Gina Parody deja su cargo un mes para encabezar campaña por el Sí en el plebiscito

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Durante un Consejo de Ministros en la Casa de Nariño, el presidente Juan Manuel Santos expresó su deseo de que la ministra de Educación, Gina Parody fuera la encargada de liderar la campaña del Sí en el plebiscito por la paz, y así se sume al trabajo ejecutado por el expresidente César Gaviria.

Este deseo lo apoyaron los demás ministros y por esta razón le fue otorgada una licencia a Gina Parody, quien deja su cargo a partir de este martes y en su reemplazo estaría el viceministro de Educación Superior, Francisco Cardona.

Parody estará apartada de la cartera de Educación durante las próximas cinco semanas hasta que se vote el plebiscito por la paz, el próximo 2 de octubre, fecha en la que retornará a su cargo.

La licencia que pidió Parody para regresar a la política electoral, que en su último capítulo le generó una derrota en las elecciones a la alcaldía de Bogotá contra el exmandatario de la capital Gustavo Petro, puede se un importante aporte en la arena del debate, incluso en la discusiópn política contra los principales detractores del acuerdo de paz, encarnados en la oposición del Centro Democrático.

Sin embargo, la apuesta resulta rriesgada. Gina Parody es, en la acutalidad, uno de los funcionarios de Gobierno más impopulares. Ha enfrentado escándalos como el de las cartillas para educación sexual, en el que hubo muchas mentiras, pero también quedó en evidencia que el Ministerio de Educación si había firmado un acuerdo con Naciones Unidas Unidas, cuyo contenido salió a refutar el propio presidente Juan Manuel Santos.

Además, hace poco también fue duramente cuestionada por las senadoras Viviane Morales y Sofía Gaviria por inconsitencias en los Programas de Alimentación Escolar (PAE). Incluso, también fue objeto de contundentes críticas por equiparar el estatus profesional de un técnico con un tecnólogo. 

Esas polémicas han minado la imagen de la ministra Gina Parody ahora que empieza campaña por la paz. Por otro lado, su claras posturas antagónicas con el uribismo podrían gerenar una polarización más grande en un debate en el que ya es clara la división en el país, tal como lo reflejan las encuestas.