Una fórmula mixta para blindar jurídicamente lo que se acuerde en la mesa de negociaciones entre gobierno y Farc en La Habana, fue pactada por los equipos negociadores de las partes en Cuba. El Espectador conoció que se trata de un acuerdo para que lo pactado se eleve a Acuerdo Especial Humanitario. Tal y como lo estipula el DIH, con está fórmula queda solventadoel problema de las garantías jurídicas para que lo pactado en La Habana sea incorporado al bloque de constitucionalidad colombiano.
En parte, hace algunos días el jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, había adelantado que la mesa estudiaba Una fórmula mixta para blindar jurídicamente lo que se acuerde en la mesa de negociaciones entre gobierno y Farc en La Habana, fue pactada por los equipos negociadores de las partes en Cuba. El Espectador conoció que se trata de un acuerdo para que lo pactado se eleve a Acuerdo Especial Humanitario. Tal y como lo estipula el DIH, con está fórmula queda solventado el problema de las garantías jurídicas para que lo pactado en La Habana sea incorporado al bloque de constitucionalidad colombiano.
En parte, hace algunos días el jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, había adelantado que la mesa estudiaba varios mecanismos, entre ellos “la caracterización del posible Acuerdo Final al que se llegue como un acuerdo especial a la luz de las normas del Derecho Internacional Humanitario” o “la incorporación al llamado bloque de constitucionalidad del Acuerdo. Y una tercera: una declaración del Gobierno comprometiéndose ante Naciones Unidas a respetar y cumplir lo pactado. Son ideas”.
Sobre el tema el jefe de la delegación de las Farc, Iván Márquez, ha expresado que para la guerrilla el acuerdo especial es el recurso más eficaz y corto. “No tiene sentido convertir este tramo final en un viacrucis innecesario cuando lo que se busca es salvaguardar la protección en todo sentido de quienes han padecido la guerra”, explicó recientemente el comandante guerrillero.
Con este anuncio, las partes dan un paso decisivo en la discusión del sexto punto de la agenda de diálogos, que tiene que ver con la implementación, verificación y refrendación de los acuerdos. Ahora las delegaciones de paz se entregarán de lleno a trabajar en un acuerdo en torno al fin del conflicto para que, cuando acabe el ciclo 50 de diálogos -el 25 de mayo-, los colombianos conozcan la manera como se llegará al cese bilateral y definitivo de fuegos y hostilidades, así como el cronográma para la dejación de las armas por parte de la insurgencia. varios mecanismos, entre ellos “la caracterización del posible Acuerdo Final al que se llegue como un acuerdo especial a la luz de las normas del Derecho Internacional Humanitario” o “la incorporación al llamado bloque de constitucionalidad del Acuerdo. Y una tercera: una declaración del Gobierno comprometiéndose ante Naciones Unidas a respetar y cumplir lo pactado. Son ideas”.
Sobre el tema el jefe de la delegación de las Farc, Iván Márquez, ha expresado que para la guerrilla el acuerdo especial es el recurso más eficaz y corto. “No tiene sentido convertir este tramo final en un viacrucis innecesario cuando lo que se busca es salvaguardar la protección en todo sentido de quienes han padecido la guerra”, explicó recientemente el comandante guerrillero.
Con este anuncio, las partes dan un paso decisivo en la discusión del sexto punto de la agenda de diálogos, que tiene que ver con la implementación, verificación y refrendación de los acuerdos. Ahora las delegaciones de paz se entregarán de lleno a trabajar en un acuerdo en torno al fin del conflicto para que, cuando acabe el ciclo 50 de diálogos -el 25 de mayo-, los colombianos conozcan la manera como se llegará al cese bilateral y definitivo de fuegos y hostilidades, así como el cronográma para la dejación de las armas por parte de la insurgencia.