Por estos días, la Alianza Verde es el partido que más ha tenido choques por cuenta de la candidatura presidencial para 2022. Los nombres de Gustavo Petro y Sergio Fajardo son los más mencionados en las discusiones al interior de la colectividad. Los dos han sido factor para que el ambiente no sea el más agradable, justo cuando está comenzando el año electoral tanto para los comicios legislativos como presidenciales.
Un amplio sector de los Verdes, con el aval de las directivas, ha venido trabajando con otros sectores de centro y centro-izquierda para sacara adelante lo que llaman la Coalición de la Esperanza. Varios precandidatos de dicho partido y de otras colectividades y movimientos se han unido para elegir un candidato único. Sin embargo, y a pesar de buscar una convergencia de varios sectores, los miembros de esa lista han dicho que no quieren que Gustavo Petro vaya con ellos.
El posible veto a Gustavo Petro ha sido tomado de mala manera por otros sectores de la Alianza Verde, que han sido liderados por el representante Inti Asprilla. Para estos, la determinación solo buscaría garantizar que Sergio Fajardo, que no es miembro oficial de los Verdes, gane la candidatura para la presidencia. Aunque este planteamiento ha sido negado por el resto de los miembros del partido, como la senadora Angélica Lozano, lo ocurrido en días anteriores vuelve a despertar dudas en este tema.
El pasado jueves se conoció que cambiaron las reglas de juego en el partido para escoger el aspirante propio para las presidenciales. Aunque en un principio se había planteado que a mitad de 2021 se haría una serie de encuestas para elegir al candidato de los verdes en la consulta de la Coalición de la Esperanza -que se llevaría a cabo en marzo de 2022 con las elecciones legislativa-, se pospuso esta definición para la consulta interpartidista, por petición del exgobernador Carlos Amaya.
Aunque la justificación oficial del cambio fue darle la oportunidad al exgobernador de Boyacá que está estudiando en Europa, varios sectores vieron la movida como una acción para favorecer a Fajardo, pues, en marzo, los votos propios del partido se dividirían en 6 aspirantes de la colectividad mientras que el exalcalde de Medellín tendría su base intacta. Ante este supuesto favorecimiento a una sola candidatura, los representantes Inti Asprilla y León Fredy Muñoz enviaron una carta a las directivas de su partido para pedir garantías en la elección del candidato que los representará en las próximas presidenciales.
En la misiva, los dos representantes pidieron que se “aclaren las garantías democráticas que se darán en este debate interno, de tal manera que las deliberaciones que se darán en Comité Ejecutivo Ampliado, no vulneren el derecho a la participación de las diferentes tendencias del partido”.
Los representantes han insistido en distintas ocasiones que se está negociando a las espaldas del partido porque las determinaciones las ha tomado el Comité Ejecutivo Ampliado, una instancia compuesta esencialmente por los tres presidentes de la colectividad, los integrantes del ejecutivo nacional y otros como algunos senadores, ediles y más. Para estos, este tema debería ser discutido en “órganos naturales de máxima representación”, como la Dirección Nacional o un congreso nacional, donde tiene voz directa las bases.
Tanto Asprilla como Muñoz han dicho que las mayorías de las bases buscan que la consulta de marzo de 2022 se haga con Gustavo Petro, mientras que sectores liderados por Angélica Lozano, y otros, han dicho que se trata de una minoría en partido que sigue insistiendo en la consulta junto con la Colombia Humana. Bajo ese contexto, los dos autores de la carta señalaron que “es propicia la ocasión para demostrarle a las bases ciudadanas que conforman nuestro partido en los territorios del país, que su voz, su voto y su participación en las decisiones finales será tenida en cuenta”.
En esta misma línea, los dos representantes de los Verdes pidieron que las garantías de participación se extiendan a aclarar “las garantías que se darán conforme a estos postulados en el anunciado retiro que se llevara a cabo en la ciudad de Fusagasugá”. Bajo un mismo planteamiento, los representantes pidieron que dejen “claras las reglas sobre las cuales se tomarán decisiones, haciendo del mismo un ejemplo de trabajo colectivo que le muestre al país, una imagen de coherencia frente a los valores y principios fundantes de nuestra organización política”.