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El mismo día en el que Claudia López fue elegida como la candidata a la Presidencia de la Alianza Verde, el senador Jorge Iván Ospina fue designado como presidente del mismo partido. Desde entonces, ha estado planeando cuáles serán los próximos movimientos de los verdes con miras a las elecciones de 2018, tanto para las presidenciales como para las del Congreso.
En diálogo con El Espectador, Ospina habló de sus retos como presidente de un partido en una época en la que las colectividades son duramente criticadas y ha perdido fuerza. Desde su posición, cree que la Alianza Verde se salva de estos señalamientos, pues, entre otras cosas, tiene políticos que “a la hora de gobernar, lo han hecho con responsabilidad y pulcritud”.
Pero no se queda solo ahí. Dice que la única meta para 2018 es ser el partido de gobierno y que, por lo mismo, no han considerado ser de oposición, pues no está en sus planes perder. Además, dice estar seguro de que el próximo año se presentará de nuevo un movimiento como el de la ola verde en 2010, pero “más madura, más reposada y entiendo que, después del gobierno Santos y de lo que ha significado el uribismo, se necesita unos desarrollos políticos distintos”.
¿Qué retos tiene la Alianza Verde en una época de crisis de los partidos?
La sociedad colombiana está enferma y pienso que la primera tarea es darles terapia a los diferentes problemas. Está enferma cuando manifiesta unos criterios clasistas, excluyentes, cuando pretenden bajar de un avión a una persona porque tiene una gorra con una estrella roja o cuando se dirige a la oposición con insultos. Se necesita de una sociedad que se respete a sí misma. La otra tarea es ser partido de gobierno. Nuestros intereses van dirigidos a la construcción de una coalición no religiosa ni dogmática y que cree puentes para que nuevas fuerzas participen en ella.
Hay una cosa que me parece muy importante y es que tengo como objetivo tener en el eje de las decisiones fundamentales a los niños. No podemos seguir siendo considerados uno de los países donde más se violentan sus derechos. Lo otro es que es muy importante el respeto de la vida ante el sistema de salud, adelantar procesos de veeduría local y nacional.
¿Y los colombianos cómo pueden retomar la confianza en los partidos?
Cuando un partido no está inmerso en hechos de corrupción, no participa de la clientelización del Estado y cuando asume responsabilidades políticas frente a errores, es un partido a seguir. Cuando, por el contrario, capitanes partidistas se van de su barco, mimetizan sus candidaturas a través de la recolección de firmas y dejan a sus partidos a la deriva, en ellos no se puede confiar. Tienen la lógica del camaleón para poder seguir sobreviviendo.
¿Cree que la Alianza Verde puede ser la próxima fuerza electoral del país?
No hay encuesta en la que la Alianza Verde no sea señalada como el partido con mayor confiabilidad y de mayor crecimiento. Tal vez esto se deba a que ha tenido liderazgos con mucha responsabilidad: Navarro en Nariño, Londoño en Boyacá, Ospina en Cali, ahora con Fajardo en Antioquia y en Medellín y los antecedentes de Antanas Mockus en Bogotá. Esas son cartas de presentación de unos liderazgos que a la hora de gobernar, lo han hecho con responsabilidad y pulcritud.
La corrupción es un tema bastante coyuntural, ¿qué postura tiene el partido frente a esto?
La consulta anticorrupción y los 4,5 millones de firmas que conseguimos nos ubican en unas responsabilidades que el Estado debe tomar en relación a lo mismo. Por otro lado, necesitamos un gran acuerdo nacional que construya colectivamente un nuevo piso ético y moral, porque la corrupción se filtra en todos los estamentos: en la Fuerza Pública, la Fiscalía, en las Cortes, qué decir de los partidos políticos. La construcción de ese nuevo piso ético demandará mucha inteligencia colectiva. Una nueva constituyente permitiría un nuevo país sin corruptos.
¿Esa consulta puede servir como un pulso para las elecciones del año entrante?
Más bien, creo que es un sacudón para una sociedad que no puede seguir limitando los recursos para los servicios sociales, por culpa de las intermediaciones políticas.
¿Y cuál es la postura del partido frente al tema de la paz?
Respaldo total y absoluto a un hecho de trascendencia histórica, que será evaluado a futuro en relación a los nuevos escenarios que generará. Entendemos que el establecimiento del mismo será posible si llega un Gobierno que respete y que no se empeñe en estigmatizar y trasladar a futuras generaciones lecturas displicentes e irresponsables frente a otros colombianos. Ese es, a su vez, el mayor miedo que le tengo al uribismo o a algunos sectores uribistas.
De cara a las próximas elecciones se ha vuelto a hablar de la Ola Verde, ¿ese movimiento podría repetirse?
No tengo ninguna duda. Es una ola multicolor que comienza a insinuarse a partir de la iniciativa de Sergio Fajardo, Claudia López y Jorge Robledo. A diferencia de la de 2010, esta es una ola mucho más madura, más reposada y entiendo que, después del gobierno Santos y de lo que ha significado el uribismo, se necesita unos desarrollos políticos distintos. Si sumáramos los candidatos independientes que puntean en la tendencia, triplicarían a los candidatos que forman parte de esa manera irresponsable de hacer política.
¿Claudia López podría ser la cabeza de esta “ola multicolor”?
Es nuestra apuesta como partido Alianza Verde: nuestra intención es que Claudia sea reconocida en una consulta interpartidista como una figura política para ser escogida. Sin embargo, si nuestro partido no gana, no somos de veleidades, sino que estamos para apoyar a cualquiera de los otros candidatos.
Si en 2018 ustedes perdieran, ¿harían parte de la oposición?
Es muy difícil pensarlo. Nosotros estamos con la mente positiva, las energías y el esfuerzo de cada militante de la Alianza Verde después de nuestro congreso en una consigna única e impostergable: ganar. No nos damos la oportunidad de pensar en otros escenarios.
¿Cómo se están preparando para las elecciones para el Congreso?
Convocando a sectores políticos que han estado ajenos a la participación del Congreso, como Compromiso Ciudadano de Fajardo, el proyecto que lidera Carlos Caicedo en Santa Marta, como los casi abstencionistas como el Movimiento Indígena Caucano, como los sectores liberales. Queremos que hagan parte de nuestras listas y nuestra participación en el Congreso sea exitosa.
El lunes López, Fajardo y Robledo hablaron de una lista única para la Coalición Colombia…
Es un desarrollo en el que hemos comprometido la palabra, pero que demanda unos desarrollos legales para poder realizarse.
En 2014 Claudia López fue la congresista más votada de la Alianza Verde y una de las que más votos obtuvo, ¿quién podría retomar sus banderas para llegar al Congreso en 2018?
Antonio Navarro, Angélica Lozano, son nombres de personas que han manifestado todo su ideario.