Los desafíos para gobernar a Antioquia que recibe Aníbal Gaviria

Luis Pérez, en medio de escándalos y controversias, le entregó la Gobernación a Aníbal Gaviria, quien identificó en el Ferrocarril de Antioquia, la Universidad Distrital e Hidroituango los proyectos más sensibles que debe de continuar.

Natalia Tamayo Gaviria - @nataliatg13
03 de enero de 2020 - 12:00 a. m.
Según el mundo político paisa, Aníbal Gaviria, gobernador de Antioquia hasta 2023, se caracteriza por "construir sobre lo construido".  / Archivo El Espectador
Según el mundo político paisa, Aníbal Gaviria, gobernador de Antioquia hasta 2023, se caracteriza por "construir sobre lo construido". / Archivo El Espectador

La elección de Luis Pérez a la Gobernación se vio con mucho celo hace cuatro años. Aunque tenía las de la ganar por su pasado como alcalde de Medellín (2001-2003), para muchos su gestión tuvo muchas dudas y críticas, especialmente haber liderado como mandatario local la Operación Orión en la Comuna 13, la operación militar urbana de más envergadura del país, según recogen varios historiadores. Por esto, a Pérez lo tildaron de autoritarista y militarista. Sin contar, tampoco, el escándalo por la vajilla que compró la entonces gerencia de EPM con dineros públicos, señalando al hoy gobernador de politizar el mayor bien público de los medellinenses.

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Pese a la oposición en campaña y la desempolvada de noticias negativas durante su administración, Pérez en 2016 empezó su gestión como gobernador de Antioquia, el cargo que le faltaba para concluir su carrera política en la región. Y contra pronósticos, llegó a ser nombrado por la prensa como el mandatario departamental más popular del país, llegando hasta un 82% de favorabilidad. Con ese dato las críticas se disiparon un poco más, pero al cierre de estos cuatro años los trapitos al sol se sacaron como siempre.

“Empezó con una lluvia de ideas y terminó con una lluvia de fracasos”, describió Luis Peláez, diputado de la oposición por el Polo Democrático, sobre el cuatrienio que lideró Pérez. El primer fracaso que le atribuye es el incumplimiento de su gran obra: la activación del Ferrocarril de Antioquia. Y no solamente lo dice él, el propio exgobernador acepta que no pudo adelantar lo que tenía pensado de este proyecto. “La obra más grande que quise terminar fue la del ferrocarril que estaba financiada por Hidroituango, con autorización de la Asamblea. Esos recursos no salieron. No obstante, hemos avanzado y creamos la empresa que está trabajando en sacar esto adelante. Tenemos los diseños hasta Barbosa y dejamos contratado para que se hicieran hasta Puerto Berrío”, dijo.

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Y Pérez insiste que hizo más de la cuenta y esa conclusión fue la que le entregó al equipo de empalme de Aníbal Gaviria. “Creo que hemos mucho más de lo que nos hemos propuesto (...) por ejemplo, prometimos 1.000 kilómetros de vías campesinas y logramos hacer 1.200”, ilustró el exgobernador. Y a eso mismo es a lo que apuntaron los colaboradores de Gaviria, quien se posesionó el 1 de enero. De acuerdo con Luis Fernando Suárez, designado coordinador de la labor por Gaviria, manifestó a El Espectador que la Gobernación sostuvo que les entrega un plan de desarrollo al 99% de las metas de resultados, pero advierte que aún no conocen los indicadores de impacto, como los de tasa de homicidios, mortalidad materna, infantil y desnutrición, por mencionar algunas. 

Entre los otros fracasos de Pérez que enumeró el diputado están: la Universidad Digital, el Programa de Alimentación Escolar (PAE), Central Park, Hidroituango y la Fábrica de Licores de Antioquia (FLA). Temas en los que el equipo de Gaviria coincidió que son los más sensibles. “Los vamos a retomar y fortalecer para que salgan adelante”, comentó Suárez. 

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En términos generales, el diputado acota que el edificio de la Universidad Digital aún está en obra blanca, que la obra de Central Park apenas va por el 30% de ejecución, pese a que se vea que haya avanzado en gran medida, así como que le preocupa que por primera vez las ventas de la FLA terminaron el año en el 75%. “Nunca en la historia de un gobernador había pasado eso. No cumplió la meta. Esto ha sido por una mal gerencia de Iván Correa, que no quiso fortalecer las ventas y hoy estamos pagando los platos rotos de eso”, señaló el cabildante. Le suma, además, que el presupuesto de 2020 se redujo en un 3.8%, “y eso que no está agregada la inflación y el IPC del próximo año. Calculo que la reducción sea de un 11%. Luis Pérez se va a llevar ese título, él aprueba un presupuesto decreciendo. Eso no pasa ni en los municipios más pobres. Por lo menos le aumentan $500.000 o un millón de pesos”. 

Y sobre Hidroituango, el diputado considera que el rol que tomó Pérez le generó más problemas que el mismo protagonismo que tuvo. “No supo manejar el tema, lo hizo con mucha controversia y la abandonó cuando el excontralor Sergio Zuluaga Peña, detenido por actos de corrupción, lo mencionó en un audio”. No obstante, el exgobernador se defendió señalando que el mandatario aludido no era él. En cuanto a ese caso de corrupción, que para muchos es el escándalo reciente más grave del departamento, el profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Medellín, Pedro Piedrahíta, la culpa también recae en la Asamblea. 

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De lo anteriormente mencionado, el exgobernador se defiende con datos y cifras. “De la Universidad Digital ya hay 6.000 estudiantes matriculados, ya fueron aprobados nueve programas académicos y otros diez están a la espera de serlo, el edificio lo entregué el 30 de diciembre y es la sede administrativa de la institución. Dejo $31.000 millones para la dotación de este y la implementación de un cerebro para que sea la infraestructura más inteligente del país”, dijo. Sobre Central Park aseguró que queda el dinero para la construcción de un centro de salud y bomberos, estipulado en el proyecto, mientras que la pista de carreras de autos y las gradas las entregó. 

Por último, así como para Medellín la seguridad es un tema que obsesiona a sus mandatarios, también lo es para el departamento que cuenta con zonas tan complejas como el Bajo Cauca. Todas las fuentes coinciden en que esta situación sobrepasa los límites de Antioquia y compromete al Gobierno Nacional, porque allí se encuentra la ruta por donde se transporta la coca y hay una efervescencia de la minería ilegal. “Cuando comencé, el territorio sólo tenía 477 soldados y pasaron a ser 5.000, pero el problema sigue. “Hay que plantear una estrategia militar diferente, la que hay no está dando resultado. Necesitamos hacer más autocrítica”, le atinó el exgobernador dejando en la batuta de Gaviria una gran responsabilidad que, aunque tiene menos eco en los medios de comunicación, se extiende por todo el departamento. 

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“Aníbal se caracteriza por construir sobre lo construido y él hará todo lo que esté en sus manos para que el departamento salga adelante”, prometió su coordinador de empalme. Los ánimos generalizados están calmados, porque esa premisa que Suárez deja escrita se pudo ver, por ejemplo, cuando Gaviria continuó con el legado que dejó Alonso Salazar en la Alcaldía durante 2011-2014.

Por Natalia Tamayo Gaviria - @nataliatg13

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