Hijo de Juan José Chaux sería viceministro del Interior

Su nombramiento se da como un hecho en los pasillos del Ministerio del Interior; pero las sombras de su padre, acusado de patrocinar el paramilitarismo, podrían poner en apuros su designación.

Juan David Laverde Palma
24 de marzo de 2019 - 02:00 a. m.
 El viernes la Presidencia publicó la hoja de vida de Francisco José Chaux, el paso previo al nombramiento.  /Tiempo Real Popayán
El viernes la Presidencia publicó la hoja de vida de Francisco José Chaux, el paso previo al nombramiento. /Tiempo Real Popayán

El abogado caucano Francisco José Chaux Donado está a las puertas de ser el nuevo viceministro de relaciones políticas del Ministerio del Interior. Aunque no se ha hecho oficial, su nombramiento está prácticamente cocinado tras el retiro de Juan Manuel Daza de ese cargo. Fuentes consultadas del alto Gobierno le aseguraron a El Espectador que la ministra Nancy Patricia Gutiérrez ya le hizo saber al mismo Chaux que sería el elegido. De hecho, esta semana lo encargó temporalmente en ese puesto. Un hombre de la absoluta confianza de Gutiérrez, quien lo llevó al Ministerio como su asesor en septiembre de 2018. Según su hoja de vida, tiene una especialización y una maestría en Derecho Constitucional y en el pasado desempeñó distintos cargos en la Agencia de Defensa Jurídica del Estado, el Consejo de la Judicatura, el Senado, el Ministerio de Educación y el Incoder.

Una hoja de vida meritoria con un pero mayúsculo: es hijo del excongresista y exgobernador Juan José Chaux Mosquera, enjuiciado por sus presuntos nexos con grupos de autodefensa y hoy en carrera para ser aceptado por la Jurisdicción Especial para la Paz. Aunque la JEP todavía no ha admitido su caso, si su hijo es nombrado viceministro, su primer impedimento está cantado: no podrá asistir a ningún debate legislativo sobre el trámite de las objeciones del presidente Iván Duque a varios artículos de la Ley Estatutaria de la JEP. De todas maneras —señaló una fuente consultada—, “no deja de ser paradójico que un caucano del más rancio abolengo, hijo de un exgobernador del Cauca procesado por parapolítica, llegue a ese cargo en momentos en que arrecian las protestas en la vía Panamericana por las deudas históricas con las comunidades indígenas”.

Este diario revisó el expediente en el que se consignan las acusaciones contra Juan José Chaux y estas no son menores. Uno de los testigos en su contra es Freddy Rendón Herrera, más conocido como el Alemán, quien le contó a la justicia que Chaux Mosquera patrocinó el paramilitarismo en la región del Cauca. De acuerdo con el proceso, en su calidad de senador de la República entre 1998 y 2002, Chaux Mosquera habría tenido estrechas relaciones con Hébert Veloza García, alias H.H., jefe de las autodefensas del Bloque Calima, extraditado a los Estados Unidos en mayo de 2008. En la acusación en su contra se lee que estos nexos con el grupo ilegal pretendían propiciar “el tránsito de la actividad paramilitar como una forma de dominio y control de la población civil y la institucionalidad del Estado”.

Varios testigos refirieron que Juan José Chaux Mosquera asistió, en noviembre de 2001, a una cumbre de las autodefensas en la finca La 21, uno de los cuarteles generales de Carlos Castaño Gil. “No obstante su condición de senador de la República, actuó como otro miembro de la organización ilegal. Fue llevado por Hébert Veloza García como vocero político del Bloque Calima e intervino ante los demás asistentes a esa cumbre para defender la lucha de las autodefensas y de sus postulados políticos e ideológicos, cuyo origen calificó de noble”, dice otro aparte de la acusación en su contra. Varios desmovilizados salpicaron a Chaux Mosquera en sus versiones libres, pero el más contundente fue H.H. Por ejemplo, dijo que desde 1998 comenzaron los acercamientos con Chaux y que gracias a estos acuerdos el barón político obtuvo réditos electorales.

Pero el episodio de la parapolítica no ha sido el único dolor de cabeza de Chaux, quien ha sido concejal de Popayán, su tierra natal; representante a la Cámara entre 1990 y 1998, senador entre 1998 y 2002, gobernador del Cauca entre 2004 y 2007 —en plenas negociaciones con las autodefensas en Santa Fe de Ralito (Córdoba)— y luego embajador en República Dominicana del segundo gobierno de Álvaro Uribe Vélez. En abril de 2008 Juan José Chaux fue uno de los asistentes a la famosa reunión de “La Casa de Nari”, en la que se reunieron emisarios de Diego Fernando Murillo Bejarano, alias Don Berna, con funcionarios del Gobierno. Grabaciones reveladas en su momento por la revista Semana dejaron constancia de la presunta cercanía entre Antonio López, alias Job, y Chaux Mosquera, que derivaron en su renuncia al cargo diplomático.

En contraste, Juan José Chaux jamás ha reconocido sus vínculos con las autodefensas y ha dicho que sus encuentros con jefes del paramilitarismo como H.H. ocurrieron en contextos “humanitarios” cuando indagaba por la suerte de un secuestrado y mientras estaba, según él, bajo amenaza constante, junto con otros políticos del Cauca, por este grupo ilegal. Esta versión está consignada en un extenso artículo del portal Verdad Abierta, especializado en el cubrimiento de la parapolítica. Al margen de sus enredos judiciales, y sin que todavía haya sido aceptado por la JEP, el caso Chaux avanza en ese alto tribunal. Allá llegó en enero de 2018, cuando voluntariamente el político caucano elevó una solicitud acompañado de su abogado. Mientras se resuelve su proceso, permanece en libertad.

De vuelta a su hijo Francisco José Chaux Donado, una particularidad. Hace dos años presentó su libro Adiós a la Constitución, en la Universidad del Cauca. Al lanzamiento asistió incluso el hoy canciller Carlos Holmes Trujillo. En los agradecimientos del libro, según refirió el columnista Álvaro Grijalba en El Nuevo Liberal, Chaux Donado les dedicó este esfuerzo a sus padres, “quienes siempre han sido y serán una inspiración para mí”. El Espectador intentó hablar con Francisco José Chaux, pero no fue posible. Un vocero autorizado señaló que su nombramiento no se ha hecho oficial, que en ese contexto no puede referirse al tema y que los problemas de su padre son de su padre y no de él. Es verdad. Son demasiadas las sombras que recaen sobre Juan José Chaux Mosquera. Sombras que en materia penal no se heredan, pero que en materia política incomodan.

Por Juan David Laverde Palma

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