Como él mismo lo advirtió, una espada de Damocles pende sobre la cabeza del exgobernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos. Se trata de la decisión final que tiene en este momento la Corte Suprema de Justicia sobre su caso, en medio del escándalo del denominado ‘cartel de la toga’. Ramos resultó salpicado porque, justamente, mientras esperaba un fallo absolutorio en el proceso que le adelantó el alto tribunal por sus presuntos vínculos con el paramilitarismo, su nombre fue mencionado en las conversaciones interceptadas por la DEA que demostrarían que influyó con recursos para salir favorecido por la Corte. (Lea: Estos son los procesos en contra de Andrade, Besaile y Ramos en la Corte Suprema)
Todo este embrollo judicial ha afectado, una vez más, las pretensiones electorales del también excongresista quien, tras recobrar su libertad, estaba listo para lanzarse al agua en las elecciones presidenciales de 2018. Pero se cansó de esperar y, ayer, en un evento público, anunció su inscripción como militante del Centro Democrático para emprender la carrera por ser designado como candidato único del uribismo.
“Que nadie piense que es un reto o un gesto de rebeldía contra la Corte Suprema de Justicia. Pero como ciudadano, tengo derecho a clamar por que se me haga justicia, que cese este terrible suplicio moral que significa estar libre pero permanecer sub judice. Debo decir que una justicia que no es pronta puede ser la mayor de las injusticias”, dijo Ramos. (Lea: Luis Alfredo Ramos, entre la justicia y la política)
Y es que desde que quedó libre en noviembre del año pasado, tras permanecer tres años y tres meses privado de su libertad, el exgobernador se ha dedicado a salir a exponer su caso en distintos ámbitos académicos, por considerarse víctima de los llamados falsos testigos.
Sin embargo, la deuda pendiente que, según considera, tiene con sus seguidores desde que fue precandidato presidencial en 2014 por el partido que dirige el expresidente Álvaro Uribe, lo obliga a que hoy, nuevamente, busque llegar a la Casa de Nariño. “Me siento con la experiencia, con los conocimientos y con fortaleza de carácter para gobernar este país. He decidido dar el primer paso para presentar mi nombre y competir en la construcción de la gran coalición que lideran los presidentes Álvaro Uribe y Andrés Pastrana”, enfatizó.
En el Centro Democrático dicen que están a la espera de su absolución por parte de la Corte Suprema para que pueda entrar a competir con los otros precandidatos: Iván Duque, María del Rosario Guerra, Paloma Valencia, Rafael Nieto Loaiza y Carlos Holmes Trujillo. Sin embargo, a algunos no deja de causarles temor jugársela por Ramos y, ante una decisión adversa en los tribunales, quedarse sin candidato de la noche a la mañana. (Lea: Luis Alfredo Ramos: ¿una candidatura sepultada?)