En medio de alegría y reclamos: Colombia renueva mandato de mantener oficina de DD.HH. de ONU

El acuerdo para renovar su permanencia en el país se firmó en Ginebra, pese al suspenso y expectativa que hubo alrededor de las negociaciones que duraron cerca de siete meses. / Cortesía.

Es oficial: la oficina del alto comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, dirigida por Michelle Bachelet, se queda en Colombia. El acuerdo para renovar su permanencia en el país se firmó en Ginebra, pese al suspenso y expectativa que hubo alrededor de las negociaciones que duraron cerca de siete meses. 

“El propósito del Gobierno fue siempre renovar el acuerdo y había que darle una mirada a ese texto porque viene de 1996. Han transcurrido 26 años. Hubo voluntad política de un lado y necesidad de mirar con propósito de actualización el mismo acuerdo”, le dijo el canciller Carlos Holmes Trujillo a W Radio. 

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Sin embargo, las afirmaciones del ministro sobre las intenciones del Gobierno Duque con la oficina de Derechos Humanos de la ONU no estuvieron exentas de cuestionamientos por parte de la comunidad política. 

Días antes de la firma del acuerdo, el expresidente Ernesto Samper mandó un mensaje de alerta a los colombianos al decir que funcionarios diplomáticos exigían “el desmonte” de la oficina en Colombia. Así mismo, Álvaro Leyva lanzó palabras contundentes a Francisco Barbosa, el consejero presidencial para los Derechos Humanos: “el paso por el gobierno es efímero, no se traicione. No haga trizas la oficina”, trinó. Lo hicieron, también otros diplomáticos como Mario Madrid-Malo, exasesor de ese organismo por más de 10 años y 100 organizaciones de la sociedad civil que, por medio de una carta, pidieron explícitamente al presidente renovar el acuerdo. 

Sus reclamos no fueron fortuitos. El pasado 20 de julio este diario publicó apartes del borrador que proponía el Gobierno para modificar y darle un giro a las funciones de la oficina en Colombia. Entre ellas, la eliminación de las palabras “conflicto armado interno”, dado que insistían en que esa realidad era algo del pasado y ahora proponían actualizar el texto y decir que el país atravesaba “una compleja situación”. 

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En medio de ese tire y afloje entre funcionarios públicos y figuras políticas críticas de la línea del Ejecutivo, el acuerdo se firmó. El consejero Barbosa desmintió que hubiera intenciones de acabar con el organismo bilateral. 

Mientras, el canciller Trujillo reiteró que lo fundamental era el mandato y que el resto (es decir, toda las inconformidades y reclamos) eran cuestiones “anecdóticas”. “El acuerdo es lo que importa. Todo el texto es consecuencia de reflexiones de las dos partes”, dijo. 

Y expresó que las funciones de la oficina son: asesoría, asistencia técnica y de cooperación. “Para efectos de cumplir con eso se realizan actividades propias en territorio colombiano. Ese es el marco institucional”, añadió el ministro. 

Mientras, Bachelet, la alta comisionada de esa oficina, agradeció por la “buena voluntad” de esta administración para finalmente renovar su estadía. 

Gobierno sí prorrogará estadía de Oficina de DD.HH. de Naciones Unidas

“Contamos con que seguiremos manteniendo una estrecha colaboración con todos los estamentos gubernamentales, así como con la vibrante y valiente sociedad civil colombiana, con los diversos mecanismos regionales de protección y con la comunidad internacional. También nos permitirá seguir implementando las responsabilidades específicas de mi Oficina previstas en el Acuerdo de Paz suscrito entre el Gobierno y las FARC”, señaló la comisionada.