En Puerto Boyacá se hará monumento en honor a las víctimas de los paramilitares

Este letrero, puesto a la entrada de Puerto Boyacá desde finales de los 70, se convirtió en símbolo del paramilitarismo en Colombia. / Archivo-El Espectador

El alcalde de Puerto Boyacá, Óscar Fernando Botero, anunció que ya recibió por parte de Federico Gutiérrez, alcalde de Medellín, el material producto de la fundición de las armas que entregaron los grupos de autodefensa en su desmovilización, hace más de 12 años, para construir un monumento a las víctimas del paramilitarismo, que será ubicado en el parque central del municipio.

“Debo agradecer al alcalde de Medellín por habernos cedido este material, que para nosotros, más que el resultado de la fundición de armas paramilitares, es una manera de dignificar a las víctimas del conflicto armado, pues pese a que durante años llevaron a cuestas secuelas del conflicto, hoy son la viva muestra del perdón y la reconciliación, y eso es algo que hay que destacar”, manifestó el alcalde Botero.

Se trata de más de 13 mil armas convertidas en vigas de hierro, que fueron presentadas a integrantes de la mesa de víctimas de Puerto Boyacá. La Gobernación se encargará del diseño del monumento, que será construido por José Cristiano Barrera, boyacense y maestro en bellas artes, con la colaboración de dos artistas internacionales, Alejandro Mardones Guillen, escultor chileno y Andrés Arjona Martínez, artista visual español.

Este tendrá una altura cercana a los 12 metros y contará con una simbología alusiva al número 3, que reúne Verdad, Justicia y Reparación. Este monumento constará de dos obeliscos situados en el centro de un triángulo equilátero y unas placas en acero, con una leyenda conmemorativa.

Puerto Boyacá ha sido un municipio con una historia de violencia particular en el contexto del conflicto colombiano, donde la hoy desmovilizada guerrilla de las Farc y los grupos de autodefensa se disputaron su territorio dejando una estela de sangre. Muchos campesinos y ciudadanos del común, en medio del fuego guerrillero, paramilitar e incluso de las fuerzas del Estado, fueron estigmatizados como colaboradores de la subversión, ejecutados, torturados o desaparecidos, en una campaña de exterminio y barbarie en favor de encumbrar a Puerto Boyacá en la década de los 90 como la "capital antisubversiva de Colombia".

Para Mario, Rosa y Claudia, integrantes de la mesa de víctimas del municipio y que estuvieron presentes en la entrega del material, la construcción del monumento servirá para que Puerto Boyacá muestre una cara diferente, que refleje la capacidad de reconciliación de sus gentes.