La estrategia del gobierno Santos frente a las nuevas cifras de pobreza

Las brechas entre zonas urbanas y rurales sigue siendo el hueco en la política de equidad. Especialistas señalan que las cifras son superiores a las del resto del continente pero pueden caer por la desaceleración de la economía.

Redacción Política
24 de marzo de 2015 - 07:56 p. m.
El Presidente Juan Manuel Santos resaltó este martes que 4 millones 400 mil personas han salido de la pobreza durante los últimos cuatro años, durante un conversatorio realizado con expertos en la Casa de Nariño. / Cortesía Presidencia de la República
El Presidente Juan Manuel Santos resaltó este martes que 4 millones 400 mil personas han salido de la pobreza durante los últimos cuatro años, durante un conversatorio realizado con expertos en la Casa de Nariño. / Cortesía Presidencia de la República

En 2014, de acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), 28 de cada 100 colombianos estuvieron en condición de pobreza monetaria, mientras que 8 de cada 100 estuvieron en la pobreza monetaria extrema. De acuerdo con la medición oficial, una familia de cuatro personas se considera pobre con ingresos por el orden de $ 847.228 y, en pobreza extrema, cuando tiene ingresos por $ 376.412. Las cifras dan cuenta de una reducción de 18,9 y 14,8 puntos, en pobreza y pobreza extrema, respectivamente, porcentuales en los últimos diez años.

En un conversatorio en la Casa de Nariño, en el que fueron presentados los resultados de 2014, el presidente Juan Manuel Santos reconoció que si, aproximadamente, uno de cada tres colombianos es considerado pobre, “hay mucho por mejorar”. El jefe de Estado destacó que “de 40,3% que era la cifra que teníamos en el Gobierno cuando asumimos el 7 de agosto de 2010, a la última cifra, 28,5% hay una reducción de casi 12 puntos”. En concreto, durante el primer cuatrienio de la Unidad Nacional, 4,4 millones de colombianos dejaron de ser pobres, y 2,5 millones dejaron la pobreza extrema.

Asumen en el Ejecutivo la reducción es menor en la pobreza extrema pues ésta se concentra en las zonas rurales de baja densidad poblacional. En ese sentido, el presidente dijo que una de las dificultades que tiene el Gobierno para focalizar la inversión en el campo es la falta de información.

Entretanto, Mauricio Perfetti, director del Dane, señaló que “en el censo agropecuario que venimos adelantando va a haber información de pobreza multidimensional. Vamos a saber dónde está específicamente el déficit de vivienda rural, los indicadores de acceso a educación, a programas de primera infancia. Toda será información georeferenciada”.

Otra de las conclusiones que dejó el conversatorio es que las prioridades del Ejecutivo pasan, en primer lugar, “por la educación con nuevos lentes, que enfoquen el tema desde la población joven”. Eso sí, sin perder d vista los temas de informalidad en las relaciones laborales que se dan en el agro. “Para llegar a la meta hay que priorizar lo rural. La política de primera infancia que ha dado resultados en ciudades medianas y pequeñas hay que llevarla a territorios que son dispersos. Nuestro manta es perseverar e innovar”, dijo Santos.

Por su parte, Tatyana Orozco, directora del Departamento de Prosperidad Social, señaló que “vamos a mover el ‘ejército social’ hacia las zonas rurales con un concepto que se llama Intervenciones rurales integrales y que venimos probando en Nariño y en el sur de Bolívar. No solo vamos con programas de generación de ingresos”.

“Si uno no tiene casa, acceso a la salud o a la educación, uno no puede generar ingresos cabalmente. Pretendemos llegar con toda las instituciones del Estado. Y en el corto plazo esperamos operar en 110 municipios con intervenciones integrales enfocadas en lo rural”, puntualizó.

Quienes hablaron del nuevo recetario no fueron exclusivamente funcionarios del Ejecutivo. Por ejemplo, Juan Carlos Ramírez, de la comisión económica de Naciones Unidas para América Latina, sostuvo que, “en el continente, la reducción de pobreza se estancó. Colombia muestra una reducción superior a la mayoría de los países de la región. Esto se debe, en parte, a mejoras en la educación y a la disminución de la presión demográfica, lo que redujo la reducción sobre el mercado laboral y el número de personas dependientes del Estado”

No obstante, advirtió que “se acabó la doble calzada, se nos acabó el valle. Vienen unas pendientes en la ruta contra la pobreza. Vamos a tener menores beneficios en el crecimiento económico. Hay que proteger a los sectores pobres. Es decir, con el escenario de devaluación hay que cuidar los precios de la canasta y se pueden potenciar algunos sectores productivos. La educación es la garantía de que estas cifras se sostengan”.
 

Por Redacción Política

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