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Acompañados por integrantes del mecanismo tripartito de monitoreo y verificación -compuesto por Gobierno, Farc y misión de la ONU- alrededor de 300 hombres y mujeres de los frentes 3, 14 y 15 de las Farc, salieron está mañana de los puntos temporales de preagrupamiento de La Victoria y Alto Arenoso rumbo a la Zona Veredal Transitoria de Normalización de Agua Bonita, ubicada en el municipio La Montañita, en Caquetá. Se trata del último movimiento de estructuras de las Farc hacia los puntos en donde se realizará el proceso de dejación de armas a cargo de la misión de la ONU en Colombia.
La tropa guerrillera será recibida en Agua Bonita por el jefe de los observadores de la misión de la ONU en Colombia y coordinador del mecanismo tripartito, Javier Pérez Aquino; el jefe de la delegación de paz de las Farc, Iván Márquez; y los delegados del mecanismo en la instancia regional de Florencia, Coronel Ramón Guardado, jefe regional de los observadores; teniente coronel Conrado Pérez, representante regional del Gobierno; y Colacho Mendoza representante de las Farc.
El traslado hacia La Montañita se había retrasado por cuenta de inconvenientes en la adecuación del terreno para habilitar las vías, falta de maquinaria, problemas en la instalación de servicios básicos para los guerrilleros y dificultades para ingresar los materiales para la construcción de los campamentos en donde permanecerán las Farc.
Este último paso hace parte del proceso que, según señaló esta semana el presidente Juan Manuel Santos, culminará el próximo 1 de junio, cuando se cumplan 180 días después del denominado día D. “Ese día todas las armas de las Farc que atemorizaron a nuestra población estarán en poder de las Naciones Unidas. ¡Qué gran logro para Colombia y para el mundo!”, afirmó esta semana el mandatario colombiano.
La Montañita es, además, uno de los municipios priorizados por el Gobierno para el proyecto de sustitución de cultivos ilícitos con el que se prevé - en el primer año- reemplazar 50.000 hectáreas. Sin embargo, en los últimos días en la zona se han presentado desacuerdos con algunos campesinos que exigen que antes de que se dé la erradicación voluntaria se implementen los programas prometidos por el Gobierno.