Cómo podemos hablar de democracia sin garantizar espacios para la oposición?”.
La propuesta de Prada resulta más ambiciosa, pues asegura que “la reforma debe contar con una norma transitoria que le otorgue personería jurídica a quienes cambien la lucha armada por la lucha política, de este modo podrán tener representación en el Congreso, participación en elecciones regionales, financiación estatal y espacios en los medios de comunicación”.
Sobre este espinoso tema el Gobierno ha preferido ser prudente y esperar los avances que logren los equipos negociadores en La Habana (Cuba). Sin embargo, Carrillo reconoció que “para hablar debemos convocar a la oposición, incluyendo a la Marcha Patriótica; ellos también merecen un diálogo sobre las reglas de juego para garantizar la participación”. El ministro dejó claro que estas decisiones sólo se podrán tomar bajo las reglas de la democracia.
En el movimiento político MIRA, uno de los posibles afectados con el aumento del umbral de votos, también reclaman el trámite de una reforma que garantice la participación política. La senadora Alexandra Moreno Piraquive afirma que “en un Congreso en el que se impone la Unidad Nacional que respalda al presidente Juan Manuel Santos es necesario que existan otras voces; esa es la esencia de la democracia. No podemos pensar en devolvernos a la época del bipartidismo”.
Moreno Piraquive dijo que el país se ha tomado la ruta de la paz y este camino necesariamente debe estar acompañado de la posibilidad de que quienes busquen alternativas políticas diferentes tengan los escenarios adecuados para hacerlo. El senador Édgar Espíndola del Partido de Integración Nacional (PIN) respaldó este planteamiento y aseguró que, “en el pasado, nosotros anunciamos que ese aumento del umbral era antidemocrático y el tiempo nos está dando la razón”.
Espíndola agregó: “Necesitamos tramitar reglas mínimas para que los partidos minoritarios y de oposición participen. Esta es una reforma que tiene que llegar al Congreso y la vamos a estar acompañando”. El senador dejó claro que su partido ya está buscando alianzas para el proceso electoral que se acerca, con el fin de mantenerse en la arena política.
En Cambio Radical también hay preocupación por la posibilidad de perder en las urnas la personería jurídica, por eso, uno de sus voceros, el representante Germán Varón Cotrino, sostiene que “el umbral no debe aumentar porque afectaría la participación democrática, y lo más preocupante es que el Polo, la única voz que tiene la oposición en este momento, podría desaparecer. Este es un tema que revisaremos en bancada, pero yo considero que es necesario tramitar”.
No obstante Varón Cotrino sostiene que el tema no puede ir ligado a los diálogos de paz con las Farc y al éxito de ese proceso. “Serán los acuerdos a los que se llegue en La Habana sobre lo que tendremos que legislar; no podemos anticiparnos a un debate o imponer fórmulas que pueden no resultar adecuadas”, afirmó.
En próximos días, Gobierno y partidos establecerán mesas de diálogo para construir una reforma consensuada que garantice su supervivencia política, tal como ha señalado el ministro Carrillo: “Vamos a trabajar en el estatuto de oposición y si es necesario trabajaremos en una reforma política que nos dé unas nuevas reglas de juego electorales que solucionen los problemas que tienen los partidos”.