Publicidad

Mancuso es la pieza clave en el rompecabezas

Si bien Mancuso quiere entrar a la JEP como tercero civil colaborador del paramilitarismo entre 1989 y 1997, aún pone en duda su regreso al país.

Clara Inés Chaves R.*
14 de septiembre de 2020 - 07:11 p. m.
Salvatore Mancuso fue extraditado en 2008 a los Estados Unidos por delítos de narcotráfico.
Salvatore Mancuso fue extraditado en 2008 a los Estados Unidos por delítos de narcotráfico.
Foto: Archivo

Salvatore Mancuso es la pieza clave en el rompecabezas de las 139 masacres que, según la Fiscalía General de la Nación, cometió, y entre las que se encuentran la del corregimiento El Salado, en Carmen de Bolívar; el corregimiento de El Aro, del municipio de Ituango y la del municipio de Mapiripán. Es decir, debe responder, al parecer, por más de 75.000 crímenes.

Lo anterior es razón más que suficiente para que la Cancillería colombiana, en lugar de quedar de ignorante ante el desconocimiento del manejo del tratado de extradición que existe desde hace años con Estados Unidos, lo hubiera tramitado correctamente, ya que los delitos de lesa humanidad, y los derechos a la paz, a la reparación a las víctimas y a la reconciliación, imperan sobre el delito del narcotráfico por el que fue extraditado, lo cual parecería ser que hay intereses en que no se conozca la verdad.

Pero quizás las razones de esa incompetencia sean el hecho de que, si Mancuso sigue contando la verdad, esta va a salpicar a muchos peces gordos de la vida nacional.

Todo el desprestigio que se ha venido tejiendo contra la Corte Suprema de Justicia no es gratuito, pues recordemos lo dicho por Mancuso y otros paramilitares, según lo registrado en el portal Verdad Abierta, de fecha 14 de marzo de 2012, titulado: “Mancuso y la conspiración contra la Corte Suprema”, en el que el exjefe paramilitar “aseguró que el gobierno del expresidente Álvaro Uribe Vélez extraditó a varios jefes paramilitares después de que se rehusaran a ‘colaborar’ en un presunto complot para desprestigiar a la Corte Suprema de Justicia y de esta manera acabar con las investigaciones que empezaban en ese momento (2007) contra políticos vinculados con las autodefensas, entre ellos el primo del presidente, el condenado exsenador Mario Uribe”, y ahora se puede entender todo el escándalo que se hizo alrededor de esa alta corte con ocasión de la detención del expresidente Uribe.

Si bien Mancuso quiere entrar a la JEP, pues hizo su solicitud la cual fue negada en junio del año en curso por parte de esa entidad judicial, como tercero civil colaborador o financiador del paramilitarismo entre 1989 y 1997, antes de su ingreso a las AUC, con el fin de contar su verdad sobre la presunta vinculación del expresidente Uribe con esta organización, aún pone en duda su regreso al país, ya que los Estados Unidos, después de purgar 15 años por el delito de narcotráfico en esa nación, le facilita el acogerse a la ley contra la tortura y el trato cruel, la cual le permite llevar a su familia.

El problema radica en que teniendo el Ejecutivo el dominio de los entes de control, ¿qué garantía tendrá la Rama Judicial y los colombianos en que se respete el imperio de la ley y el Estado de Derecho, se conozca la verdad y caigan todos los involucrados en esos delitos de lesa humanidad?

La democracia y el Estado de Derecho están en peligro en este momento, pues algunos pocos quieren destruirlos para que la impunidad y la dictadura se impongan.

* Exdiplomática y escritora

Por Clara Inés Chaves R.*

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar