Estancamiento en el acceso al poder por parte de las mujeres

Cuantitativamente las cifras preocupan. Se redujeron las gobernadoras electas, pero se mantuvo el número de alcaldesas.

Natalia Tamayo Gaviria - @nataliatg13
12 de noviembre de 2019 - 11:00 a. m.
Las elecciones del 27 de octubre muestran un estancamiento en la participación de las mujeres. / Cristian Garavito
Las elecciones del 27 de octubre muestran un estancamiento en la participación de las mujeres. / Cristian Garavito

Conformarse con las leyes que aseguran la representatividad de las mujeres en la política no es una opción en la búsqueda de la igualdad de género. Los hechos demuestran que por más que se cuente con normativas como la Ley de Cuotas, que determina que las listas a corporaciones deben cumplir con un mínimo del 30 % de uno de los géneros, el llegar a los cargos de elección popular, de forma efectiva, no se les está asegurando.

Basta mirar, por ejemplo, el incumplimiento de algunos partidos con las listas a concejos, asambleas y juntas administradoras locales, que no lograron esa cuota del 30 % de mujeres. Fueron 137 en total a escala nacional. O de la poca representatividad de estas como cabezas de esas listas. En el caso puntual de Bogotá, de trece partidos, solo cuatro tuvieron rostros femeninos como jalonadoras de las nóminas para el Concejo. Fue el caso de Clara López Obregón, de Colombia Renaciente; María Andrea Nieto, de Cambio Radical; Ana Teresa Bernal, de Colombia Humana, y Sara Castellanos, del Partido Liberal. Un panorama que se replica en todo el territorio nacional.

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El encabezamiento, en voz de Alejandra Mora, secretaria de la Comisión Interamericana de Mujeres, es una estrategia de implementación para que la llegada al poder de las candidatas sea real. “A esto hemos llamado paridad horizontal (…) si no figuramos en las listas, con esta heterogeneidad de partidos políticos, como en el caso de Colombia, que son 16, nunca vamos a llegar a ser electas”, dijo.

Como prueba de que las leyes no están diseñadas, en definitiva, para que las mujeres sean elegidas, están los resultados de los comicios del 27 de octubre, pues, en vez de mejorar, el balance es de estancamiento, situación que preocupa a las organizaciones feministas. En todos los cargos se redujeron los porcentajes. Sin embargo, hay resultados cualitativos en los que la esperanza se deposita por la gran preponderancia que tienen para el país. Es el caso de Claudia López, primera alcaldesa de Bogotá; Virna Johnson, en Santa Marta. Y dos indígenas: Mercedes Tunubalá como mandataria de Silvia (Cauca) y Rosalba Ipia Ulcué, única diputada en la Asamblea.

La situación no se puede reducir a un promedio de mujeres electas en general, sino, vale la pena, poner lupa en los resultados. En el panorama de gobernaciones se destacó la disminución de nuevas mandatarias para el período 2020-2023. Solo dos llegarán a decidir sobre el futuro de sus departamentos: Clara Luz Roldán en Valle y Elsa Noguera en el Atlántico. Representan el 6,3 %, una reducción del 60 % en comparación con 2015, cuando salieron ganadoras cinco, según apunta Sisma Mujeres.

El escenario en el país es que por cada quince hombres elegidos solo una mujer llega al poder. “Esto nos dice mucho sobre el relacionamiento de las mujeres con la política. Cada vez que vamos más arriba en el escalafón de representación, somos más invisibilizadas”, apuntó Carolina Mosquera, investigadora de la organización mencionada. Y esto también se compagina con el número de candidatas que aspiraron al cargo: de 165 solo 21 eran mujeres, mientras que en 2015 se presentaron 25.

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En cuanto a ciudades, creció el número de candidatas, que pasó de 649 a 781, pero no hubo aumento de mujeres electas. La cifra se estancó en 134, de acuerdo con el último informe de Sisma. Pese a esto, el documento destaca, por ejemplo, que Vaupés superó el 30 % de alcaldesas que llegarán al poder en 2020, seguido de Caquetá, con el 25 %; Atlántico y Meta, con el 20 %, y Sucre y Cauca, con el 19 %. Sin embargo, se alerta que en los departamentos de Amazonas, Arauca, Guainía, Guaviare, La Guajira, Risaralda, San Andrés, Vichada y Cesar no hubo ni una aspirante que el próximo año asuma como máxima autoridad local. En Cesar, por ejemplo, se pasó de tener seis alcaldesas a ninguna.

“Con estos resultados y los de las corporaciones, se puede decir que no hemos retrocedido mucho, pero estamos en 2019 y el panorama debería ser diferente. Mientras otros países de América Latina avanzan en temas de paridad, en Colombia estamos estancados. Ni siquiera llegamos al 20 % de la representación femenina en las corporaciones. No superamos ese porcentaje y tampoco logramos el 30 % que señala la Ley de Cuotas”, alerta Mosquera.

Aunque aún no terminan los escrutinios en todo el país —y, por ende, algunas segundas votaciones no han aceptado su curul en la corporación correspondiente—, se puede tener un somero panorama y aquí es cuando resuenan las palabras de la investigadora de Sisma. En los concejos de las ciudades capitales, en promedio, no se supera el 15 % de mujeres electas, a excepción de Cali (33,3 %) y Bogotá (31,1 %), aunque sí se rebasó la cifra de hace cuatro años, de 74 a 89; y, más significativo aun, el crecimiento de escaños femeninos en la capital, de ocho a catorce. Inquieta, no obstante, que ni en Arauca, Manizales, Villavicencio y Pasto se haya elegido por lo menos una aspirante que desde el concejo trabaje por los derechos de las mujeres. El análisis detalla que “por cada concejala elegida en una ciudad capital al menos cinco hombres fueron elegidos”.

En relación con las asambleas, ocurrió el mismo fenómeno que en los concejos. Aumentaron las candidatas en un 4,7 %; es decir, 1.321 de 3.583 aspirantes en total. Igualmente, se incrementaron las electas, de 70 en 2015 a 74 este año. Pero la presencia femenina en esta corporación sigue relegada a menos del 20 %. De los resultados rescatables están los que superaron el 30 % de nuevas diputadas que llegarán a ejercer control político. Es el caso de Sucre, con el 45 %; Caquetá y Casanare, 36 %, y Huila, 33 %. Quindío fue la única región que no eligió a rostros femeninos para el cargo.

La conclusión de Sisma Mujeres es que, a mayor poder, menor representación. La recomendación sigue siendo la misma: impulsar legislativamente la paridad, alternancia y universalidad. “Hemos promovido en el marco del debate de reforma política que se incluyan estos principios de los que la Corte ya se ha pronunciado. Lamentablemente el Congreso ha tumbado el artículo en varias ocasiones. Y la Ley de Cuotas no es suficiente, se ha demostrado que no es eficaz. Los partidos lo ven como un techo, no como un piso de despegue. Hay que impulsar mecanismos que impliquen la elección efectiva de mujeres”, concluyó Mosquera.

Información tomada de informe de Sisma Mujeres. La última gráfica corresponde a mujeres elegidas en gobernaciones.

Por Natalia Tamayo Gaviria - @nataliatg13

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