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La búsqueda de apoyo para tomar una decisión sobre las objeciones presidenciales a la ley estatutaria de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), fue una de las tareas más notorias de los congresistas en esta semana.
Luego de la tensión que dejó la interpretación del resultado de la votación de la ponencia de archivo del pasado martes en la noche (47 votos a favor de hundir las objeciones y 34 en contra) y pese a las cuentas que hizo la llamada bancada “propaz”, que favorecía el rechazo de los cambios propuestos por el Gobierno a la estatutaria de la JEP, los defensores de esta ley se preguntaron por la curul de Antanas Mockus y el peso decisorio que tendría su sufragio, de no haberse dado el fallo del Consejo de Estado.
22 días después de haber hecho caso a la sentencia del tribunal y haber perdido su escaño en el Congreso, Mockus regresó al Capitolio y con él se prendió una esperanza en una eventual votación de las objeciones. Porque, según la interpretación en ese momento de la mesa directiva del Senado, a la oposición le faltó un voto para hundir las objeciones, sin embargo, la estrategia fue disolver el quórum para evitar un nuevo sufragio.
El profesor y “senador en formación” (como él mismo se ha hecho llamar) ingresó a las 11:33 de la mañana a la plenaria del Senado de este jueves, para apoyar la decisión de su partido de respaldar el reconocimiento de la ley estatutaria de la JEP.
Y, pese a las dudas sobre si podía o no participar de la discusión, Mockus permaneció hasta el final de la sesión y también contribuyó a desarmar el número de asistentes en la plenaria. Luego de un debate que concluyó en que será la Corte Constitucional la que tome la última palabra sobre la estatutaria, el congresista pidió la palabra y le dijo a sus compañeros que volvía al Senado.
Para entender: Mockus regresará al Senado este jueves y participará en el debate sobre la JEP
A las dos de la tarde Mockus leyó una carta en la que expuso sus motivos para retomar sus deberes como legislador. La misiva se la envió un día antes a Ernesto Macías, presidente del Senado, para expresarle con antelación que la sentencia del Consejo de Estado no estaba, aún, “ejecutoriada”. Ese 1 de mayo volvió a su oficina en el Capitolio y este jueves se lo comunicó oficialmente al país.
Como se lee en la carta, el senador argumentó que, según puede observarse en la página web de la Rama Judicial, “ el día 25 de abril fue radicada una solicitud de adición a la sentencia por parte del demandante, con lo cual se interrumpió el proceso de ejecutoria y, por tanto, los efectos de la sentencia. Aquí debe recordarse que, de acuerdo con el artículo 189 de la Ley 1437 de 2011, las sentencias sólo serán obligatorias una vez ejecutoriadas, no antes”.
Además, afirmó que verificaron con la secretaría de la Sección Quinta que este ente “no ha enviado aún la comunicación a las entidades u organismos correspondientes debido a que, evidentemente, la sentencia aún no se ha ejecutoriado”.
De hecho, ese fue su mensaje final: “en atención a las razones expuestas, hoy queda claro que la sentencia del Consejo de Estado no está ejecutoriada, y regreso a cumplir con mis deberes de congresista. Ayer no asistí a la Plenaria por señales equívocas recibidas de parte de la Secretaría General del Senado. Cumpliré con mis deberes de senador hasta que los límites legales me lo ordenen”.
Seis minutos después de la lectura de su carta de reingreso al Congreso, la corporación cerró la discusión sobre la estatutaria de la JEP.