La alianza entre el Partido Verde y los Progresistas vive este miércoles su primera gran crisis a tan sólo unas pocas horas de sellar la unión.
El exsecretario Guillermo Asprilla, vocero de Progresistas, rechazó el nombre aprobado por los verdes: Alianza Verde, porque no refleja el sentido de la unión.
"El nombre debe reflejar la realidad de la fusión...la realidad es que se trata de una función en la cual los movimientos aportan su legado histórico", señaló.
Además, Asprilla defendió que la mejor forma de garantizar el legado de cada partido es hacer que cada uno incluya su nombre para que concurran la simbología de los dos partidos.
"No hemos pedido a Partido Verde que renuncie a su nombre, es inaceptable nos pidan renunciemos al nuestro", sostuvo.
Y agregó: "Pido a delegados del Congreso del Partido Verde no adoptar hechos cumplidos que dificulten llevar a buen término los acuerdos de las dos fuerzas".