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Este jueves el Gobierno confirmó sobre un presunto plan para atentar contra la vida de Pastor Alape, delegado del partido FARC al Consejo Nacional de Reincorporación (CNR). Edificando la paz desde el corazón de los territorios. Las autoridades respondieron el supuesto ataque se iba a realizar en Ituango, municipio al noroeste de Antioquia, lugar en el que se encuentra reunido con los excombatientes de la región.
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"De la información preliminar, tenemos que se trató de una alerta que fue plenamente identificada" por las autoridades y tuvo una respuesta "coordinada e inmediata de Policía y de la Unidad Nacional de Protección (UNP)", dijo a medios el consejero presidencial para la Estabilización y la Consolidación, Emilio Archila.
Y según fuentes oficiales y del partido FARC, que surgió tras la desmovilización de la guerrilla, Alape se encontraba en Ituango para participar en una asamblea junto a líderes de los antiguos Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación.
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"Ante la alerta se adoptaron las medidas preventivas respecto a todos los que asistían a esa reunión", agregó Archila al subrayar que hasta el momento solo se poseen datos preliminares del caso. La alerta sobre amenazas a la vida de Alape se dan en el marco de una serie de denuncias hechas por el partido sobre lo que catalogan como un plan para "exterminar" a los desmovilizados.
El miércoles pasado, precisamente, esa agrupación informó que un exguerrillero fue asesinado en una carretera de Ituango, la quinta víctima mortal de la violencia contra los excombatientes en lo que va de 2020.
Por ello el Gobierno anunció el lunes 27 de enero medidas adicionales de seguridad para los desmovilizados de las FARC centradas en la "autoprotección", ante los asesinatos de este año, que se suman a los 77 de 2019, el año más violento para los exguerrilleros que se acogieron al acuerdo de paz.
A ello se añade el plan para atentar contra el líder de FARC, Rodrigo Londoño, conocido como "Timochenko", que la Policía dijo a comienzos de enero haber impedido y que la ONU consideró que ilustra los riesgos que corre el proceso de paz colombiano.
"Quiero ser claro en que la preocupación no es solamente de la izquierda, es de todos, en el sentido de que en los temas de la implementación no puede haber ni amigos ni enemigos de la paz", aseguró hoy el consejero Archila a Caracol Radio, al reafirmar que la protección de todas las personas que están en proceso de reincorporación representa un "propósito nacional".
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Para la ONU, que supervisa la implementación de los acuerdos entre el Gobierno y las FARC, los repetidos ataques contra excombatientes y líderes sociales siguen siendo la principal amenaza para la consolidación de la paz. EFE